Agente 00Perfeción [Semi-AU] [Adrien Agreste/Chat Noir y tú]

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‹Sábado, 11 de octubre del 2031›

‹Pov’s Adrien›

Pensaba las razones por las que ella habría se actuar de esa manera mientras conducía de regreso a casa, se me hacía sumamente extraño el comportamiento de _____, me había echado de su casa con el pretexto de mis “sirvientes” cuidarían mejor de mi. Una llamada entrante reventó la burbuja en la que me encontraba.

— ¿Si?.

— Joder rubia, tienes que venir ahora mismo a la guarida, nos hemos ganado la lotería —rió un poco antes de seguir hablando, de fondo se podían escuchar gritos que por lo que me acaba de decir supongo que de festejo— No te querrás perder esto... Y como sé que tardarás, solo te digo que hay información sobre Hawk Moth.

— Voy para allá —respondí al oír ese nombre, de inmediato colgué y di la vuelta, por nada del mundo me perdería la oportunidad de tener tal información en mis manos—.

Apenas bajé del auto, Viperion me esperaba junto a Ladybug en la entrada, carcajeándose.

— ¿Me van a decir el porqué de la celebración? —me crucé de brazos con una sonrisa—.

— Pues... Se podría decir que Pegase logró hackear el sistema de la guarida del gobierno español aquí, en Francia, y ahora tenemos varios datos que tenían guardados, como: Próximos ataques de Hawk Moth, planes para detenerlo y la identidad de la mayoría de sus agentes —dijo con inocencia—.

Ahora todo tiene sentido, _____ lloraba porque su identidad fue descubierta, aunque si lo pensamos bien no tiene mucho sentido ya que no entiendo en qué la afectaría. Tampoco es como si llevara una máscara en cada misión.

— ¡Hey, Chat! —me sacó de mi trance la azabache— Fu tiene algo para ti, dice que si quieres saber lo próximo de Hawk Moth, tienes que ganartelo —reímos, ya dentro, muchos solo sonreían victoriosos, otros festejaban pegando varios gritos ¿Tanto les emocionaba eso? Como siempre, Ryuko como mano derecha de Fu se hallaba a su lado, en su escritorio, muy pocas veces se le veía sonreír, pareciera que de verdad estuvieran felices—.

— Chico, hoy es el día que tanto esperabas, ¿sabes, no? —asentí rápidamente. Esa información me quitaría probablemente un gran problema de encima— Hoy, secuaces estadounidenses, planean llevar kilogramos de cocaína hacia la frontera que tenemos con España, detenlos.

Asentí antes de salir y buscar mi traje, en seguida corrí al auto. Luego de media hora llegué al sitio, escondiéndome detrás de una enorme caja analizaba la situación, varios hombres le ordenaban a otros llevar toda la mercancía a un avión que yacía a pocos metros mios. De pronto, siento como alguien estrellaba su mano contra mi mejilla... Me habían dado una cachetada, busqué al culpable, observando a mí novia de frente de brazos cruzados y una cara de pocos amigos.

— Maldito sea su gobierno y maldito seas tú —susurró, volvió a repetir su acción empleando más fuerza—.

— ¿Qué carajo te pasa?.

— Alguien~ de tu —me señaló sin vergüenza alguna— Gobierno o que trabaja para ti, ¡no sé! Ha hackeado nuestra base de datos ¿Acaso sabes lo que eso significa? ¡Casi todas nuestras identidades han sido descubiertas por ustedes e información de varios criminales ahora las tienen ustedes también! ¿¡Sabes cuánto tiempo tardamos en instalarnos aquí para que NADIE Y ABSOLUTAMENTE NADIE pueda ingresar a ella!? —exclamó dejando toda la impotencia que guardaba— Estoy arruinada —posó su cabeza en mi pecho, sollozando—.