Tal como lo dijeron, los entrenadores no estuvieron por toda la mañana. La reunión a la que los convocaron los mantuvo ocupados hasta quince minutos antes de las cinco.
Mis amigos y yo estuvimos nerviosos toda la mañana. Entrenamos poco y hablamos menos. No teníamos muchos ánimos. Se avecinaba la prueba decisiva, la que diría quién ganaría y quiénes serían los otros nueve en irse.
En morir.
Estábamos ya todos colocados en el área de nuestro equipo con el chaleco puesto cuando llegaron Proteo y Kano, con ellos venían todos nuestros entrenadores.
— Buenas tardes, muchachos —saludó Proteo—. Es la primera vez que los veo este día.
Astón llevaba unas cosas en sus brazos. Pude ver que eran pequeños y rectangulares. Como los celulares que nos había mostrado Kano en nuestro primer encuentro, pero estos eran transparentes.
— La prueba de esta semana será difícil —comenzó Kano— por lo que estará dividida en dos partes. Número uno: ENCUENTRO. Sabemos que ninguno querrá hacer esto solo, así que la parte uno: ENCUENTRO, será, como lo dice su nombre, encontrar a su equipo. Probablemente tengan otras alianzas, así que también deberán encontrarlas.
— Numero dos —siguió Proteo— BÚSQUEDA. Una vez que hayan encontrado a sus compañeros, y sólo hasta ese momento, podrán comenzar la búsqueda del botón que finalizará la prueba.
Kano asintió a Astón, y el anciano presionó unos botones en la pared.
Frente a nosotros apareció una enorme pared metálica con una línea en medio. Era una entrada. ¿Entrada a qué?
— La Prueba Máxima consiste en un laberinto —dijo Kano.
— Este laberinto es lo suficientemente grande como para perderse por completo en él. Mide más de un kilómetro por lado y tiene tantos lugares con los que es fácil perderse que no pude contarlos cuando lo diseñamos.
— Dentro del laberinto —interrumpió Kano— hay más pruebas, desde pruebas físicas hasta de viaje astral. Se encontrarán con Engendros Azules, Vídex y otras criaturas. También hay pruebas de supervivencia, ya que deberán encontrar su comida y su refugio. Habrá diez campos de drumas diferentes y agua; y diez lugares donde se puede dormir, su trabajo será encontrarlos y usarlos sabiamente.
— Déselos, Astón —dijo Proteo— Por favor.
Astón comenzó a ir a través de los cuatro equipos que quedábamos entregándonos a cada uno una de esas cosas.
— Estas —comenzó Proteo cuando me dieron el mío— se llaman menos. Son aparatos que sirven para distintas cosas; pero hoy, sólo les daremos el uso de proyectores. No serán como las cajas de recuerdos, ya que estas son distintas: Las menos transmitirán en directo las posiciones en la tabla. Si uno de ustedes merece un punto extra, éste punto será subido inmediatamente y será mostrado en todas las menos. También transmitirá la posición de cada uno, no el laberinto como tal, pero sí su ubicación, ustedes se encargaran de encontrarse. Y tiene linterna.
— Al ser más días —continuó Kano— los contadores de sus chalecos serán subidos a veinte. Tendrán el doble, y deberán sobrevivir por cinco días o hasta que la prueba termine, lo que pase primero.
— La prueba terminará cuando uno de ustedes presioné el botón. Y al contrario de las otras pruebas, se les dará diez puntos al equipo ganador. Aunque la puntuación final será la decisiva.
— No importa si están en segundo o último lugar, el único puntaje que deben tener es el mayor, el primer lugar.
— El botón que finaliza la Prueba Máxima se encuentra en el centro del laberinto.
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Los Combates de Astéri [La Trilogía de las Estrellas 1]
Ficção CientíficaEn el lejano planeta Álligi, existe un torneo llamado los Combates de Astéri, que, a manera de incógnito, recluta a un grupo de jóvenes para hacerlos competir entre ellos. El premio para el ganador, será viajar al planeta Tierra para explorarlo. Fic...