‼️; Empujar; Jalonear

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¡No puedes hacer eso! —gritó Misaki mientras se encontraban en su habitación, había comenzado como una petición por parte de ella pidiéndole que la dejara salir sola a otro lugar que no fuera la tiendita de la señora Akira en la esquina.— ¡Soy una persona y como lo que soy debo salir!

— ¡Antes no te quejabas por eso! —bramó— ¡¿Por qué ahora sí?!

— ¡Porque no me daba cuenta que esto era tóxico! —chilló azotando su pie en el piso, la cara de ambos estaba roja por la ira y sus con sus miradas parecía que se matarían en cualquier segundo.— Sólo déjame salir...

— ¿Piensas que es tóxico? —se acercó a ella acorralándola contra la pared.— ¿Piensas que soy tóxico en tu vida? —sus labios se acercaron a ella rozándolos, la sintió soltar todo el aire de sus pulmones antes de abrir la boca y contestar:

Sí, esto dejó de ser una relación la primera vez que terminamos. Pensé que podría ayudarte, que podría hacer algo contigo, ¡pensé que cambiarías por mi! —gritó, la mano del azabache que se encontraba en la pared, inconscientemente comenzó a ponerse en llamas azules.— Quiero irme de aquí. —sentenció.

Dabi suspiró alejándose de ella, dejando una marca negra en la pared —en la cual se podía ver también un poco de ladrillo—

El silencio se hizo presente.

El ruido de los niños jugando afuera se hacía medianamente audible.

El canto de los pájaros le dió a Kan tranquilidad.

No...

— ¿Disculpa? —preguntó un tanto atónita.

Que no —una sonrisa maliciosa decoró su cara— Te necesito, me necesitas —una risa un tanto maniática salió de él.

Dabi sólo quiero salir sola, no es necesario que te pongas tan...

— ¿Tan qué? —se acercó a ella quien comenzó a caminar hacia atrás saliendo de la habitación— ¿Tan posesivo? —Misaki paró cuando sintió que no era seguro seguir caminando de espaldas ya que había llegado al borde de la escalera. Dabi volvió a reír.— ¡Ya sé! Tan malo, ¿no?

— Dab-... —sus palabras quedaron atascadas cuando sintió las manos de él en su cintura y sus labios contra su oído.

Oh cariño, creo que olvidaste la parte en la que soy un villano. —Él la empujó provocando que perdiera el equilibrio.

Sintió como su cuerpo caía, sintió los golpes en todos lados.

Negro fue lo último que recordó ver.

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Una vez dibujé a Misaki en un cuaderno, ¿quieren verla o prefieren seguir imaginándosela a su manera?

Violentometro ✨Dabi✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora