Dystopia [Changkyun x Todos | Todos x Todos]

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—¡Mamá, papá, Wonmyeong! —Eunseo exclamaba emocionada mientras se apresuraba a su casa, arrastrando a Changkyun de la mano. Su voz llamó la atención de algunas personas que estaban afuera, y Changkyun solo podía sonreír mientras se dejaba guiar, la casa estaba igual a la de sus recuerdos, la más grande de la aldea.

Se asombró bastante cuando sus padres salieron por la puerta junto a Wonmyeong, ese hombre era mayor que ellos cuando pequeños, así que no era de sus compañeros de juego, pero cuando lo vio allí quizá comprendió un poco lo que había pasado con su hermana. Seguramente se había tenido que casar con él para que este fuera su reemplazo.

—Eunseo, ¿qué sucede?

Los dos hermanos se detuvieron frente a la casa, Changkyun observó a su padre entrar de nuevo al lugar y luego puso su atención en la mujer de edad. —Mamá, ¡nuestro Changkyun volvió!

El chillido que soltó la mujer fue bastante audible, y en ese momento Changkyun no supo que hacer, no estaba seguro si debería ir a abrazarla o solo saludarla desde su lugar, al final optó por acercarse al verla comenzar a llorar.

—¿Ma-má? —Primero se acercó con cautela y en cuanto sintió los brazos rodearlo con fuerza mientras repetía su nombre una y otra vez, se relajó un poco más y le abrazó de vuelta. —Soy yo, Changkyun, he regresado.

El encuentro había sido demasiado emotivo, Eunseo sonreía muy amplio viendo a su familia reunida de nuevo. Todavía recordaba el día en que Changkyun se había ido, ella se había quedado en el mismo lugar esperando por él hasta que la noche llegó y su padre la encontró llorando, después de eso todos los hombres de la aldea se había dedicado a buscar a Changkyun, cruzando incluso la cascada para hacerlo, pero nunca hubo éxito, Changkyun simplemente había desaparecido sin dejar rastro alguno.

—Mi Changkyun, dónde estuviste todo este tiempo, pensé que te había perdido para siempre. —La mujer sollozó mientras lo abrazaba con fuerza y entonces un gritico agudo de Eunseo llamó la atención de ambos. Cuando Changkyun levantó la vista, su padre había vuelto a salir y llevaba un arma en la mano, un arma laser, ¿de dónde la había sacado? Los ojos de Changkyun se abrieron y de inmediato miró hacia atrás, allí donde sus amigos también se veían alarmados al estar en la mira de aquel arma.

—No, espera, ellos son mis amigos. —Changkyun se separó de su madre y se acercó al hombre, pero este ni se inmutó por sus palabras, o por su estadía en general, estaba totalmente concentrado en mirar al grupo de seis hombres más allá mientras les apuntaba.

—¡Su presencia no es bienvenida aquí! Asquerosos seres anormales. —Cuando el seguro del arma fue retirado, Changkyun se lanzó hacia el brazo del hombre para evitar cualquier desgracia, más porque sabía que sus amigos iban armados también y esto definitivamente no iba a terminar bien.

—No dispares, ellos no son malas personas, yo los traje aquí porque confío en ellos.

—¿Quién eres tú? ¿qué te han hecho? Vienes aquí diciendo ser mi hijo, pero esos ojos no son los que tu madre dio a luz.

Changkyun se sobresaltó por las palabras, recordaba a su padre bastante estricto y algo frío, pero definitivamente este no era el encuentro que se había imaginado, inmediatamente agachó la cabeza, sabía que sus ojos ya no eran negros como antes y al parecer su padre lo había notado de inmediato.

Sintió una mano agarrarle un mechón de cabello y luego escuchó un bufido. Su padre había visto el mechón blanco también cuando agachó la cabeza. —¿Acaso te quieres convertir en uno de ellos? Desapareces por años para irte al otro lado cuando tu madre y tu hermana te creyeron muerto y lloraron noches enteras por ti, y vienes aquí de nuevo como si nada, luciendo como uno de esos seres antinaturales.