34.- Una buena compañía

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Alex y Miles se reúnen en casa de Miles por una causa distinta esta vez, en su hogar, Miles se percata de que tiene a su lado a un muso inspirador.



04 de Noviembre, 2009

Miles

Luego de aquel intenso día en el estudio con Alex estuve demasiado perdido en mis pensamientos, fue tanto que descuidé de un gran modo varios quehaceres, incluyendo la compañía de Agy, y realmente, en tanto ella viajaba y yo no estaba al tanto de sus regresos, no habían salidas a parques o a cines, ni mucho menos intimidad, entonces, no era de extrañarse que nuestra unión daría una baja de forma temprana.

Fue así como me vi, a un lado de la ventana de mi cuarto con una mueca torpe y casi arrepentida volviendo a ella para consultar otra vez sobre aquella decisión.  Pregunté si estaba segura, y ella creyó que era lo mejor, que sinceramente el tiempo era insuficiente. Se sinceró mostrando compasión.Fue bonito, Miles replicó casi encima. El corte fue definitivo. No podría decir que en ese breve período me había logrado conquistar profundamente de ella, pero estuve a punto de que naciera un sentimiento mucho más importante, creyendo al pie de la letra que las emociones se apoderan bastante rápido y no siempre estoy listo para enfrentar resultados desfavorables.

Perdona, esto... no sé bien qué decir dicté con un tono casi agonizante —, no sé qué más puedo hacer para que te quedes pronuncie, y sabía que ni siquiera era un sollozo, pero sí un acto difícil de asumir.

No era necesario insistir, pero lo hacía, de todos modos. No había que luchar. Lo mejor fue la despedida rápida. Ella me hizo comprender que el hecho debía ser asumido y lo hice también silenciosamente.

Fuiste un buen compañero confesó con voz tambaleante, tragando de una vez saliva.

Pude dar unas réplicas parecidas y acercarme para abrazarla. Entre una que otra frase cliché y otras algo afligidas nos despedíamos. El momento de chillar como un niño no se me dio en este extraño caso, y era muy raro, ya que se trataba de mi primera relación significativa. Pero hay algo que se me venía a la mente, y no sabía si era el momento para que aconteciera, más mi pensamiento, luego de todo lo antes dictado, iba en cuestionar su fidelidad para conmigo. Claro que era curiosidad tan solo, porque no tenía el derecho de reprochar si hubiese sido así, ya que lo que hice con Alex fue sin pensar en nada, sabiendo bien que en esta oportunidad estaba relacionado. Los dos habíamos cometido una acción mucho más grave de lo que pensábamos. Y quizás, no tenía que seguir preguntándomelo. Es la manera de salir de un aprieto. Pensar en el nivel del error de la otra persona para obtener poder ante eso, todo con el motivo de no enfocarse en uno mismo. Ese es el secreto.



15 de Noviembre, 2009


Alex

Mientras finalizaba el almuerzo, el cántico de los pájaros enternecían mi relajada tarde. Me encontraba sano llevando exactamente dos meses sin excesos. Bebía alcohol en soledad, pero siempre lo justo y necesario, casos ejemplares como una cena importante, o una botella de cerveza después de los partidos de futbol o un juego de cartas diminuto. Que Miles estuviese de regreso me entregaba una enorme satisfacción juntando el afán de dar un cambio en mi estilo de vida. Las cosas entre él y yo habían mejorado mucho después de nuestra reconciliación. Teníamos una mejor comunicación, y nuestro grado de promiscuidad era suficientemente alto, todo es un secreto, pero luego de ese día entendíamos que lo sabríamos llevar porque habíamos sido unos sin vergüenzas y descarados.

☆ ~ 𝓦𝓇𝑜𝓃𝑔 𝒮𝒾𝒹𝑒 𝒪𝒻 ℒ𝒾𝒻𝑒 - Fanfic Milex ~ ☆ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora