ᒍᑌᔕT ᗰY ᗰIᑎᗪ

3. Sufre

[Advertencia: tortura y sangre]

Se había puesto a trabajar escuchando su música.

¿Hace cuánto que no disfrutaba tanto la soledad?

No lograba recordar.

En todo ese tiempo, la Muerte estaba presente. Observándolo, abrazándolo o llamando su atención de alguna manera "discreta".

-¿Qué haces? -preguntó en una ocasión abrazándolo por la espalda, rodeando su cintura suavemente.

-Una Legión de robots.

-¿Ultrón?

-Mejor aún quizás...

-Wow, eso me gusta -apoyó la mejilla en la espalda del hombre, profundizando el agarre del abrazo-. ¿Qué exactamente?

Tony detuvo sus manos frente al holograma, intentando encontrar las palabras que describan mejor el cómo se sentía en aquel momento.

-Sin importar lo que haga... La gente me encontrará como un villano, ¿no es así?

-Mh, depende de cómo lo mires y dónde lo mires... Pero en la original realidad... Pues sí, sí y bastante -la mujer reapareció sentada en la mesa del escritorio cercano, sus piernas bien cruzadas con ya su típica coquetería hacia el Stark. El hombre agachó la mirada y observó el suelo. Luego se tocó el reactor-. ¿Qué insinuas, cariño?

-Supongo... Que deberé darle lo que quieren, ¿no es así? -sonrió hacia ella. No era una sonrisa forzada, no... Era una sonrisa genuina, de las que únicamente aparecía en su época como Ironman y no como Vengador.

La Muerte sonrió satisfecha.

-¿Tienes algún plan?

-Me alegra que preguntes, linda -empezó a mover más rápido los hologramas con sus manos, una alegría se había apoderado de él de pronto-. Así en vistas en general, hay varios pasos. Pero si mis cálculos no me fallan... -

-Y nunca lo hacen -le guiñó el ojo la mujer y él sonrió hacia ella.

-La opinión popular se dividirá en dos. Una que me verá como villano y otra como un antihéroe. Y luego todos me amarán, y luego odiarán.

-Me gustan los antihéroes -exclamó la Muerte apareciendo a su izquierda y abrazando su brazo.

-Paso 1: Crear legión de androides.

-Okey, ¿y el resto de pasos?

-Sobre la marcha, sobre la marcha.

-¡Oye! Yo soy la misteriosa aquí -exclamó la Muerte ahogando una sonrisa e imitando un puchero.

-Nope, me reviviste, ahora te aguantas.

-¿Para qué los usarás?

Tony empezó a buscar en el holograma, hasta que la imagen del hombre se mostró en ella.

-Primer traidor, primero en caer...

-¿Primero en morir? -Tony levantó los hombros, con una pequeña sonrisa y sus ojos clavados en la imagen-. Eso me gusta.

-·•·-

Obadiah estaba en su camino a investigar qué carajo había pasado en Afganistán. Conducía su auto hacia el aeropuerto de sus propios aviones privados.

Recibió una llamada, y maldijo que justo fuera quien quería muerto.

-Hey, Tony, ¿ya te dignaste a hablarme? -fingió un tono simpático.