La Hermana de Carlos

Peligro.

Evie, Uma, Harry, Harriet y CJ estaban planeando todo lo necesario para ir a rescatar a Mal, mientras tanto, Uma le había mandado un mensaje a Gil para que ayudara. Entre más fueran a la Isla, mejor.

- Nos encontramos a Jay cuando llegamos, él ya está en la Isla. – informó CJ.

- ¿Pero qué pasa? ¿Qué hay en los terrenos de Madame Mim? – interrogó Ben.

- Son los más peligrosos de toda la Isla. – informó Uma.

- Iré a cambiarme, no puedo ir así a la Isla. Nos vemos en el puente. – dijo Evie antes de retirarse.

- Ben, tú te quedas. – declaró Uma.

- ¿Qué? ¿Por qué? – manifestó el hijo de Bella y la Bestia.

- Nosotros nos vamos a adelantar, ya saben el camino. – habló Harry, dirigiéndose a la Isla junto a sus hermanas.

- Te necesitamos aquí Ben, si se pone complicado solamente tú puedes mandar refuerzos. Quédate. – impuso la pirata.

- Entiendo. – mencionó Ben sin estar convencido del todo.

Uma fue en busca de Gil y Celia dejando al rey solo. Benjamin sabía que era más útil en el reino que en la Isla pues él no conocía ese lugar en su totalidad, no obstante, si le llegara a pasar algo al amor de su vida a causa de que él no estaba presente, nunca se lo perdonaría.

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Evie, Gil, Uma y Celia se encontraban nuevamente en la Isla. Querían visitar a su familia, su territorio, sus amigos que aún allí estaban, pero sabían que no se hallaban ahí para eso, debían salvar a Mal antes de cualquier otra cosa.

- Gil, anda a ayudar a Harry y Jay, después vamos nosotras. – ordenó Uma.

- Okay. – dijo Gil para después irse.

- ¿Por qué lo mandaste solo? ¡Debemos ir todos! ¡Entre más, mejor! – afirmó Evie a la vez que comenzaba a seguir a Gil.

- Evie. – espetó Uma tomando del brazo a la diseñadora–. Tú lo has dicho, entre más mejor. Debemos ir a buscar a Hades, él nos será de mucha ayuda.

- Si eso vamos a hacer, síganme. – exclamó Celia.

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Mal salió de la que ahora era su casa envuelta en su mundo, en sus pensamientos, simplemente se había dejado llevar por sus pasos. Cuando se dio cuenta de dónde estaba ya era tarde. Ocho sujetos se encontraban persiguiendo a Lady Mal.

Al percatarse de esto, la reina apresuró su caminar de regreso a casa, pero por cada camino que tomaba aparecían los tipos, en su desesperación intentó subir a los techos, sabiendo que no era recomendable para su estado, mas no tuvo éxito. Uno de los hombres había agarrado sus pies antes de que lograra subir.

La reina se sentía tal como dijo en la canción Night Falls, one to fifty, la diferencia es que ahora se encontraba sola, ninguno de sus amigos estaba con ella para ayudarla.

La hija de Maléfica se estaba dando por vencida cuando Jay apareció, luego Harry y por último Gil; pero ahora, Mal no se oponía a nada, ya no tenía fuerzas para luchar.

Igna lloraba desconsoladamente, todo lo vivido la había más que agotado emocionalmente. Los villanos que la acorralaron le habían robado todo el dinero, el teléfono y lo más importante, el anillo de matrimonio, además de estarla acosando sexualmente. Cada uno de sus amigos estaba luchando contra dos de ellos, pero al ser ocho, aún habían dos molestando a la monarca.