Vanessa habla” fue entonces cuando sentí cosquillas en los labios, como cuando pasas tiempo entumecida y vuelves a caminar, cuando pude mi voz sonó casi en un jadeo, sus ojos estaban aun más fríos y horrorosos de temor, esos hermosos ojos azules. Los estaba asustando. El tocaban la piel de mi brazo y trazaba los dedos en mi rostro.
-Vanessa respóndeme…
-¿Qué...? – aun incapaz de moverme.
-¿Vanessa? Por Dios estás tan pálida… ¿Hace cuanto que no te alimentas?
Eso era una pregunta interesante, sentía que habían pasado semanas y semanas desde la última vez que me alimente de sangre. Eso me pasaba, estaba seca, me estaba muriendo. Por mi tonta sensación de vacio era eso, estaba secándome.
-No... Lo se… ayúdame a leva...
Cuando intente sostenerme de los pilares del balcón para subir caí aun con más fuerza y el me atajo, Dios… no eso era humillante, no delante de un vampiro guapo por favor.
-Vanessa, esto es completamente estúpido y descuidado de tu parte, quédate tranquila no puedes ni moverte, vamos a mi cuarto tengo muchas raciones de sangre allí.
Bien, eso no se oía nada bien, absolutamente nada bien, pero de nuevo mis labios estaban fríos y dormidos no podía responder. Damián trato de pasar desapercibido, finalmente escuche un “clic” de la puerta y algo suave debajo de mí.
Camino por toda la habitación, podía oír sus movimientos rápidos de vez en cuando oía cosas plásticas sonar unas contra otras, y luego, algo caliente en mis labios.
Gloriosa sangre fresca.
Tan pronto como había suficiente en mi organismo yo mismo se la arrebate de las manos y comencé a extraerla, perdí el control de la sangre, había muchas bolsas quizás tome unas seis en un momento y finalmente caí sentada en la cama. Damián estaba mirándome fijamente, sorprendido.
Eso fue muy humillante, lo que había hecho.
-Damián yo, disculpa, será mejor que, me vaya…
-Esta bien Vanessa, entiendo, soy vampiro quizás en algún momento me ponga también así no tienes que preocuparte, solo… no vuelvas a dejar que tu cuerpo vuelva a estar así… en verdad me asustaste… te estabas matando ¿lo hacías agrede?
-No, claro que no…
-Pues casi lo haces, por inanición – el me miraba fijamente y serio. – no vuelvas hacerlo…
Hubo algo en mi estomago que sintió abandonar para subir a mis mejillas, había algo en la forma en que me hablo que me hacia sonrojar quizás era la forma en como me miraba.
Se acerco a mi rostro y parecía estar limpiándolo, eso se sintió incomodo no quería darle ideas de algo a pesar que sabia y se veía que solo lo hacia con la intención de quitarme la sangre derramada.
-Yo puedo hacerlo… déjame. – dije moviéndome buscando un pañuelo que el me extendió y limpiando como podía.
-Deberías ver a un medico, ¿quieres que llame al doctor?
Oh, claro y dejar que venga a su cuarto para que piense cualquier cosa. NO gracias.
-No, esta bien… solo quiero irme a casa. ¿No hay problema?
-En absoluto, lo que quieras, vamos, despídete de papá, si quieres y te llevo. Necesitas descansar.
Caminamos hacia afuera y casi nadie pareció percatarse de nuestra aparición o desaparición. Caminamos hacia Russel quien sonrió cuando me vio.
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Angel Nocturno (Completada)
VampirosVanessa, es una vampira que viviendo de incognito en un pueblo de humanos junto con un pequeño grupo más de su especie. Para ella la vida es libertad, e independencia, cualquier cosa que alterara ese orden era simplemente una pieza que molestaria al...