Mis demonios
Pensamientos que me impulsan a hacer acciones, o mejor dicho: voces que me ayudan. Voces que me hacen compañía, mis amigas, las únicas, me entienden. Ellas me ayudan, me protegen, me quieren. Me guían hacia donde habitan, suelen decir que es un lugar oscuro, cálido y acogedor, perfecto para mí. Me dicen que debo hacer e ciertas situaciones, que debo decir y que no. Me aman. Y yo a ellas. Nunca me dejan sola, ni un simple y tonto segundo, siempre me hablan, parecen tan emocionadas. Me gusta escucharlas conversar unas con otras, me divierten. Ellas nunca me olvidaran, ni me dejar, ni mucho menos morirán, al menos no antes que yo. Según ellas, soy la mejor persona del mundo, y… adivinen, es todo gracias a su ayuda. Siempre me siguen a todas partes, nunca me dejan sola, me protegen, se preocupan por mí, son las mejores ¿no?
Ellas, mis amigas, mis voces, son mis demonios, que me están ayudando a cavar mi propia tumba, ¿no son un amor? Me ayudan con todo.
¿Y quién sabe…? Tal vez ellas me susurraron que les digiera todo esto.
