Almas de color dorado carmesí | (Chara x Frisk) (FINALIZADA)

CAPÍTULO 17: Game Over

Frisk... Volverás conmigo... Te lo prometo.

NARRA CHARA

Estuve horas empanada mirando mi alma roja, llena de determinación. Nunca le he dado importancia a mi alma, es más, mi determinación la he usado pocas veces. Simplemente, detesto mi determinación. Me recuerda a mi muerte. La vez en la que esa querida determinación no me pudo salvar. Ni a Asriel tampoco.

Pero ahora mismo, es lo único que me mantiene con esperanzas de recuperar a Frisk. Mi determinación.

Guardé mi alma, salí de mi habitación, y fui a la de Asriel y Camila. Casualmente, al abrir la puerta, estaban haciendo completamente lo mismo, contemplando sus almas sin ningún pensamiento, solo rezando para que su determinación no les fallara esta vez.

-Toc, toc. Nos tenemos que ir. -dije con una sonrisa en la cara.

-¿Eh? Ah si, es verdad. Vamos Asre. -dijo Camila llamando a su novio.

Asriel frunció el ceño, cerró el puño y susurró:

-Volverás amigo. Aún nos queda mucho por hablar.

-Estoy contigo. -dijo Sans, el cual acababa de aparecer enfrente de la puerta.

TIEMPO DESPUÉS...

Llevábamos varias horas caminando, buscando alguna pista sobre el escondite de las sombras, pero sin ningún tipo de éxito. Estuvimos mirando por el bosque, por la ciudad, por la playa...

-No se me ocurren más sitios dónde buscar. -dijo Camila con agonía.

-A mi tampoco. -dijo Sans, el cual estaba bebiendo una botella de ketchup.

Estuve pensando. ¿Si fuese una sombra, dónde me escondería?

-¡Ostia, claro! No se como no se nos ha ocurrido antes. -solté de repente.

-Habla, Chara. -dijo Asriel harto.

-Si yo estuviese básicamente en busca y captura, me escondería en un lugar abandonado o apartado de la sociedad.

-Insinúas que...

-Exacto. El Monte Ebott.

-No hay más que hablar. -respondió Sans chasqueando sus dedos.

Nos teletransportamos directamente al lugar donde estaba antes la barrera.

-Que recuerdos...-dije con nostalgia.

-¿No crees? -dijo Asriel.

-Y pensar que hace 1 año que salimos... -dijo Sans nostálgico.

Me vinieron todos los recuerdos de golpe. Recordé la ruta genocida, en la que Sans recolectaba y revivía las almas de los monstruos que obligaba a Frisk a matar... A día de hoy sigo sin saber como me perdonaron. Me dieron prácticamente una segunda vida, una segunda oportunidad para ser buena persona y aprender a amar...

Sin darme cuenta, empecé a llorar otra vez.

-Hey niña, ¿estás...? -pregunto Sans preocupado.

-Si, si, estoy bien Sans, solo es que recordé lo buenas personas que habéis sido conmigo, dándome una segunda oportunidad. Lloro de felicidad y nostalgia.

-Me habías asustado. Temía que hubieses pillado una depresión o algo por el estilo.

-Te preocupas demasiado por mí, no soy tan débil. -dije con vacile mostrando una radiante sonrisa.- Pero, si que lo hecho mucho de menos. Es la persona más amable que he conocido en toda mi vida, y sabía perdonar hasta a los monstruos que le hacían daño. A los monstruos como yo.