Capítulo XII

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- "Te enseñaré a comportarte como un humano" -habló mientras lo miraba, dedicándole una sonrisa.

El pelinegro se dedicó a observarlo en todo el camino, amaba los gestos que hacía su compañero, especialmente cuando sonreía, le hacía prender una chispa en su interior. Estaba tan embobado que no se percató que habían entrado en una tienda.

- "V" -lo llamó el castaño, moviendo una mano frente a la cara del mencionado. 

Este, enfocó sus ojos en Eddie, saliendo del trance en el que había entrado. Posteriormente, lo hicieron sentarse en una silla demasiado cómoda para su gusto; colocandole una bata, y luego de unos minutos, percibió un tibio liquido derramarse sobre su cabello; junto a él venía un suave masaje y un delicioso aroma a coco, se sentía tan conforme que por un momento se le cerraron los parpados por si solos, estaba adormecido. Repentinamente, abrió un poco los ojos; mirando directo al espejo, encontrándose al hombre, con ahora, tijeras en la mano. 

- "¡Eddie!" -gritó alarmado, el miedo lo estaba inundando y le había prometido al castaño no matar a ninguna persona más.

- "Tranquilo, cariño" -susurró mientras se acercaba rápido a él, envolviéndolo en sus brazos- "No te harán daño, tan solo te cortaran un poco el cabello" -afirmó, tratando de tranquilizarlo. 

El pelinegro decidió calmarse y confiar en él. Una vez hecho esto, Eddie se separó para irse a sentar de nuevo, al llegar le guiñó el ojo y sonrío. Instantáneamente, Venom sintió toda su cara arder, ¿cómo era posible que un simple gesto como ese podría desencadenar infinidades de sentimientos a la vez? Realmente amaba al castaño. Dirigió su mirada al suelo y observó algunos mechones negros en él, acto seguido sintió como la bata le era removida del cuerpo.

- "Wooow" -exclamó Eddie, mientras se acercaba- "Es increíble como el corte te ha cambiado tanto, realmente te queda muy bien" -afirmó, para luego ir a pagarle al peluquero.

Ambos salieron del local, uno al lado del otro, caminando a la par. El pelinegro se preguntaba que es lo que normalmente hacían las parejas; ya que era la primera vez experimentando tal cosa. Dejó de mirar al frente y se enfocó en observar, nuevamente, a su compañero; su expresión demostraba que estaba pensativo, concentrado en algo. Lentamente, poco a poco fue bajando su mirada; primero observó sus labios, aquellos dulces y sabrosos labios, debía admitir que moría de ganas por probarlos de nuevo pero por orden del contrario debía contenerse en vía pública, luego siguió bajando hasta quedarse mirando las manos del castaño, ambas estaban a milímetros de distancia de chocarse. Impulsivamente, acortó la distancia y, con su mano, sostuvo la del contrario, sintiendo una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo.

Eddie, sorprendido, se alejó como si su vida dependiera de ello, la repentina conducta del mayor lo hizo asustarse; no se esperaba tal acto por parte de él. Rápidamente, observó a todos lados para comprobar si alguien los había visto, para su mala suerte estaba repleto de personas pero al parecer nadie estaba tan desocupado como para prestarles atención. Aliviado, suspiró y observó a Venom, quien lo miraba confundido.

- "V, ¿qué haces?" -susurró.

- "Tan solo sostuve tu mano por un momento" -se excusó. Aún así, Eddie le dedicó una mirada asesina.

- "Te dije que en la calle no" -murmuró, enojado.

Dicho esto, se formó un silencio incómodo entre los dos, realmente Venom no sabía por qué Eddie se molestaba tanto con algo tan pequeño como eso, al parecer no quería que las personas los vean como pareja.
Al caminar por un rato más, entraron a un shopping en busca de vestimenta para el pelinegro.

A Venom realmente le emocionaba las decoraciones que tenía el ambiente, especialmente porque estás eran lumínicas. El castaño sonrió al verlo, parecía un niño de 5 años descubriendo el exterior.

- "Es hermoso" - susurró Eddie.

