𝗜𝗜𝗜─𝗧𝗛𝗘 𝗦𝗢𝗨𝗡𝗗 𝗢𝗙 𝗔 𝗣𝗜𝗥𝗔𝗧𝗘

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𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫  𝐭𝐡𝐫𝐞𝐞

















           Miércoles, el día más aburrido y muerto de la semana. La isla parece más vacía, las personas van más desanimadas de lo normal, incluso los ladrones parecen tomarse un descanso de sus deberes este día. En resumen, nunca pasa nada los miércoles.

Por lo general los negocios en la isla cierran temprano en esta época, gracias a que el calor parece incrementar en este lado en estas fechas, pues quien quisiera quedarse en un restaurante solo con calor y un horripilante olor a pescado. A si, Kronk.

─Yo gano. 

La aterciopelada frente a mi—Arabella—con una llameante furia en su mirada, mientras que sus labios se fruncen y su entrecejo se arruga. Con manotazos quita cortos mechones de su cabellera de la frente. 

─¡Es trama!─brama. 

No es sorpresa para mi cuando Arabella arroja las cartas con disgusto, a pasos arrastrados y enojados taconea hasta la salida dándome una última mirada furtiva. Yo solo suelto una carcajada. 

─Deberías dejar ganar a la pobre alguna vez en poker─acota Kronk con una risa leve.

─¡Pero es pura suerte!─me defiendo mientras arreglo las cartas─, ¿cómo puedo dejar ganar a alguien en un juego que solo se basa en la suerte? 

─¿Cinco veces seguidas?

─Hay personas que tienen menos suerte que otras, Kronk─respondo.

─Es más suerte pastelito, hay personas que tienen más suerte que otros─sonríe.

─Créeme, en mi caso es menos suerte─susurro por lo bajo. 

Kronk solo ríe negando con la cabeza. Kronk siempre ve el lado brillante de las cosas, este caso no es la excepción, para él nadie tenía menos que nadie, solo más que alguien, en su mundo las restas no existen, porque para él restar es quitar, es dejar a alguien con menos, pero solo existe la suma, nadie le quita a nadie, nadie se queda con menos para darle a alguien más, solo sumas pero no restas.

En el mundo de Kronk parece siempre haber un espacio para la esperanza, a veces me gustaría vivir ahí.

─¿Lista para otra partida, princesa?─en el marco de la puerta puedo ver a la esbelta pelirroja aún con una gran mueca de disgusto, pero se por la mirada que me lanza que ni está dispuesta a irse de este lugar sin haber tenido la victoria que tanto anhela. 

Algo que me agrada de Arabella es lo predecible que puede llegar a ser, rasgo que en esta isla no es tan común, la princesa posee el mismo carácter que su madre y las mismas ansias de gobernar todo a su alrededor, uno de los rasgos más fastidioso de ambas si me lo preguntan, pero más allá sus acciones nunca se basan en timar a los demás, solo protegen lo más preciado para ambas, su ego y una vez entiendes eso logras entender a la madre e hija de corazones.

─Pero esta vez te ordenó que pierdas─toma asiento.

─Bella─digo de forma pausada─, es un juego de suerte, no puedo planificar si pierdo o gano, solo pasa.

─¡Pues demandó un poco de tú suerte!─vocifera. 

Otro rasgos de ambas es su gran falta de gracia hacia la derrota, cosa que se refleja en cada juego de poker donde debo decir que ambas son un asco jugando, irónicamente.

─Créeme, no la quieres─sonrío de medio lado─, pero sí puedo prometer intentar no ganar con un rey de corazón, otra vez. 

Resopla. 

𝗧𝗛𝗘 𝗤𝗨𝗘𝗘𝗡─DescendentsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora