Because Of You [Symbrock]

Capítulo VII

-Narra Peter-

- "Prométeme que te cuidarás" -susurró mientras me depositaba un beso en la cabeza- "Ay, no quiero que salgas. Steve, todavía es un pequeño" -se quejó, abrazándome.

Mi padre rió y luego se acercó, uniéndose al abrazo.

- "Ya tiene 17 años. Tony, tienes que dejar de mimarlo" -le respondió, agarrándolo de la cintura.

Pude ver como se estaban poniendo melosos de nuevo. Aproveché y me escabullí hacia la habitación a colocarme el nuevo traje que me había fabricado mi papá. Se sentía bastante cómodo,  a comparación del anterior este tenia bastantes cosas nuevas incorporadas. Acomodé mi habitación y baje de nuevo al living; estaba preparado para salir a combatir villanos. 

- "Pa, ya me voy" -grité al no verlos en la sala.

- "El señor Stark le manda el siguiente mensaje: "Te estaré vigilando, cariño. Cuídate." -me respondió Jarvis.  

- "Gracias por el mensaje, Jarvis. Nos vemos" -le agradecí y salí de mi hogar.

Se sentía un poco raro, esta era la primera vez que salía a combatir por mi propia cuenta. Todas las anteriores veces salí con mis papás, aprovechaban algunos momentos para enseñarme algunos trucos que podrían ser útil a la hora de pelear. 

Me subí a la cima de un departamento y observé al cielo, el cual lo adornaba la luna junto a las estrellas. Empecé a columpiarme por toda la ciudad, en busca de algo extraño; pero al parecer estaba todo tranquilo. Aburrido, y sin darme cuenta, me adentré en una calle un tanto oscura, al parecer no era muy habitada.

- "¿Arañita?" -

Escuché a mis espaldas, y sentí como me abrazaban. Por instinto, le pegué fuerte con mi codo derecho en su costilla. Al notar el afloje de este sobre mi, rápidamente, me di vuelta y le dí una patada en su entrepierna. Este, calló al piso mientras se retorcía.

- "Ay, mis botones de gomita" -se quejaba, agarrándose.

Rodé los ojos y me crucé de brazos. Instantáneamente, me di cuenta que era el tipo que trató de raptarme la vez pasada. Suerte que estaba con papá Steve y no con Tony, si no este se volvería loco y haría todo lo posible para matarlo. Estaba por hablar hasta que sentí un gran ruido; rápidamente me puse alerta. 

- "Fue cerca" -afirmó, incorporándose.  

Restandole importancia, empecé a caminar hacia esa dirección. Estaba ansioso por saber quien era el causante de tal ruido; por fin habría acción. Pero esta, se esfumo cuando vi a una gigantesca criatura de color gris posicionada frente mio. ¿De donde salió?. 

De pronto, sentí como era empujado hacia un lado. Era el tipo de hoy, me había salvado de ser golpeado por tal monstruo. Instantáneamente, me levanté y observé a mi alrededor. Esta vez, había otra criatura; ambos estaban luchando.

- "De nada amorcito" -susurró colocándose a mi lado.

Detenidamente, observé la batalla. Al parecer el gris tenía más ventaja y, poco a poco, estaban destruyendo todo el lugar; tenía que detener esto. Tomé aire y al exhalarlo, empecé a correr hacía donde se encontraban. Lancé una telaraña a los pies del gris, éste se giró y me observó. Salté hacía una casa, esquivando el manotazo que me quería proporcionar.

- "No te metas en esto" -rugió.

En un abrir y cerrar de ojos, el mercenario se encontraba detrás de éste; ocasionándole varias cortaduras con sus katanas. Aproveché la distracción y le tiré otra de mis telarañas a sus manos. La cual deshizo fácilmente. Acto seguido, empezó a regenerar algunas heridas. Una vez hecho esto, moldeo sus brazos; formando armas afiladas.

- "Que carajos. Lo que faltaba" -se quejó el mercenario, para luego quedarse sin un brazo.

La criatura negra se acercó a él, susurrándole algo. Al ver que el gris se acercaba peligrosamente a ellos, le lancé varias telarañas tratando de pararlo. Rápidamente, me acerqué para golpearlo pero una sustancia negra me detuvo en el camino. Miré hacía mi costado y me encontré con un pelinegro, él me sostenía. Traté de zafarme pero no podía. De pronto, este me lanzo con fuerza lejos del lugar; haciéndome impactar contra el mercenario. 

- "Su debilidad es el fuego" -mencionó, mientras nos levantábamos del suelo.

- "¿Él te lo dijo?" -lo miré y afirmó con su cabeza- "Pero si son lo mismo, básicamente te esta diciendo su debilidad" -dije, confundido.

El contrario levantó los hombros. Sin más tardar, me dirigí a buscar nafta. Por suerte, había una estación cerca. Después de llenar unos dos bidones grandes, partí directo al mismo lugar.

Al llegar, me encontré con el mercenario partido a la mitad y la criatura negra adelante de él; tratando de protegerlo.
Sigilosamente, me acerque al enemigo por detrás. Pero cuando le estaba por rociar el combustible, sorpresivamente, me lanzó varios objetos filosos. Traté de esquivarlos pero no pude; sentí la sangre y el dolor recorrer todo mi cuerpo. Con las pocas fuerzas que me quedaban le lancé el combustible encima y una telaraña explosiva. Debido a la fuerte explosión que provocó esto, salí volando; impactando contra una suave superficie.

Luego de unos segundos, miré alrededor y observé como era transportado junto al mercenario en una sustancia negra. Finalmente, me desmaye.