𝗧𝗛𝗘 𝗤𝗨𝗘𝗘𝗡─Descendents

XII─ONCE UPON THE TIME

𝐜 𝐡 𝐚 𝐩 𝐭 𝐞 𝐫   𝐭 𝐰 𝐞 𝐥 𝐯 𝐞

ISLA DE LOS PERDIDOS 10 AÑOS ATRÁS

Esta historia paso hace muchos años atrás, la noche que cambio para siempre el curso de un reino, esta es la historia de como la codicia y el amor pueden cambiar el curso de una profecía e iniciar otra, de cómo amistades y promesas se vuelven cenizas, y de cómo una noche puede marcar el trascurso de la historia para siempre.

Esta es la historia de la noche en que el domo de Auradom se creó. La historia del día donde Castlebroke cayó en cenizas bajo el mando de un rey consumido por la codicia. Una noche que lo cambio todo.

Y todo inicio dentro del castillo del rey bestia, una noche antes del gran anuncio, * 

— Señor, pero es solo una niña.

Lumier veía la situación horrorizado. ¿Como el pequeño y temeroso niño que con tanta devoción y amor había ayudado a criar se había convertido en el rey cuyo corazón se había congelado? Lumier había conocido muchos lados de aquel joven frente a él, sabía que pese a su joven edad el rey poseía calidez y amabilidad, pero también sabía que podía ser cruel y distante, pero pese a todos los momentos que había pasado a su lado y todas las horrorosas decisiones que había visto tener que tomar al rey, jamás se imaginó que en el corazón de aquel joven de lazos dorados pudiera haber tanta crueldad, menos para alguien que alguna vez fue tan cercano a él. 

— No te atrevas a juzgarme, no cuando tú no vistes lo mismo que yo, Lumier. Esos ojos...él estaba muerto mucho antes que llegáramos, mucho antes que todo esto pasara, que su cuerpo no lo sepa no significan que su alma no—las palabras del rey Adam eran distantes, frías, al igual que él.  

— Señor... 

— No, Lumier. El rey Dashwood fue consumido por la enfermedad del rey loco, no quedo nada en el para ser salvado. Dashwood murió. 

— Señor, yo entiendo, pero ¿la niña que culpa tiene? —Lumier pregunto con preocupación, sabia lo mucho que le molestaba al rey ser cuestionado, y lo menos que quería era molestarlo en esos momentos donde, aunque no lo dijera sufría por la pérdida de su mejor amigo. Pero a su vez su interior temblaba ante la carencia de cordura del rey, temía que el dolor en él lo llevara a comer los más atroces actos alguna vez pensados. 

Adam volteo a ver a Lumier y por un segundo algo en él se congelo, conocía esa mirada, esa tiniebla en sus ojos, esa chispa de ira irradiando por doquier. No era Adam quien quería mandar a una inocente niña que acababa de perderlo todo al lugar más frio y déspota del planeta, era bestia. 

— No hay otra opción. Ella sobrevivo, una niña de siete años sobrevivió a una magia tan fuerte que quemo con ella todo un reino, ¿y aun así esa pequeña niña se las ingenió para salir sin ninguno rasguño? —dijo el rey en un tono áspero y seco—. En lo que a mi concierne ella es igual o más peligrosa que su padre.