Capítulo 1

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Corría el otoño, lo común es imaginar un lindo paisaje de árboles con tonalidades naranjas, hojas secas cayendo o siendo llevadas por el aire, aplastadas por los pequeños que corren y juegan por el lugar, bien abrigados, con bufandas para no pescar un resfriado.

Pero esa no es la realidad de T/N, y la verdad no le importa mucho.

Está acostumbrada a su ciudad, los árboles han sido reemplazados por altos e imponentes edificios, las hojas por bolsas y papeles que a la gente se le escapa o, quién sabe, los tira a propósito. Los niños siempre tomados firmes de sus padres, o viendo por la ventana del vehículo que los transporta, jugando a intentar atrapar el viento con la imprudente manito que se escapa por aquel cristal.

T/N está en su escuela, es deprimente, cielo tan nublado que ya no es azul, sino gris, y no puede importarle menos. Ambos brazos afirmandose en la pared y borde del gran ventanal que da a la calle, por donde le gusta observar gente, es un buen pasatiempo, sus audífonos y mirada penetrante que logra poner nerviosos a los transeuntes que sin querer la notan.

Ella está, pero a la vez no está, sus ojos los siguen y le frustra a veces ver como botan basura, espantan a un perrito o se gritan porque sí.

A T/N no le suele importar la vida del resto, se preocupa de sí misma y su bienestar. Pero le incomóda cuando alguien que, a su criterio es indudablemente inocente, está siendo atacado. Como lo son niños y animalitos, son su talón de aquiles, aunque no se considera especial defensora que tomará acción para hacer algo.

Escucha el ruido del timbre atravesar sus audífonos, le molesta, cree que es exagerado, pero cumple su función de comunicarle con efectividad que debe volver a clases y que no tiene excusas.

Comienza a caminar, manos en los bolsillos de su pantalón, relajada y confiada en su paso con sus audífonos colgado de sus orejas, cualquiera que la ve puede pensar que se ve bastante guapa e interesante. Pero ya no puede evitarlo, desde pequeña que carga con el título de tonta, repelente, extraña, aislada, todos logran reconocerla por eso, y a T/N no le molesta, se acostumbró y le gusta su espacio. Intenta ser amable cuando le hablan, pero no está en ella fingir, no puede simular que le interesa lo que esa chica o chico le está diciendo, cuando capta perfectamente que está siendo duramente juzgada en el interior.

No es tonta.

Suspira, la ventana que le gusta queda prácticamente opuesta a su salón, pero no acelera su paso, no lo merece.

— T/N

Frenó su paso algo desconcertada, abrió sus ojos intentando procesar quien estaba al frente, esa melodiosa voz que atravesaba sus audífonos de forma mucho más agradable que el estúpido timbre.

— J-Jihyo...

La mujer sonrió dulcemente, como ella misma lo era, se acercó dejando ver como T/N de a poco ya la había alcanzado en estatura, poniendo nerviosa a la menor.

— Escuché por ahí que te irás — La menor asintió.

— Sí... este es mi último semestre acá, la segunda mitad del año la terminaré en la escuela de un pueblito, de donde viene mi madre

— ¿Estás feliz con eso?

— Sí

No, no está feliz, va a extrañar su ventana, la costumbre de saber quienes la rodean, los cuales en realidad nunca han representado un gran amenaza además de juzgarla. Extrañará a sus profesores, quienes la conocen, le tienen paciencia y se toman el tiempo de explicarle cuando no capta, extrañará a las señoras de la cocina que siempre le daban una manzana de más por la lástima que les provocaba verla sola.

— Hey, ¿Por qué no fuiste a verme después de clases el lunes y miércoles? — Jihyo puso sus manos en la cintura — Me quedé esperando — Suavizó sus ojos — ¿Estás molesta?

T/N de inmediato bajó la mirada nerviosa, esquivandola, recordando lo que vio el pasado viernes.

Extrañaría a Jihyo, más que a nadie, por su estúpido crush en su psicóloga de 34 años, pero no puede hacer mucho más. Le dolió tanto y le asustó tanto que quiere irse, huir, T/N odia sentir, no le gusta que el resto interfiera en ella, es tan egocéntrica que no puede tolerar que alguien sin querer le haga daño, prefiere evitar, evadir, escapar. Por eso no se mete en problemas, por eso no defenderá a quien es herido, por eso mantiene sus pensamientos dentro, para no desatar algo desagradable.

— No, para nada, sólo son cosas de la mudanza...

Jihyo sabe que la menor le miente, la conoce bastante para asegurarlo, pero no la presionará porque sabe que no funciona así, debe tener paciencia.

— ¿Vendrás hoy? Ya es viernes, último día, no habrá mejor opción para despedirse

— Claro, lo intentaré... — Se escuchaba tan desanimada que a Jihyo le partía el alma — Oye... la semana pasada... volví por algo que ya no recuerdo

Falso, volvió porque quería darle a Jihyo un café, la había notado cansada ese día.

— ¿Y...? ¿Qué pasó? — La mayor prestaba oído, ahora podría deducir que pasa.

— T-Te ví con un hombre... Él es...— Pasó saliva — ¿Tu novio?

— Oh — Jihyo rió — Me viste con Daniel, sí, me quiso venir a buscar al trabajo, es mi esposo

¡Crack! ¡Plum! ¡Splash!

El corazón de T/N.

— Oh, ya veo — Sonrió falsa y la mayor lo sabe — Ya es tarde, me dejarán fuera, adiós

T/N pasó por su lado y caminó rápido alejandose, evitando, huyendo, aprovechando el hecho de que nunca nadie la detiene.

— ¡Pasa a verme! ¡Te estaré esperando!

Exclama Jihyo preocupada, bastante, quiere aconsejarla sobre este gran cambio y no dejar que la menor se vaya con el corazón roto, lo notó.

— ¡Aún me quedan maletas! ¡Pero lo inentaré! ¡Lo prometo!

Vocifera de vuelta T/N, ni ella se cree sus palabras, pero está acostumbrada a ese tipo de promesas falsas, accede fácilmente porque sabe que puede hacerlo, mas no quiere. Desaparece veloz detrás de un pasillo y corre a su salón al fin.

Vale la pena correr esta vez.

La dejaron entrar y suspira audible en su pupitre, descansando sobre sus brazos que sirven de almohada, de repente no es tan mala idea olvidarse de ese lugar.

































































N/A: Y como en cada fic que hago de este estilo, aquí unas cositas a tener en cuenta:

La historia está hecha para que tú, como lector, imagines y contextualices ciertas cosas. Me refiero a que de vez en cuando yo puedo decir cositas como "Tiene pantalón" o algo así, pero finalmente tú puedes imaginarte a los personajes como quieras uwu al igual que cosas como el país, mes o año. Yo suelo dar el margen de cuanto tiempo ha pasado entre una cosa y otra, días de la semana y así, pero tú lo ubicas cuando quieras en el calendario. Al igual que el país, si quieres lo imagenas en Corea, China, España, Rusia, EE.UU, Chile, Argentina, etc, etc... No voy a dar referencias dirigidas a un solo país, sólo describir espacios, es más, puedes incluso pensar que es un mundo aparte.

Como sea, esto lo explico y lo hago con la intención de que sientan más propia la historia y la disfruten uwu eso, xao

You Fool (SinB y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora