Capitulo 9: Era justo y realmente necesario.

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No podía creer… lo que Matt había hecho.

No podía creer, que de todas las veces que le advertí no acercarse, esta vez el me tomara tan poco en serio, como si… si lo siguiera intentando, el final podría mejorar, y era desgarrador pensar que así fuera. Después de todo, cada vez. Íbamos más lejos. Mucho más lejos.

Sus besos cada vez más me volvían loca, y quedaba con la sensación de no ser suficiente, de necesitar más de él.

El aire estaba frio, la gente aun se divertía en las calles. Era tan… doloroso. A pesar de todo imaginar lo felices que un humano podía estar hoy. Bueno ya era el otro día, pero, la celebración estaba como si recién empezara. Gente entrando y saliendo de la discoteca del pueblo, algunos en las calles hacia el único cine, otros en los centros de comida más atestados.

Sin contar los que estarían celebrando de otra manera.


Lo que comenzó como, un buen día, después de una larga pelea entre Matt y yo, después de ¿Qué día? Horas de tregua… no volvió a ser igual. Si no peor. ¿Tendría el planeado todo eso desde la noche de “la cena de paz”…? O… la verdad no podía creer que el se quisiera lanzar tan bajo. Pero es triste aceptar que por ser Matt y lo que me demostraba, era muy probable.

Camine hasta una parte del pueblo donde podía sentirme segura, un viernes en la noche, también era un buen día para los caza vampiros.

Como si me importarán realmente.


Cuando llegue a uno de los costados del pueblo, subí a la azotea de uno de los edificios más altos, del pueblo. Era una vieja fábrica. Pero el techo era firme, necesitaba estar sola… Y probablemente el sentirme alta y fuerte aun.


Ahora que estaba sola ¿Qué podía aclarar de Matt? O mejor dicho… ¿Qué aceptaría como verdad de todo lo que me gritaba la mente y el corazón? Una cosa era cierta. Matt era todo, menos un amigo. Eso no podía cambiarlo. No por ahora.

Deje a mi mente vagar por la más profunda tranquilidad, deshaciéndome de sentimientos, rabia, decepción, de todo, de absolutamente todos, nadie, no quería a nada en mi mente. Quería dejarla descansar, como si todo en el mundo desapareciera, como si nada fuera real, como si todo estuviera soñando y… volviera a comenzar esa noche cuando fui de cacería.

Como si Matt nunca hubiera existido.

Esto era horrible. Nunca vi la vida tan negra y oscura eso, es decir mucho.



“¿Porque te escondes?” recordé en mi mente la voz de mi mentor, Becal. Cuando recién me comenzaba a acostumbrar a no ver nunca más a mis padres y a no tener familia más que a él. Las palabras venían a mi mente como una grabación antigua, hacia muchos años que tuvimos esa conversación.

Me encontró encerrada en el ático del castillo donde residíamos. Donde me hacia pasar por su hija en Alemania. Por alguna razón me pareció curioso que en ese momento también me refugie en un lugar alto, y solitario. Pero me daba paz.

“-Hola… no lo se…

-¿Todo esta bien? – el siempre era dulce conmigo. Como lo fuera si hubiera sido padre. Aun así lo suficientemente distante.

-Creo que lo sabe mejor que yo... ¿no es así?

El sonrió.

-Así es… ¿A que le temes más? ¿A la soledad… o a lo desconocido?

-Ambas.

-Entiendo… - el parecía respirar poco a poco sentándose a mi lado mirando por la ventana, dando mi espacio. - ¿Sabes, que no deberías temer a la primera? No dura para siempre.

-¿Ah si?

-Así es…

-¿Y lo sabe… porque?

-Tienes razón… aun no lo e vivido, pero… mírame, no estoy solo, te tengo a ti, como hija. ¿Ves? No es malo Vanessa. Solo que acostumbrarse a algo nunca es fácil. Tu eres especial… ¿Crees que te salve por una casualidad?

-No me iba a dejar morir… Eso es lo único que es cierto.

-Si, también… es cierto que cuando uno de los nuestros salva a alguno de los que una vez fueron tuyos, es porque ese iba a ser su destino tarde o temprano.

-Es que todo sucedió demasiado rápido.

Esta vez el me miro.

-Vanessa, quiero que recuerdes esto. – Me miro fijamente y firme – hay cosas que nunca podremos controlar, ni cuando eras humana, ni ahora, es algo extraño, pero cuando algo suceda demasiado rápido, y no puedas tomar el control por ti misma, hay un extraño poder superior que lo toma. Y te cuidará. No has llegado tan lejos para morir tan pronto. Tampoco le temas a lo que viene, solo se precavida, y alístate, e oído que las eras que vienen serán mucho más interesantes.”


