Jimin no podía dormir, y se encontraba jugando con su collar que tenía una "J" colgando. Lo había encontrado tirado en el patio del hospital cuando tenía catorce años, para ese entonces era solamente un recien llegado y ahí aún sus esperanzas de curarse estaban más que vivas. Al tener ese collar entre sus delgados dedos a pesar de no ser suyo por naturaleza sintió un sentimiento cálido en su pecho, nadie sabía de la existencia de aquel colgante ni siquiera su madre. Siempre lo escondía cada vez que alguien aparecía y la verdad no tenía intenciones de mostrárselo a alguien.
Había una cosa que lo frustraba y era que no podía olvidar aquel acto que hizo Yoongi con él, abrazarlo a pesar de haber estado lleno de vómito ¿Por qué lo hizo? Ningún doctor lo haría ni porque le pagaran un millón de dólares.
Jimin se recostó en la cama una vez más y alzó el collar al cielo, como si lo estuviera analizando por un momento. Mirándolo extrañado.
—Qué estupidez que a esta hora de la madrugada yo me antoje de pensar en él, ese doctor no es nada importante para mí..—Rodó los ojos con fastidio, escondiendo el collar debajo de su almohada.—No porque me haya abrazado en las quimioterapias significa que siempre va a estar presente en mi mente.
Jimin, tú y yo sabemos que esto para nada es una coincidencia.
Al día siguiente, Yoongi abrió sus ojos poco a poco y bufo fastidiado al notar que la hora para regresar al hospital ya se acercaba y eso lo estresaba mucho, pero por una parte quería ir debido a que en la mañana otro doctor había quedado a cargo de las quimioterapias de Jimin y estaba más que seguro que ninguno iba a tratarlo como era, con paciencia, leyéndole cosas que le gusten o mínimo sacarle tema de conversación. O al menos eso era lo que le gustaba a Yoongi hace años atrás.
Se duchó y vistió rápidamente, se preparó unos cereales de chocolate con leche y se los comió con rapidez estaba llegando tarde y eso también lo odiaba. Bajó corriendo hasta la entrada y entró a su auto, aceleró y a los poos minutos ya estaba frente al gran edificio.
Mientras se adentraba al hospital se ponía la bata de doctor y saludaba cordialmente a las enfermeras y doctores, cuando quiso ir a ver a Jimin unas enfermeras lo detuvieron desesperadas.
Parto.
Paros cardíacos.
Personas desmayándose por cualquier cosa.
Accidentes de moto o auto.
Fueron las cosas que le impidieron a Yoongi ver a Jimin en toda la tarde, cuando al fin terminó eran las diez de la noche y quizá Jimin ya iba a estar dormido.
Pero se equivocó.
Cuando quizo ir a verlo él no estaba en su habitación y tampoco su silla de ruedas, su mente se iluminó y corrió a la azotea y él no estaba ahí.
—Maldita sea Jimin ¿Dónde te metiste ahora?—Maldijo entre dientes y salió de ahí, buscándolo por todos lados hasta en el cuarto de juegos. Pero no lo encontró.
Hasta que llegó al patio trasero y ahí estaba, sentado en la silla de ruedas mirando el cielo estrellado de la noche con una pequeña sonrisa en sus pálidos labios.
Yoongi no dijo nada.
Jimin tampoco.
—¿A usted no le gusta ver las estrellas, Doctor?—Preguntó suavemente Jimin.
—Cuando era pequeño lo hacía, pero ahora no tengo tiempo, ya sabes.
—Siempre hay un tiempo para ver las estrellas.. a mi gusta verlas mucho.—Dijo, aún dándole la espalda al mayor.
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Our Destiny (Tercer Libro) || Yoonmin
FanfictionMin Yoongi es un doctor de veinticuatro años. Park Jimin un paciente con leucemia. Yoongi ama a Jimin. Jimin solo quiere morirse de una vez. Yoongi trata de hacer lo posible para curarlo. Pero Jimin tiene miedo de que lo vuelvan a engañar dándole fa...