- ¡¿Enserio tengo que contarles mi historia?! -Exclamó la joven sram, indignada de lo que debe de hacer.
- Si Wata, es por el bien que te conozcan... aun que te odien por cómo eres -Contesté con algo de seriedad.
Lo único que le quedaba por hacer a Watade, era seguir mis indicaciones siendo el contar de su pasado y sus razones.
-*Suspiro de queja* Esta bien... -Dijo molesta.
Hola.... Si soy yo, la que todos odian por cómo es y que les vale un pimiento escuchar de mí y mi pasado, pero tengo que decirles a fuerzas mi historia porque mi creador me lo pide, además puede que les interese saberlo, un ejemplo seria el cómo es que llegue a ser como soy, mi unión con Mat y Zelos, al igual que el odio que le tengo al equipo de Los Luminadores.
Mi nombre es Watade como ya sabrán; yo pertenezco a la capital de brakmar en la nación de Brakmar, nacida sin padres con quien vivir. Tuve que vivir yo sola toda mi vida, bueno... casi. Solía vivir en una casa abandonada, con algunas cosas recolectadas por mí, y a lo que me refiero recolectadas es a robadas la mayoría de estas, otras me las regalaron por gente "Considerada".
Un día conocí a alguien peculiar en la calle, en ese entonces yo tenía como unos doce años. Una persona encapuchada que se acercaba poco a poco a mí, que decía varias veces mi nombre, hasta que al estar cerca de mí se desencapuchó, y lo único que pude ver cuando lo hizo es una luz muy brillante en mis ojos. Tras eso, me encontré en un área completamente blanca, solo podía ver el mismo color de la habitación sin nada más a lo lejos, hasta que una voz suave y tranquila empezó a escucharse a los alrededores, no sabía con certeza quien era ya que solo se escuchaba esa voz.
La voz me había dicho que debía salvar a todos de lo que sería el caos de Ogrest, también encontrar a los compañeros ideales para mi objetivo. También que debía encontrar a un familiar que se encuentra en la ciudad de Astrub, donde posiblemente los dos tengamos el poder para vencer a Ogrest. Y lo último que me comentó es algo que me quedo mucho dudando de mi existencia, un peso que ahora tengo después de saberlo... pero no les quiero comentar, porque no me van a creer o sería muy absurdo, pero posiblemente los otros puedan aclararlo, o nuestro creador lo diga.
En fin, después de eso, volví donde estaba anteriormente, quedándome con muchas preguntas en la cabeza, pero al final reaccione y me puse en marcha de buscar a alguien que me pueda ayudar en mi misión, así que me cole en un barco de cargas que se dirigía a la capital de la nación Amakna. En cuanto baje empecé a buscar a la persona ideal para ello, pasando por varias partes de la ciudad, pero no hubo mucha suerte que digamos, aunque al final encontré accidentalmente a un chico zobal, me había tropezado sin querer con el debido a que estaba distraída en mis pensamientos mientras caminaba por la avenida principal.
Al chocar contra él, había provocado que su canasta de trigo fuese dispersada por el área y pisoteada por las personas que iban caminando por ahí. El chico se había enojado mucho por ello, pidiéndole disculpas por lo sucedido, eso si me dio bastante vergüenza, así que decidí ayudarlo a conseguir más trigo para reclamar lo que había hecho.
Nos fuimos a los campos fuera de la ciudad de Amakna, donde estaban las áreas de cultivos de los campesinos, era un lugar muy extenso. Duramos algunas horas de camino, hasta que el chico apunto a lo lejos el lugar del cultivo específico para recolectar el trigo, pero en cuanto llegamos los dos, estaban unos bandidos robando el trigo que al parecer el chico los había cultivado por su cuenta, lo noté porque estaba realmente enojado al respecto. Los bandidos no tardaron en darse cuenta de que estábamos observándolos, así que estos recogieron todo lo posible rápidamente para luego huir. No pensé quedarme de brazos cruzados, decidí hacer algo al respecto, recuperar el trigo que le pertenecía al chico.
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[Wakfu]🌿FASTASIS💀
FantasyUna historia sobre un chico llamado Fathapret, un Sram que desde pequeño nunca tuvo un familiar o persona que lo cuidara. Pero eso cambia desde que conoció a un chico llamado Felespe, un sadida conocido desde su infancia, y juntos vivirán en una gra...