Enfermo

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Habían pasado alrededor de cinco días desde que Aome había decidido irse, Inuyasha a pesar de estar siendo presionado por el resto del grupo para ir por ella, se negaba por el simple hecho de que no sabia como presentarse en la casa de la chica tras saber sobre sus acciones con Koga.
¿Qué tal si Aome se lo comentó a su familia? Si fuera así, ¿Que le dirían?¿Qué harían? Eso le preocupaba.

Kaede era acompañada por monje y Hanyou a través de los senderos de los cultivos de la aldea, la mujer los había invitado a simplemente a dar un paseo junto a ella por la mañana.
Eran saludados por los niños que corrían tras la cerca alrededor de la zona de los cultivos del pueblo, donde Kaede y los dos muchachos paseaban.
El monje era quién tomaba la delantera y dichoso respondía a los saludos y risas de los infantes. En cambio Inuyasha se mantenía a unos pasos atrás de la anciana sacerdotisa, la cual seguía de cerca al monje y de igual manera respondía a los alegres saludos de los niños.

-¡Anciana Kaede!-
Fue nombrada con dulzura por uno de los menores que cruzó la cerca yendo hacía ella. El trío de caminantes volteo para mirar al pequeño, también deteniendo su andar.
-¿Puedo acompañarlos?-
Interrogó y sonrió con ternura el niño, Inuyasha lo miro con profunda atención. La anciana asintió y continuó su lento caminar. Continuarón paseándose por los cultivos, Kaede, Miroku y el pequeño niño charlaban entre risas. El cachorro plateado se hallaba distante, su caminar era lento y un poco torpe ya que comenzó a sentirse mareado. . .
-¡InuYasha!-
El monje gritó su nombre con preocupación mientras corría hacia él. De un
momento a otro InuYasha sintió como la fuerza de su cuerpo era escasa, sus piernas flaquearon y se sintió caer.
- ¡InuYasha!-
Nuevamente su nombre fue exclamado esta vez con más cercanía.
Sus ojos miel buscaron el rostro de su amigo monje. Miroku lo sostenía, sintió el agarre del mencionado y el mareo continuó hasta hacerlo sentir que su desayuno sería expulsado por sus temblorosos labios. Se formo un nudo en su garganta y su estómago se revolvió, sin intentar contenerse este vomitó ante la mirada preocupada y un tanto asqueada del monje. Sus ropas ahora se hallaban sucias, el hanyou había arrojado su desayuno sobre Miroku.

La curiosidad de los infantes fuera de la casa de Kaede era notable. El grupito de niños murmuraban y luchaban por tratar de descubrir que ocurría dentro ya que habían visto como Miroku ayudaba a Inuyasha a caminar de regreso a casa. Kaede examinaba a cierto hanyou enfermo mientras la mirada de el monje y la exterminadora se hallaba sobre ella.
InuYasha se mantenía incómodo y quieto al sentir las manos de la anciana sobre su frente, se mostró obediente al escuchar a la mujer mayor pedirle que abriese su boca, hecho eso examinó lo mencionado.
-No sé. . .-
Comenzó Kaede con seriedad.
-Exactamente que es lo que tienes-
Miró a InuYasha.
-pero, hay algo que no puedo pasar de largo. Tus síntomas no me son muy
comunes para ser una enfermedad, vomito y mareos aparte del dolor de cabeza, ¿De qué se tratará?-
Interrogó mientras alzaba una ceja Kaede sin retirar su mirada de Inuyasha, mirandole ahora con cierta sospecha.
-¿Yo qué sé?-
Respondió de esta forma Inuyasha mientras se cruzaba de brazos.
Sango suspiro bajamente cansada en continúa observación y pensamiento con relación a los síntomas de su hanyou amigo.
¿Podría ser que Inuyasha esté?. . .

Inuyasha concentraba su mirada en las abundantes estrellas en el azabache cielo, evitando sin éxito la mirada seria de Sango en su persona.
-¿Y bien? ¿Qué es lo que querías decirme?-
Inuyasha interrogó fingiendo tranquilidad al estar apoyado en la misma cerca alrededor de los cultivos, Sango le había citado ahí.
Sango hizo un gesto de gracia al ver como el medio demonio era malo al fingir estar tranquilo ante su penetrante mirada, esta había sonreído con pequeñez.
-Tenemos mucho de que hablar-
Miró a Inuyasha dar un bostezo, y en especial de Aome-
InuYasha desvío la mirada de las estrellas y miro a Sango con rapidez.
- de Koga también-
el rostro tranquilo de Inuyasha se volvió notoriamente sorprendido y
nervioso. La exterminadora lo miró con notoria seriedad, el medio demonio trago saliva.
Nuevamente Sango sabía lo que no debía.

《En Celo》[KogInu|Yaoi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora