24 - Súbito

429 65 140
                                    

Miles está incrédulo por un acontecimiento que lo ha afectado. Alex busca continuar con su vida estando en paz y lejos de cualquier remordimiento.



Londres, departamento de Miles


Alex

Me brotaba una sonrisa casi perdida, recostado al lado de su hombro. Miles bufó suavemente, pensando que debía ser lo más delicado posible después de haberme firmado como su acta de propiedad. Me miró y expuso una sonrisa al decir que mi cara se veía muy cansada. Al contestar exactamente lo mismo de la suya, cerré mis ojos con una sensación satisfactoria. Acomodé bien mi barbilla y jugué en círculos con el dedo índice en su clavícula bien formada. Su delgadez me atraía demasiado. Las miradas no mentían cuando se encontraron y las ganas de continuar besándonos se expusieron libres, más no llevamos a cabo otra vez. Miles quiso sonreír seductoramente y el calor repentino se repitió en mi ser. Al haber acabado el acto, no podía responder, solo consultar intentando quitar mi pudor.

¿Qué tienes?

Él suspiró y contestó mirando las cobijas.

Nada, es solo que... no puedo creerlo.

Luego de eso, transformó el rostro con ojos bien abiertos en mí, tal y como un niño terminando de hacer alguna travesura. Respondí de la misma manera. Incluso percibíamos ese hondo arrepentimiento por aquel suceso inesperado. Tampoco podía asimilar lo que habíamos hecho, finalmente.

¿Nunca lo pensaste? —preguntó incrédulo —, ¿En serio?

¿Supones que sí lo hice?

Contestó exhalando una risita irónica.

—Quizás cuando te vi parado en la puerta con esos ojos desorbitados y al recibir después tu golpe.

Me quité de él y mi espalda se encorvó para sentarme en el colchón. Observé el techo y suspiré.

En serio, venía emputecido —lo miré —casi choqué por la carretera, maldición.

—¡Oye!, ¿estás loco?, ¿Y si sufrías un accidente?

Repliqué taimado.

No me importó en ese momento...

¿Ahora sí te importa?

Quedé detenido en un punto fijo de la habitación intentando asimilar que ya lo habíamos hecho. Asimilar que finalmente Miles y yo habíamos tenido relaciones homosexuales en su propia casa y ahora descansábamos encima de la cama de su habitación como una pareja gay y no solo eso, dos mejores amigos fuera del closet.

—No lo sé.

Miles quiso entenderme. Asumió que mi escasez de palabras eran aptas por el momento.

—Sí, esto es muy... desconocido, distinto.

No quiero hablar, no quiero hacerlo repliqué con un cierto tono de negación hacia los hechos.

—Es tan extraño, maldita sea. Tenía un presentimiento.

—¿Un presentimiento?

—No sabía por qué, pero simplemente sabía.

Hice crujir la cama al intentar acomodarme, viéndome con las cejas juntas.

—¿Lo sabías?

☆ ~ 𝓦𝓇𝑜𝓃𝑔 𝒮𝒾𝒹𝑒 𝒪𝒻 ℒ𝒾𝒻𝑒 - Fanfic Milex ~ ☆ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora