-Chapitre vingt deux-

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King estaba que se moría de la vergüenza. Pero, al escuchar aquella respuesta de parte de su acompañante, algo dio un giro dentro de él.

"Rayos, que idiota fui. Aunque creo que si está asustada, ya que no ha dicho nada. Parece perdida en sus pensamientos"

Eso era lo que pensaba el rey de las hadas, al ver a aquella humana frente a él.

—Perdón—Soltó sin más. Haciendo que Diane lo mirara atenta.

— ¿Perdón, porque?

—Por el beso, o el casi beso, fue un impulso de mi parte, no pensé lo que hacía—Después de eso, Harlequin se mordió la lengua.

Diane se sonrojó al recordar, lo que pasó hace unos instantes. Casi se desmayaba ante eso.

—E-ese...Ese fue mi primer beso—Habló, haciendo sorprender al hada. Comenzó a sentirse culpable con aquella acción que minutos antes aneaba, y ahora había arruinado la primer experiencia de aquella joven humana, sin saber qué fue lo mejor que a ella jamás le había asado.

— ¡Oh! Eso significa que... ¿Arruiné tu primer beso, cierto?

Las inseguridades de Harlequin comenzaron a surgir y una mezcla de culpabilidad y tristeza se arremolinaba en sus orbes amielados.

—No

Diane estaba impasible, con una pequeña sonrisa en su rostro. Lo cual descolocó al rey.

—En verdad, aunque fuera un beso casto, muy pequeño, realmente me llenó de felicidad saber que alguien se había fijado en mí. Si me deja ser honesta, su majestad, creí que sería complicado que usted se enamorara de una simple humana como yo.

Ante esas palabras, King no cabía en sí de la sorpresa y el gozo que sentía en su pecho.

Esa chica, de ojos amatista y de un brillante cabello castaño, había logrado ganarse su cariño en tan poco tiempo.

"Así que enamorado, ¿eh?"

Pensaba King, mientras esbozaba una sonrisa a la chica. La joven se la devolvió con ternura.

Poco a poco las manos de ambos se iban acercando, despacio, sin prisas y finalmente se entrelazaron, fue un gesto tímido, inocente, pero con eso demostraron el cariño que ambos estaban sintiendo por el otro.

—En verdad, no quería que me volviera a suceder esto.

Diane lo miró atenta a sus palabras cuando Harlequin comenzó a hablar.

—Lo odiaba. Hubo un tiempo en el cual me aislé de todos porque me habían roto el corazón de una manera... De solo recordarlo me causa asco. Pero bueno, dejando eso de lado, tú, apenas llevando poco tiempo aquí, tú, te supiste ganar mi completo cariño, Diane.

"De verdad que no quería reconocerlo, ni siquiera a mi hermana o a Helbram les quise confesar el nuevo sentimiento que se instalaba en mi pecho. Pero dolía, dolía con ganas, dolía porque no me atrevía a sacarlo y decir que...

—Yo también estoy enamorada de ti.

Lo interrumpió Diane, no se lo podía guardar más tiempo, necesitaba decirlo y pues, lo hizo. Con lágrimas en los ojos y una hermosa sonrisa, Diane le confesó sus sentimientos al hada frente a ella.

El rey hada no cabía en sí de la sorpresa que eso le generaba. Pero, poco a poco una enorme sonrisa comenzó a formarse en su rostro, y con los ojos cristalizados dijo:

— ¿De verdad? ¿De verdad tú me amas?

—Espero que esto  lo compruebe. —Y lo besó.

Fue un beso lleno de sentimientos. Lento, dulce e inocente. Ambos, finalmente se demostraban lo mucho que se querían. Pequeñas lágrimas salieron de los ojos de King, sentía las emociones a flor de piel que no pudo evitar llorar en medio del beso.

El sabor salado de las lágrimas se mezclaban con el beso ambos estaban regalándose. En eso, Diane se separa un poco, sonríe tiernamente para después limpiarle sus mejillas mojadas y quitarle el resto de lágrimas que surcaban el bello rostro del hada.

Sus manos hicieron más presión mientras el beso aumentaba de intensidad. Sentía la entera necesidad de estar juntos siempre, no se querían separar aún, pero la falta de aire se estaba haciendo presente, así que sin más preámbulos ambos, al mismo tiempo, se separaron, jadeantes y con los rostros rojos.

Al separarse, King posó una de sus manos en la mejilla de la oji violeta. Le ofreció una cálida sonrisa para después decir:

—Eso me lo dijo todo. Me llena de dicha saber que alguien corresponde mis sentimientos. Y no me importa si somos de distintas razas. Yo, prometo amarte siempre, hermosa Diane.

—Harlequin...—Su voz se quebró y se abalanzó hacia su pecho para darle un fuerte abrazo lleno de amor.

—Querida Diane... Me haces muy feliz—Aquello último lo dijo en un murmuro mientras posaba una mano sobre la cabeza castaña que estaba posada en su pecho.

"Pase lo que pase, siempre te protegeré y siempre te amaré. Porque en poco tiempo lograste ganarte mi afecto."

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Pude haber escrito más, pero necesito más inspiración, lo siento.

Y, pues aquí está un nuevo capítulo, recién salido del horno.

Espero que le haya gustado.

uwu

Rey HadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora