Capitulo 23. La despedida.
El adiós es tal vez la palabra más dificil de pronunciar, sobre todo cuando no quieres hacerlo, cuando te lo imponen, cuando te arrancan un pedazo de corazón al decirlo. Es una de esas palabras que solo se guardan para los momentos finales, para los que duelen, para los que dejan un amargo sabor en la boca.
Kathya
Mi padre había cesado en sus intentos de hablar conmigo, y no sabía si era bueno o mucho peor de lo que me imaginaba la situación. Si estaba tan tranquilo era porque algo tramaba y lo menos que me hacía falta eran sorpresas indeseadas en el camino.
- Tu futuro marido se va poner hecho una furia porque no lo llevas de finde...- dice Edwin sentado sobre mi cama.
- No voy de “finde” y ha entendido perfectamente que solo voy por cuestiones profesionales.
- Queda una semana para la boda y tienes demasiadas cosas pendientes...
- Está todo bajo control...- digo sentándome sobre la maleta para intentar cerrarla.
- ¿Todo? Los invitados a la boda no están precisamente muy de acuerdo con el evento del año.... ¿crees que asistirán?
- Eso espero... es fundamental que asistan....
- Lo veo difícil – dice levantándose de la cama para ayudarme.
Con su ayuda logro cerrar la maleta y cuando me incorporo le digo.
- Ahí es donde entras tu querido amigo...
- ¿Por qué será que siempre me toca hacer el trabajo sucio?
Sale de la habitación meneando la cabeza en señal de negación y tras un suspiro me siento en el borde de la cama, me contemplo en el espejo y me sonrío.
- Ya falta poco.
....... Cinco horas después ..........
Le doy la propina al botones y le despido amablemente. Por fin, París, pero el turismo quedará postergado hasta mañana.
Observo el reloj y tengo una hora antes de la firma del contrato. Me dormiría un rato pero con lo cansada que me encuentro, soy capaz de no regresar del sueño. Opto mejor por una relajante ducha. Empujo la maleta hasta dejarla apoyada en el armario, saco unas mudas de ropa interior y las coloco sobre la cama (el resto de la maleta queda para después).
Me adentro en el baño y ajusto el agua a la temperatura que deseo, la dejo correr mientras me deshago de mi ropa y una vez desnuda me meto dentro.
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Deseo
RomantizmDeseo: se dice del anhelo de saciar un gusto". ¿Pero que pasa cuando el deseo ralla la locura? ¿Cuando es más fuerte que cualquier otra circunstancia, razón o impedimento? ¿Que ocurre cuando el deseo va de la mano de la obsesión o quizás de otro se...