Tras la conversación nocturna con Sango, Inuyasha no concilio el sueño. Después de todo ¿Quien dormiría sabiendo que alguien conoce a detalles uno de tus secretos?
Inuyasha se mantenía en continúa observación al techo de la habitación donde descansaba, la incomodidad de
sentir un creciente dolor de cabeza y pequeños mareos, pero, para el hanyou, molestos era muy notable en su rostro algo frustrado y doliente.
Los rayos del sol que cruzaban a través de las ralas cortinas de la habitación se posaban sobre su recostado cuerpo, su estomago se revolvió, y las nauseas le inundaron esta vez aún más intensas que la mañana anterior en aquellos cultivos. Tomó asiento de golpe con el apoyo de colmillo de acero, hecho esto vomitó seguido de
arcadas y jadeos. Quiénes se hallaban descansando al lado de la habitación del medio demonio con rapidez acudieron en preocupación.-Ha pasado de nuevo-
Informó con pena en su voz Kaede mientras miraba a Inuyasha sentado a duras penas junto a la puerta del
hogar, a su lado pasaba Sango con una cubeta con agua y unos paños dispuesta a limpiar el piso de la
habitación donde Inuyasha había vomitado.
-Esto ya es demasiado-
Musitó irritado Inuyasha por mirar y permitir que su compañera tomara su lugar para asear lo que él mismo había ensuciado, suspiro pesado y luego miró a Kaede que le ofrecía un poco de té tibio; que claro aceptó.
-Se ve que tu estado empeora-
Hablo Miroku tomando el recipiente con té también ofrecido por Kaede.
-Y aún así no sabemos como ayudarte-InuYasha miró al monje tomar una pose pensativa y luego bajó la mirada.
-Pero tranquilo, InuYasha.
Haremos lo posible para ayudar a que mejores-
Miroku sonrió para dar ánimos y seguridad a su amigo, el cual asintió con seriedad para luego beber de su té.-He terminado-
Avisó Sango mientras dejaba la cubeta de castaña madera sobre el porche de la casa de la anciana sacerdotisa de la aldea, encontrándose con el peli plata pensativo sentado en el mismo porche.
-¿Te sientes bien?-
Interrogó la exterminadora mientras secaba sus manos con un paño blanquecino. InuYasha le miró con cansancio, asintió seguido de un pequeño bostezo. Sango tomo asiento junto a él.
-¿Sabes? Comienzo a pensar que realmente estoy en lo cierto con respecto a tu enfermedad-
Sango habló y Inuyasha palideció.
-No seas tonta, ¿Cómo sería eso posible?-
El mismo se cruzó de brazos mientras desviaba su temerosa mirada.
-Insisto, ¿no crees que en verdad estoy en lo cierto, Inuyasha?-
Sango lo miró negar con la cabeza varias veces.
-Para mi es probable qu--iTsk! ¡Ya cállate!-
Sango fue interrumpida por un chasquido de lengua y un grito que ordenaba silencio con notoria molestia.
-Mi padre y muchas experiencias me han enseñado que los demonios están llenos de cosas muy sorprendentes, repito, muy sorprendentes. Y algo me dice que tu eres uno de esos demonios, bueno, medio demonio con grandes sorpresas. Ya sabes-
Sin tomar importancia a la petición de silencio nada amable de Inuyasha, Sango continuó con serenidad su hablar.
-Tranquilo ¿Si?-
Sango dijo al notar el enojo pero sobre todo temor en la mirada del fruncido rostro del hanyou.
-No tienes porqué reaccionar de esa forma, todo estará bien, ya lo verás-Inuyasha chasqueo la lengua nuevamente y continuó a darse una oportunidad a hablar:
-Pero. . .-
Sin embargo, fue interrumpido.
-Pero, ellos entenderán, lo harán Inuyasha-
Sango escuchó suspirar con pesadez al mencionado.
-No temas--No tengo miedo, no digas tonterías-
Quejó el pelo plateado para después dar un bufido, no quería verse débil ante tal situación y mucho menos frente a una de sus compañeros de exterminio y recolección de fragmentos.
-Como digas-
Término por decir Sango tras una baja risa al ver el intento de Inuyasha al no querer aceptar su notorio miedo.
Si Sango dice que todo estará bien, es por que así será; o eso es lo que su firme y segura forma de decirlo hace pensar. . .
Todo irá bien ¿No?
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《En Celo》[KogInu|Yaoi]
FanficLa época de reproducción de monstruos y demonios llegó, y con ello la época de celo en las distintas especies sobrenaturales de la antigua Japón. InuYasha y su grupo se hallaban aún en busca de Naraku y de los fragmentos de la poderosa Perla de Shi...