Como una Princesa
En mi hermoso mundo soy la linda y perfecta princesa, que tiene todo lo que quiera. Pide y se lo dan. Con muebles lujosos, miles de sirvientes, una cama suavecita y más de una millar de personas a mis pies. Esa es mi vida. La de una perfecta princesa en su perfecto mundo de su perfecto cuento de hadas, ¿no? No olvidemos, también tengo a mi perfecto príncipe. Rubio de ojos verdes con algunos toques de azul, alto, esbelto, dulce, tierno, elegante, inteligente, gracioso. Él, gobernara conmigo muy pronto. Viviremos felices por siempre sentados en los mullidos y elegantes tronos de Rey y Reina, con unas preciosas coronas llenas de joyas que adornaran nuestras cabezas hasta el último de nuestros días. O, al menos, eso es con lo que sueño todas las noches, el mismo sueño que se repite otra, y otra, y otra vez, como si se estuviera burlando de mí «ja, ja, mira lo que nunca llegaras a ser. Ni plebeya». Como una princesa sueño ser, pero, por más que lo desee con todo mi ser siempre tendré que vivir mi «perfecta» vida que me ah tocado por desgracia.
