The truth Untold

Let Go

— Mírame. — Ordenó tomando su rostro entre sus manos. — Dímelo, dime que no hay un futuro para los dos,  que haz dejado de amarme y que no quieres verme nunca más.

Semanas atrás Holly comenzó a sentir un repentino alejamiento de parte de su novio. Jamás imaginó que pudiera siquiera considerar una separación. 

¿Cómo llegaron a ese punto? ¿Qué había dejado a la deriva para que aconteciera esa situación a tal grado?

El rubio le miró a los ojos por unos segundos,  que parecieron minutos.

Mal presentimiento.

Es lo que sintió en el momento en el que Nam desvió la mirada de la suya, jamás lo hizo, siempre le miró, aún en las situaciones más vergonzosas.

¿Qué le podía decir? ¿Cómo podía hacerle saber que no había un futuro para los dos,  cuándo ni el mismo lograba verse de la manera que ella le veía?

Pensó Nam Joon. Simplemente tenía que acabar con eso. Por su bien y el bien de ella.

— Ya no te amo, creí haberlo hecho, pero me equivoque.— Aseguró con convicción.

Ella buscó en su mirar algún indicio de duda, pero solo pudo ver una determinación inquebrantable que comenzaba a romper su corazón en miles de pedazos.

— Mientes. — Espetó,  buscando algún indicio de duda en su persona, algo que le ayudaría a aferrarse a él.

— Sabes que aborrezco las mentiras. Me conoces perfectamente.

— Precisamente por eso, sé que mientes. Algo dentro, me dice que sólo dices las palabras, pero no las crees.

— Definitivamente no sabes nada de mí. No siento nada por ti. Me sorprende que no te hayas dado cuenta todo este tiempo. — Expresó con dureza,  sin una pizca de delicadeza en sus palabras.

Holly debía darse cuenta que ambos no eran el uno para el otro. La razón de Nam Joon lo afirmaba como si fuera lo más viable. 

Alguien como ella no podía estar con alguien como él,  que no podía ofrecerle más que un corazón para amarla. Simplemente esas fantasías de amor no saldrían bien en la vida real, ¿el chico feo y la chica guapa? Eso jamás sucedería en la realidad, todo mundo lo sabe y él... simplemente decidió fingir que estaba bien, que podía con ello, cuando no era así.

— Nam Joon,  deja de mentir ¿si? — Pidió la castaña acercándose a él. Le tomo del rostro con ambas manos y le miro a los ojos. — ¿Por qué tus ojos me dicen algo contrario a tus palabras? ¿Por qué intentas alejarme cuando sientes lo contrario? — Cuestionó con ojos cristalinos por aquellas lágrimas que se mantenían reprimidas.