CAPÍTULO 3: La pelea dorada

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NARRA SANS

Siempre he caracterizado a Frisk como "asiático" por las risas. Tenía los ojos un poco achinados, pero se veía claramente que sus ojos eran azules. Un azul más brillante que el color de mi alma. Cuando Frisk y O-Chara estaban peleando, me pareció escuchar que la sombra negra le decía "ojos azules", me molestó. No por nada, sino porque era mi mejor amigo. Solo le hacía bromas yo. Pero para mi sorpresa, Frisk ni se inmutó. Yo seguí sus pasos. Después, Frisk me sacó de mi cabeza con unas palabras suaves y congestionadas y una cara de tristeza y susto.

NARRA FRISK

No podía creer lo que me estaba diciendo O-Chara. ¿Chara me odiaba?

-¿...Que...Chara me...odia? –dije con unas palabras que vi que a Sans se le quitaba su característica sonrisa de la cara.

-Si, Frisk. ELLA TE ODIA –dijo O-Chara entre risas.

Después, todo se volvió negro. Ya conocía este espacio, era mi cabeza. Un espacio en el que existía una conexión. La única conexión en la que Chara y yo nos podíamos contactar. Esta vez, no estaba Chara. Había un alma. Un alma de un color dorado. Un alma de un color que no había visto nunca. Para mi sorpresa, el alma empezó a hablar.

-Hola Frisk. Soy un alma dorada. Tu verdadera alma –dijo el pequeño corazón.

-¿Cómo que mi verdadera alma?

-Esa alma roja, de determinación, es de Chara. Tu no tenías alma debido a que te la robaron los habitantes de tu aldea, por miedo a que rompieses la barrera del Monte Ebott con solo acercarte y liberases a los monstruos. Te la usurparon nada más nacer, y al caer al subsuelo, se rellenó tu hueco de alma con la de Chara, ya que Chara estaba enterrada en la camilla de flores doradas del principio de tu aventura.

-¿Y para que has venido ahora?

-Estaba atrapada. Solo en un momento en el que necesitaras tu extrema determinación, podría aparecer. ¿Estas listo?

-¿Estoy listo para qué?

-Para vencer al odio.

Un pantallazo de luz apareció en mi cabeza, y cuando volví a la realidad, O-Chara seguía riendo, y Sans, se giró a verme. Volvió a tener su característica sonrisa y puso sus ojos de color amarillo y azul. O-Chara cesó su risa, y bajo su sonrisa carmesí.

-¿Listo Sans? –le dijé al esqueleto, suponiendo que sabía lo que quería hacer.

-Listo, ojos dorados –dijo Sans, sonriendo como nunca había sonreído.

Saqué el cuchillo del bolsillo, salté, y desaparecí, a la vez que Sans. Aparecimos detrás de O-Chara, transformé mi cuchillo en un mandoble y Sans agarró un hueso como espada. Le dimos una estocada a O-Chara, haciendo que saltase contra la pared. O-Chara, volviendo sus brazos dos guadañas, salto a atacarnos. Sans se teletransportó, y yo salté a un lado, convirtiendo mi cuchillo un bumerán y lanzándoselo a O-Chara. Le dio en la cara, desgarrando un ojo y liberando sombra de esa zona. En su lugar, estaba el ojo cerrado de Chara.

-¡Sans! ¡Tenemos que hacerle contacto directo! ¡Mira su cara! –Sans se giró para verlo, y asintió para confirmar mi plan- ¡Con liberar la sombra de la cara es suficiente! ¡Tengo un plan, tú sígueme!

Sans y yo hicimos el mismo movimiento. Nos teletransportamos a la cara de O-Chara, la cual estaba angustiada porque había perdido la visión del ojo derecho. Sans se teletransportó al ojo izquierdo, haciendo que O-Chara prestara toda su atención en él.

-¡Hola! Soy Sans, Sans el esqueleto. Hago la presentación para que te acuerdes de mí en tu próxima vida –dijo Sans

-¡La próxima vida la vas a tener tú! –respondió O-Chara.

-¿Te sabes el truco del cojín pedorro en la mano?

-¡DEJA DE BURLARTE DE MI!

Evité soltar una risilla por la concentración de Sans para no agujerear a O-Chara, y le susurré a Chara.

-Eh, pequeña genocida, despierta.

Chara no despertaba.

-No voy a matar a Sans para que despiertes –dije entre risas.

Chara seguía inconsciente.

-Ya no quiero más bromas. Despierta.

Chara seguía en sus sueños.

-No me dejas otra opción –dije. Volví a convertir mi cuchillo en su forma original, el cual era aún un bumerán- Espero que te guste –dije sonriendo de una forma tierna y pícara.

Comencé con mi plan. Le corte la boca a O-Chara, la cual dejó de discutir con Sans.

-Sans, paralízale –Sans me hizo caso- Bien, paso uno y único de mi plan.

Me abalancé sobré la recientemente liberada boca de Chara.



Almas de color dorado carmesí | (Chara x Frisk) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora