☆ ~ 𝓦𝓇𝑜𝓃𝑔 𝒮𝒾𝒹𝑒 𝒪𝒻 ℒ𝒾𝒻𝑒 - Fanfic Milex ~ ☆ [+18]

15 - No eres el único

CAPÍTULO CON CONTENIDO ADULTO

Este capítulo no está hecho con motivo de insultar. Si estás dispuesto a leer será bajo tu consentimiento.

Muchas gracias.

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El acercamiento es lo más peligroso que puede pasar. Asumidos por el miedo y el deseo, finalmente pueden actuar.

En la habitación de Alex

Miles

Cuando se acercó pude detenerlo otra vez de ambas muñecas, aunque no se quiso zafar de mis apretones. Alex no mostraba resistencia, por ello, tampoco podía apretar mucho más porque pensaba en que podría dañarlo. Se trataba de él, no me nacía mostrar algún tipo de violencia estando a su lado, y eso provocaba que mi debilidad aumentara en todos los sentidos de la palabra, mucho más cuando habló suave, haciéndome sentir una ligera presión

—Oye, ¿No crees que es el momento?

Boté la respiración ahogada por la boca y el se movió hacia un lado. Nos sentamos en la cama. No pude mirarlo, solo sentía que estaba sudando. Estuve un instante pensando en sus dicciones y pasé mi mano por mi rostro para secarlo, él sabía que estaba demasiado asustado.

—No sé por qué ocurre, pero... —jadeé temeroso.

Él, dispuesto, tomó mi mano y pudimos concentrarnos en nuestras miradas fijas

Continué con tono de lamento.

—¿Qué quieres...probar?

Alex la guió lento hasta al frente de su rostro. Con aquella búsqueda del costado de mi dedo índice alrededor de sus labios, la palpitación aumentó y mis ojos vigilantes se cubrieron de nerviosismo e incomodidad al sentir la saliva de su lengua.

—¿Q-qué haces? —tartamudeé, y buscó la punta para hundirlo en su boca. Luego, lo extrajo ya humedecido.

Enseñó cómo la frotaba con mirada sagaz. Lamió de forma lenta y cubrió de saliva el dedo haciéndome jadear insólito por el acto. Su cara está concentrada. Esa risa torpe mía por un momento íntimo fue casi correcta para esto. ¿Qué estaba tratando de hacer? De todos modos, mis muecas mostraban mi incomodidad.

—Debería ayudar para comenzar, pero no estoy seguro. —dijo.

Mi boca entreabierta se resecó enseñando un rostro completamente desorientado ante la imprevisible situación. Sentí que mis músculos se aprietan al verlo juguetear con mi dedo de aquella manera. No podía detenerlo, creía que me sentía encadenado en esa cama, aunque tan solo con un balde de agua fría podría despertar, erguir la espalda y salir de la habitación. Una parte muy dentro de mí no quería hacerlo, y era evidente.

—Alex... —murmuré perplejo cuando vi que mi dedo salió y acercó mi mano completa por sus mejillas para acariciarse con él.

Él resopló con un gemido increíblemente atrapante, revisando mi rostro al detenerse con mi muñeca entre sus manos.

—M-miles. —me llamó con un tono dulce y cansado.

— ¿Al..?

Llegó con una seriedad entre envolvente y siniestra.