Mas Que Un Papel

Cada Vez Mas Lejos

La pregunta de Sucrette me sacudido por completo , deseaba decir que si, pero algo dentro de mi me hacía dudar, no podía evitar pensar en Jandy, a pesar de la mirada fija de aquellos ojos verdes que esperaban una respuesta.

— ¿No vas a decir nada?— preguntó decepcionada

— Sucrette, yo

— ¡Sucrette!, Abre la puerta, olvidé mis llaves — interrumpió alguien tocando la puerta

— Será mejor que te vayas, no quiero tener problemas con mi compañera de cuarto—

— Está bien — me puse mi saco y acomode el cuello de mi camisa — gracias por tu hospitalidad —

Ella abrió la puerta y entró una chica afroamericana con una mal actitud, bese la frente de Sucrette y salí de su cuarto. Camino al elevador revisé mi celular, tenía un mensaje de Jandy, sentí un cosquilleo en el pecho al verlo, hacia que me apresuré a leerlo.

Disculpa que te moleste, es solo que necesito hablar contigo, ¿Crees que nos podamos ver hoy?

¿Por que quedria hablar contigo?, La última vez dijo que la dejara tranquila, aún así respondí el mensaje, citandola a las 8 de la noche en un restaurant bar, todavía tenía que arreglar en la notaría algunos papeles para la venta de la granja

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Estaba subiendo las escaleras para llegar a mi departamento, cuando recibí el mensaje de Lysandro confirmando la cita para vernos, después de leerlo apague la pantalla y suspiré tratando de contener mis lágrimas.

— Buenos días Jandy— Saludo la sra Carolina

— B-buenos días— trate de sonar animada, pero mis ojos no podían mentir

— Querida ¿Estás bien? —

— Si... Es solo que me iré mañana y tengo sentimientos encontrados— seque mis lágrimas

— ¿Te vas?, ¿Pero que pasará con la deuda que tienes con ese hombre?—

— La liquidare está noche, la persona que arruinó mi felicidad decidió "arreglar" el daño con dinero—

— ¿Cómo?, ¿No era ese chico alvino el que te arruinaba la vida?—

— Ese hombre era lo único precioso que tenía, era muy feliz con él y el conmigo... Hasta que su hermano se interpuso, no podía aceptar que alguien con un pasado tan turbio, entrará a su familia, así que me tendió una trampa, aprovechándose de mi buena voluntad, me mandaron a entregar un paquete, el cual contenía un collar muy costoso, al llegar ahí, la mujer de este hombre me acusó de robarlo, siendo que ella misma me lo había entregado— apreté los puños y dejé caer unas lágrimas de coraje e impotencia — obviamente Lysandro les creyó, después de todo, solo me conocía de hace algunos meses, aún así pago mi fianza y me trajo aquí, de donde no me iría hasta pagarle cada centavo—

— Querida, ¿Estás segura de que te odia?, Todo esto me suena a que está despechado, te ama y aunque le haya creído a su hermano, algo dentro de él sabe que algo no está bien en todo esto, por eso viene borracho a buscarte y te hace esas cosas que te lastiman, por que el también se siente lastimado— sus palabras me hicieron pensar que era verdad, pero si lo fuera, no se habría ido con Sucrette

— El no me ama — sonreí triste— ahora está con la chica que siempre quiso, yo solo fui su pretexto para intentar olvidarla—

— Vaya, tu historia si que es complicada, deberías escribír un libro— encendió un cigarrillo

— Gracias por todo, aunque fue poco el tiempo que estuve aquí, fue la única que me escuchó—

— No tienes que agradece querida, yo estoy aquí para cuando necesites hablar con alguien, mírame como una tía — sonrío — por cierto, ¿Ya sabes que te vas a poner para tu última reunión con ese tonto?—