––No creo que esto sea buena idea, señorita Aome––
El monje Miroku dijo a la sacerdotiza mientras la miraba colocar un pergamino sobre la puerta de la habitación en la que InuYasha se hallaba.
––Lo sé muy bien monje Miroku, pero InuYasha estará bien sí no se le permite salir. Así no se comportará de esa forma tan indebida ni con usted ni con nadie más.––
La chica aseguró la puerta ante la mirada en desacuerdo del joven monje.
––Estará bien su excelencia, es por su bien––
La miko se volteó para verlo mientras limpiaba sus manos en su falda.
––todavía tengo que cerrar la ventana y colocar un par de pergaminos para que no se acerquen muchas criaturas. Con su permiso––––Adelante––
Dijo en resignación Miroku, para después ver como la fémina tomaba camino por el pasillo.InuYasha sería totalmente puesto en aislamiento.
Según había dicho Aome al grupo, el hanyou tenía prohibido salir de aquella habitación durante el tiempo que durará su celo, basado en la información ofrecida por Sango sobre el celo en criaturas demoniacas y monstruos: InuYasha probablemente dentro de poco estaría buscando la forma de deshacerse de una vez por toda de sus síntomas y conseguir una pareja de apareamiento de una u otra forma y a como se había visto aquella tarde con el incidente con el monje Miroku ese punto de la condición del medio demonio estaba llegando y ha cómo ha dicho la exterminadora es la parte mas problemática del período de celo, ya que ahí es donde aquellos atraídos por la el aroma de la hembra discuten por la oportunidad de procear.––¡Koga espera! ––
Ginta gritó con todas sus fuerzas para lograr ser escuchado por el mismísimo lobo líder, el cual solamente siguió su camino ignorando aquel llamado de espera de uno de sus seguidores, el veloz remolino que se formaba al correr iba en busca de el lugar donde se hallase el dueño del aroma que llevaba siguiendo desde ya hace un rato.
Sabía perfectamente a quien le correspondía ese agradable y intenso aroma, desde que se había cruzado con la detestable bestia y después haber sacado a la luz su patética y vergonzosa situación frente a sus amigos se había mantenido inquieto y algo ancioso, suponiendo el lobo que era porque se trataba de la epoca de apareamiento. Pues, sí. Hasta el gran Koga líder del clan de lobos entra en la lista de perseguidores en busca de una hembra que les haga sacear sus sedientos deseos de sexo y la ilusión de tener un honorable descendiente.
Koga estaba seguro de que su inquietud y constante pensamiento era causado por el simple hecho de que la época de celo no solo perjudica en varias formas a las hembras, sino a los machos perseguidores.
InuYasha se encontraba nuevamente en aquél rincón de la habitación encerrado completamente, gracias a Aome. Su condición había empeorado después del rose con Miroku, al seguir con sus desagradables síntomas y pasar el resto del día sin ningún tipo de supresor estos habían incrementado haciendo a InuYasha sentirse mucho peor.Al caer la noche el hanyou había dejado la esquina de la habitación para animarse a beber un poco de agua y mojar también su rostro para hacer que la fiebre bajase, Aome se encargó de llevarle alimento y un poco más de agua.
La casa se hallaba en silencio, eran altas horas de la noche cuando Miroku y Sango acompañados de la pequeña Kirara salieron hacia una aldea cercana al ser encontrados y avisados por un habitante de la misma que tenían un problema con locos y peligrosos monstruos que en busca de un no sé qué estaban destruyendo hogares, cultivos y templos con tal de encontrarlo.
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《En Celo》[KogInu|Yaoi]
FanfictionLa época de reproducción de monstruos y demonios llegó, y con ello la época de celo en las distintas especies sobrenaturales de la antigua Japón. InuYasha y su grupo se hallaban aún en busca de Naraku y de los fragmentos de la poderosa Perla de Shi...