Mis gemidos eran más fuertes, no podía llorar, pero aun así los gemidos no podía controlarlos. Esa noche fue la sorpresa para mi cuando después de tanto tiempo Becal había cedido un poco, y me hacia sentir protegida. Aun con su mascara de firmeza el le daba un toque de paternidad. Desde esa noche, recordé que había confiado un porcentaje de mis cosas en él. Como el mismo me enseño. “No descubras tus secretos, son el arma para cualquiera que quiera destruirte”

“Muy tarde” pensé.

Luego nuevas palabras seguían refrescando aquel día. Que me hacia sentir todo de nuevo, con fuerza y firmeza. No del todo en verdad…

“-No puedo obligarte a que dejes de necesitar algo, y te derrumbes por eso, pero haces lo correcto, derrúmbate sola, se fuerte para los demás, no muestres debilidad… ven. No quiero, verás… hacerte una vampiro en todo lo que los antiguos lo creen, cada quien tiene su manera de enseñarles a ustedes. Pero si algo no permitiré es que te vuelvas una de ellos, admiro a los primeros de nuestra raza, pero mientras poseas un pedazo de tu alma no la maldigas. Aprende a luchar con ella.

-Gracias… - su abrazo era más tierno, y por alguna razón no me hacia sentir miedosa a que estuviera tomando otros niveles de oportunidad, el realmente era sincero conmigo.

-Bien… supongo que Dana ya tiene lista la cena, por favor baja, pero si necesitas quedarte hazlo cuanto quieras.



-Becal. – le llame antes de que él desapareciera.

-Dime… - esta vez la mirada estaba ligeramente cansada pero cortes y amable.

-No... Nada…


El sonrió.


-No… no creo arrepentirme de ser tu tutor. Descansa pequeña.”


Las palabras de mi tutor me dejaron un sabor dulce en mi mente y en mi cuerpo. No se si supo que necesitaba palabras, e hizo una ligera conexión, después de todo, el tutor siempre estará conectado a su discípulo mientras así lo desee. Otro aspecto desagradable, de sentir por Matt.

Becal, siempre fue un hombre piadoso, aunque distante. Pero siempre estuvo para mí, hasta que tuve que dejar el nido.

La noche estaba helada, pero refrescante, el frio era reconfortante, se sentía más helado que cualquier sensación que pudiera sentir, la ligera ropa que llevaba se movía con el golpeteo del viento en mi cuerpo, después de todo a tan buena altura el aire soplaba con mayor fuerza.

Esa noche se veía perfecta, era como cuando lloraba mucho, que luego, me sentía tan bien, que había olvidado todo y nuevamente como por magia estaba totalmente nueva y feliz. Solo porque todo el dolor lo había drenado en lagrimas.
No es fácil, aceptar el amor que sentía por Matt, no era fácil no temer a lo que él pudiera decirme, por ello no le hablaría nunca de mis sentimientos, si es que en verdad existían (aun trataba de luchar contra ellos). El comentarle solo le daría poder sobre mi para afectarme cuando quisiera, no es que… ahora no lo haga, pero en ese caso el estaría consciente de que pudiera manejarme fácilmente.

Al llegar a la casa, estaba todo tan callado. Solitario. Matt estaba en la sala, pero solo nos dimos una mirada durante un largo rato, el abrió la boca para decir algo. Pero yo estaba tan cansada… que no quería oírle decir nada.

Era demasiado tarde.

Subí a mi habitación, para hacer nada, podía oler a Matt rondando por el pasillo. A veces se quedaba parado a una distancia razonable de mi puerta y podía verlo allí. Mirando. Ya nada lo sentía igual. Había una parte de mi que sentía que había muerto… si amaba a Matt, lo amaba, pero estaba muerta por dentro, ¿Era así como se sentía el dolor? ¿Es así como lo sentía un humano?, porque se sentía peor que ser un vampiro… peor que estar vacio.
Me quede tendida en el baño, no recuerdo si, use algo para limpiarme, yo… estoy tan pérdida…

¿Por qué no podía ver que me estaba deshaciendo? O era, que yo no quería que el supiera que me deshacía. Aun intentando ser fuerte. Pero ya no podía.

La hora de la cena fue un castigo, no quise comer con ellos. El hecho de que el hijo de Drake estuviera de “visita” tendría que hacernos aparentar. Drake hijo me sonrió, supongo que tomando en cuenta que era una chica, y que me veía cabizbaja, imagino como se debía sentir si hubiera sido humana, claro. Matt ni siquiera levanto la cabeza cuando pase por el costado de ellos a la mesa para subir a mi cuarto.

Angel Nocturno (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora