Mas Que Un Papel

Clavo saca a otro clavo

— Bueno... Eres muy bonita y de buen cuerpo, ¿Has pensado en...eso?—

— ¿Eso?—

— Nadie tiene que saberlo, solo ir casualmente a un bar, beber una copa con cierta "gracia", no faltará un hombre interesado en comprarte algún favor— saco un cigarrillo y lo encendió

— N-no, no, no podría—

— Cariño, verte en tu situacion, me recuerdas a mi — fumo un poco— cuando tenía quince me escapé de casa, donde mis padres eran uno adictos y me maltrataban, me junte con un hombre diez años mayor, los maltratos no cesaron, vivía en un cuarto sucio, como una prisionera, cuando tuve a mi primer hija, en el momento en que la tuve en mis brazos, supe que no quería que pasará por lo que yo, pero no sabía cómo, creí que no podría hacer nada sin ese bastardo, así que cuando él nos abandonó por otra mujer, no sabía hacer nada, por lo que no me daban empleo, en mi frustración fui a beber algo, un hombre se acercó a mí y me dijo que era hermosa, así que bebimos juntos y pasamos la noche en un cuarto de hotel, creí que se había fijado en mí como mujer, pero al despertar, solo encontré unos billetes, entonces supe que me confundió con una prostituta, aún así, ese dinero me ayudó a rentar un pequeño cuarto para mí y mi hija, así fue como frecuente otros bares, repitiendo la historia, hasta tener lo necesario para poner un pequeño negocio de café, me retiré de los bares y después compré este pequeño edificio y le regalé la cafetería a mi amada hija—

— Yo, no se que decir—

— No tienes nada que decir, solo tomar una desición, si quieres librarte pronto de ese tipo— levanto el mentón de Jandy para observarla — hacer eso no te hace una mala persona, lo digo por que luces como una niña inocente, pero las circunstancias de la vida a veces nos orilla a hacer cosas que no queremos —

— Mi mala fama fue la que me arruinó, a pesar de haber dejado mi pasado atrás— dijo apenada

—Ah, Entonces, eres una chica con experiencia— sonrió

—Algo así, yo... solo seducía a hombres de mucho dinero, pero jamás me acosté con alguien que no fuera mi pareja, simplemente le ayudaba al hombre con el que estaba, para robarles— suspiro— no me siento orgullosa, decidí cambiar mi vida y creo que después de todo, estoy pagando por ello—

— No seas dura contigo misma, así seas la madre Teresa de Calcuta, existen parásitos que se hacen llamar personas, que solo se aprovechan de la buena voluntad, lo que siento que te ha pasado a ti—

— Pareciera que sabe mi vida—

—Querida, más sabe el diablo por viejo que por diablo— le guiño el ojo orgullosa — te dejo, tengo clases de zumba, ¿Quieres venir?, El primer día es gratis—

— Gracias, pero prefiero seguir buscando un empleo—

— Como gustes, que tengas un buen día—

— Igualmente—

Jandy entró a su departamento para arreglarse, mientras que Lysandro, empapado caminaba por la calle, se detuvo un momento recargando su brazó en una pared para poner su frente, se sentía tan miserable al recordar el rostro decepcionado de su esposa, quería regresar el tiempo y decirle que todo estaría bien, deseaba poder dejar a un lado su orgullo y dignidad, darle todo lo que tenía, con tal de que se quedará a su lado.

— ¿Porque Jandy?, ¿Por que me llevaste al punto de amarte de esta manera?, Si no era más que uno más de tus peones — sentía que rompería en llanto

— ¿Lysandro?—

— Sucrette— volteó al escuchar su voz

— ¡Estás empapado, ¿Te encuentras bien?— El se quedó sin habla, solo desvío su mirada— ¿Donde habías estado?, Te llamé varias veces—