- "¿Eh?" -la mirada del pelinegro se centro en él.

- "Que éste lugar de noche es hermoso" -soltó, nervioso.

- "Oh" -rápidamente los ojos del simbionte se iluminaron- "Deberíamos venir, Eddie" -anheló con entusiasmo.

- "Lo haremos, cariño" -afirmó, mientras se le formaba una cálida sonrisa.

Dicho esto, entraron a uno de los tantos locales que había de vestimenta. De inmediato, una joven mujer de radiante sonrisa se acercó a atenderlos.

- "Buenas tardes" -saludó amablemente- "¿los puedo ayudar en algo?" -preguntó mientras agarraba al castaño del brazo, invitandolo a acercarse al lugar en donde había ropa masculina.

El pelinegro, al ver esto, hizo una mueca y solo los siguió por detrás. La joven, entusiasmada, le informaba lo último sobre moda; y a la vez, también le recalcaba que era un hombre muy apuesto.
Incómodo, el castaño decidió apartarse de ella.

- "Discúlpame, pero en verdad vengo a comprar vestimenta para mi pare... acompañante" -afirmó, nervioso.

La joven lo miró sin entender. Rápidamente, miró hacía atrás y se percató del pelinegro.

- "Oh, mil disculpas" -sonrió.

- "Tranquila, te la dejaré pasar" -dijo Venom, devolviendole la sonrisa.

Acto seguido, se acercó a ella.

- "No vuelvas a tocar a mi pareja" -susurró, mirándola de reojo.

Agarró a Eddie del brazo, quitando de un manotazo al de la fémina, y volvió a sonreír.

- "Tengo una preferencia por el color negro" -afirmó.

La mujer, que se encontraba como en un estado de shock, volvió en sí.

- "Si... siganme" -al parecer no le salía el habla.

Venom se la pasaba molestando indirectamente a la mujer, adoraba ver el miedo que le había plantado a la pobre infeliz. A ésta, se le caían las prendas y se resbalaba de vez en cuando. Una compañera, al ver el pésimo comportamiento de la empleada, se acercó ayudarla.
Y así, de prenda en prenda, se les pasó toda la tarde. No había mucho que le gustara al pelinegro.

- "V, que te parece este conjunto que encontré" -dijo mientras le alcanzaba ropa en el probador.

Un tentáculo negro la agarró. Al verlo, casi le agarra un infarto.

- "¡Venom!" -lo reprochó, ya que en el lugar habia cámaras de seguridad y podrían verlo.

Después de diez minutos, salió del probador. Lucía una camisa negra, pantalón negro con dobladillo, un cinturón del mismo color, cadena plateada de accesorio, medias, zapatos y un saco, todo esto negro. Realmente le quedaba muy bien ese color.

- "Odio usar ro..." -salió rechistando, hasta que vió a Eddie mirándolo fijamente.

El castaño, se había quedado embobado viendolo. Con el corte de cabello, y esta nueva vestimenta, estaba completamente cambiado; parecía otro.

- "¿Eddie?" -preguntó mientras movía su mano derecha frente a él, tratando de despabilarlo.

- "¿Le gustó?" -preguntó la joven a la que Venom estaba molestando.

- "No, la devol..." -estaba hablando el pelinegro, pero fue interrumpido.

- "Sí, lo pagaré en efectivo" -afirmó Eddie.

Al salir del local, el castaño notó raro a su compañero. Quizás estuvo mal de su parte comprarle algo que no le guste. Pero es que le quedaba tan bien, era necesario comprarselo.

- "Cariño, ¿no te gustó?" -una mueca de tristeza se formó en su cara- "Se que a ti no te gusta usar la vestimenta que usamos nosotros, pero es necesario que tengas un par para salir al exterior. No puedes salir desnudo ni con tu masa negra, las personas se asustarían y podrían meterte en problemas" -su tono expresaba máxima preocupación.

El contrario suspiró.

- "No es eso" -hizo una pausa- "Tan solo no quería que le compres a esa infeliz" -musitó con rabia.

Eddie empezó a reír, realmente Venom parecía un niño.

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2020 ⏰

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