Avanzamos en fila con la posición de entrada, el brazo izquierdo horizontal a la altura de la frente y el brazo derecho vertical formando una "T" haciendo puño; tomamos nuestras respectivas posiciones iniciales en la lona, me ubico en la parte izquierda del grupo y después de un grito de "HUUM" giramos bajando los brazos y esperamos que inicie la música.
Ya en el escenario... es otro mundo. Pisas eso y es transportarte a, como decirlo, un sueño hecho realidad, un sueño de baile. ¡El sentimiento es único! Te paras sobre una tarima internacional representando a tu país, cosa que no muchos pueden hacerlo pero que tú tienes el orgullo de poder decir "Traje algo para mi país". Y estás en otro sitio, el tiempo se te detiene y esos segundos antes de que inicie la música parecen eternos; la música no comienza y la cámara lenta a tu alrededor empieza a funcionar. Ves, sientes y escuchas al público del auditorio: unos levantados, otros sentados, algunos aplaudiendo, tus chicos gritando, los otros países clamando "Ecuador, Ecuador, Ecuador" porque somos un país pequeñísimo pero una gran potencia, y lo saben. Se escucha desde el público el grito de Cisne: –¡Vamos chicos! –. La música comienza.
Empieza el sonar de los latidos de un corazón, como introducción de nuestra pista, y en ese instante no sabes si es el sonido que proviene desde las bocinas o es el latir tan fuerte desde tu pecho. Empieza la adrenalina, el primer "Boom" es la señal de girar y empezar con la primera canción, todo el mundo empieza a gritar: ¡Wooooo, Tanz Regenz! Desde el inicio percibes una energía increíble que te sientes en otro nivel, no pude haber pedido presentarme en otro sitio que en ese. Empezamos a dispersarnos con cada paso con la mayor fuerza y perfección, y a tomar nuestras respectivas posiciones para la acrobacia de la primera canción: yo a la izquierda y los chicos se forman en hilera inclinándose con sus espaldas hacia arriba formando un "sendero humano" de dos partes; suena mi señal y subo sobre la espalda de Hugo para caminar sobre la espalda de los demás de la primera hilera, saltar para aterrizar con un giro sobre la espalda de Byron de la segunda hilera y mientras Jimmy hace su mortal al lado derecho del grupo, caigo poniendo mi espalda hacia arriba, Jimmy camina sobre mí y hace el giro final de esta canción mientras mi hermano Felipe hace su giro mortal en la parte de atrás del grupo. ¡Perfecto! Nos levantamos, me ubico en la parte de atrás. << ¡Vamos! >> Un par de pasos más de esta canción. Todo era entre gritos de emoción del público y sentías que volabas literalmente.
El sonido de un disparo en la música indica el inicio de la canción Right Beat; tengo que ejecutar los dos trucos seguidos a la perfección. Paso al centro del grupo y los demás se dispersan hacia los lados. << ¡Vamos Jorge! >> me decía en mi cabeza. Desafortunadamente no había comido bien y no había dormido cerca de ochenta y tantas horas ya; empecé a sentir un malestar agudo. Tomo impulso y hago la mortal hacia atrás; mientras estoy en el aire veo en cámara lenta a mis compañeros y a Felipe inclinado en la parte de atrás observándome fijamente, acomodo mi caída, aterrizaje perfecto; pero al caer siento un desplomo de peso sobre mí, como si mi peso hubiese aumentado cien kilos más, un estruendo en mi cabeza y mi estómago (al dedo ni bola). Sentí revolverse mi estómago. Miré hacia mi izquierda, como esperando que mis compañeros se apresurasen entrelazando los brazos en frente de mí para hacer la cama elástica... estos segundos los sentía transcurrir muy lentamente. Pusieron sus brazos y salté hacia adelante sobre ellos con la completa confianza de que este paso lo habíamos ensayado cientos de veces, pero adivinen qué... pues nada, lo hicieron a la perfección, pero yo al caer sobre los brazos de mis compañeros sentí algo amargo que venía desde mi estómago y recorría mi garganta; vi a Felipe volar sobre mí y caer con un volantín mientras los chicos me depositaban de nuevo en el suelo. Tenía esa cosa amarga en mi boca, me lo tragué, literalmente me tragué el vómito o lo que fuese. Al estar en el suelo, puse mis manos sobre mis rodillas y me incliné hacia adelante, otra vez la misma sensación, sentí un ligero mareo y precisamente teníamos que girar todos en grupo, como un torbellino humano. Salió bien.
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Un sueño de baile y un dedo mutilado
Short Story"El sueño de representar a mi país, y ganar un podio en el Dance World Orlando; se ven afectados por un accidente 4 días antes de partir hacia los Estados Unidos. Y fue sólo el primero de una cadena de sucesos trágicos que trataban de impedir lograr...