||•Capítulo 7•||

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Su vientre la hacia un poco mas difícil el poder hacer su rutina diaria, incluso ahora que subía las escaleras con la bandeja del café y el cupcake le costaba balancearse. Como pudo toco la puerta del cuarto ajeno y dejó la charola en el suelo al no obtener respuesta.

—Te traje algo caliente...debes beberlo antes de que se enfríe...—y fue a su habitación, ya era muy noche así que se coloco la pijama y entró en su edredón, en segundos se quedó totalmente perdido en un mar de sueños variados.

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Un dolor punzante en la parte baja de su cuerpo lo obligó a abrir los ojos, se exaltó demasiado al ver a Yesung intentando penetrarlo. Quería quitarse pero no logró.

—Sueltame...—jadeó de dolor puro al tenerlo dentro, apenas había notado que sus manos estaban atadas a los barrotes de su cama.

—Tranquilo... Está vez no seré duro...—lo tomó por las caderas y comenzó a embestirlo, adoraba el interior del menor, era increíble la manera en la que lo envolvía.

—Duele...—susurró cerrando fuertemente los ojos, no era como las otras veces, esta vez no había violencia sin embargo el dolor estaba ahí, era un ardor horrible, sintió desesperación por no poder apartarse así que empezó a llorar.

—Casi acabamos nene...no llores—Yesung le secó las lágrimas para así comenzar a moverse con rapidez y algo de fuerza, Wook lloró más pues la sensación era muy dolorosa—Carajo...—gruñó cuando se corrió en su interior, salió con cuidado y con algunas toallitas lo limpió bien, después lo volvió a recostar—no llores...

—En serio duele mucho...—se quejaba mientras le desataba las manos.

—Y yo en serio lo necesitaba... Tranquilo —le acarició el vientre un par de veces y lo cubrió con el edredón —descansa...

—Espera...—Wook le tomó la mano y cayó un momento sus sollozos para hablar—tu...¿Nos quieres?—estaba temblando pues no sabía en que se había metido tras lo que había dicho.

Por primera vez Yesung se quedó helado ante el menor, no sabía que era lo que le producía.

—Ryeowook...—de pronto se tornó serio el ambiente—eres mi juguete...se supone que debo tratarte como uno pero tengo una sensación extraña que me obliga a protegerte cuando te encuentras en problemas...y con la niña...pasé mis días de familia en familia y en los orfanatos...no quisiera que ella experimentara lo que yo...pasé hambres y no quiero que ella sepa que es eso.

—Eso no responde mi pregunta...—susurró lentamente, como teniendo miedo de hablar.

—No lo sé... No puedo darte una respuesta porque no sé que es lo que siento por ustedes...tal vez muy en el fondo les tomé afecto...—se soltó del agarre y salió de la habitación.

—En el fondo...¿Siente afecto?—los ojos del castaño se llenaron de lágrimas nuevamente, ¿De que clase de afecto hablaba?—No debería llorar...ni siquiera sé porque lo hago...—acarició su vientre y lo miró —¿Tu sabes porque me siento así?...—hizo una mueca y negó —no...tu que vas a saber eres demasiado inocente...permanece así siempre.

Sin dudas que no se entendía... De momento era una persona diferente,  esperaba con ansias que Yesung cambiara y llegara un día a abrazarlo y besarlo. Y después se reprochaba por ser tan idiota y tener sueños imposibles, quizá sólo era el embarazo y sus cambios hormonales. Sin embargo el sentía algo más, sólo había una explicación para todo eso. No era algo fácil de aceptar, era algo que ni el podía creer y era el simple hecho de que se estaba enamorando de ese bastardo.

Había oído sobre eso en la televisión y había leído un poco en revistas, le llamaban: "Síndrome de Estocolmo", era muy común en los secuestros, más común de lo que se pensaba, ¿El tendría ese síndrome?, sentía un profundo dolor cuando el mayor lo lastimaba pero cuando era lindo con él algo se disparaba en su corazón, incluso cuando lo llevaba consigo de compras, fantaseaba con que eran una linda familia esperando orgullosa la venida de un bebé.

—Joven...Buenos días—el ama de llaves había entrado a la habitación, llevando en la mano una bolsa con el logotipo de una marca especializada en ropa de maternidad—el Señor Kim me ha dicho que le entregara esto, quiero que lo use. Lo espera a las 9:00 para desayunar—dejó la bolsa en el sofá individual a un lado de la puerta y salió.

—¿Las 9:00?—revisó el reloj en el buró de su derecha y soltó un suspiro, ya eran las 8:00. Salió de la cama y tomó la bolsa para irse así al baño.

No tardó mucho en salir, se envolvió en una bata y revisó la bolsa, dentro había un suéter gris con algunos toques rosados, un par de calcetines blancos, un par de pantalones de maternidad algo holgados y también de color blanco, ropa interior de maternidad que tenía una especie de faja extraña, y un par de tenis color crema.

Se colocó la ropa interior que para su sorpresa realmente era cómoda, le ayudaba bastante a cargar con el peso extra, se colocó la demás ropa después y se miró al espejo unos segundos, se veía lindo y nuevamente fantaseaba con tener una hermosa y unida familia.
Secó su cabello y lo peinó, sacó de uno de los cajones de el mueble del lavabo una pequeña bolsa con maquillaje, no quería verse muy demacrado así que se colocó algo que lo hiciera ver natural y fresco.

Revisó la hora, eran cuarto para las nueve así que salió de la habitación bajando con cuidado las escaleras, si que la ropa interior con la faja extraña le hacia un favor.

El mayor leía el periódico en el comedor, parecía muy atento a la sección de finanzas, Wook carraspeo la garganta, haciendo notar que estaba ahí. Los ojos ajenos se encontraron con los suyos rápidamente.

—Estás...lindo...—susurró Yesung tragando saliva duramente, el menor se veía hermoso con esa ropa y ese maquillaje. Incluso con el pequeño sonrojo que la bienvenida le había producido.

El desayuno estuvo en la mesa y ambos procedieron a tomarlo.

—Wookie...quiero que intentemos ser una familia—soltó Yesung haciendo que el tocino casi se le atorara al menor.

—F...¿familia?—preguntó después de toser un poco.

—Trataré de mantener mi violencia a raya y a poner mas cuidado en ti...tengamos citas como los chicos de tu edad, vallamos a comer, de compras no lo sé... Hagamos cosas que a ti te gusten. Después de todo tendremos una hija y nos casaremos, de menos deberíamos intentar ser felices ¿no?

—Eso...eso creo...está bien...—esbozó una pequeña sonrisa, escondiendo lo feliz que se encontraba por dentro, lo intentaría y daría lo mejor para que funcionara.

—Bien...después de desayunar lava tus dientes y prepara un abrigo...te llevaré a dar un paseo por el río Han...

De alguna manera el mayor había dado en la conclusión de que lo quería... Los quería a ambos.

•STARLESS• (Sin Estrellas) ✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞EDITANDO⁝⁞⁝⁝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora