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''El hubiera no existe...''

Harry se había marchado a Inglaterra antes que yo. La banda había decidido irse de madrugada mientras nosotros arreglábamos los últimos detalles para darnos un descanso, unas vacaciones merecidas luego de trabajar en aquel tour. Y, cuando llegamos, supe que debía de quedarme en algún hostal. Sonaba deprimente, pero así era mi triste realidad. 

Al menos, tenía dinero ahorrado de lo que había trabajado para one direction. 

Con una maleta en mi mano, busqué por la ciudad un lugar para quedarme, algo situado en la zona central. Después de todo, continuaría trabajando para la banda, ya que así se me había informado antes de aterrizar en el país. 

—¿Cuánto tiempo se quedará? —preguntó la señora robusta. 

Dejé mi maleta en el suelo, en la entrada de la puerta del cuarto. 

—Solo unas semanas... 

—¿Tiene para pagar? 

Solté una risa al ver su seriedad. 

—Sí, lo tengo, no se preocupe. 

—Bueno, disfrute la estancia —sonrió forzadamente. 

—Lo haré. 

Ella asintió, me dio una mirada inquisidora y luego se marchó dejándome sola. Solté un gran suspiro y abrí la puerta. El cuarto no estaba mal, tenía un gran ventanal y una cómoda cama al medio del lugar. Solo esperaba que aquella mujer no fuera lo suficientemente fastidiosa para espantarme. 

Dejé mis cosas a un lado y me lancé en el colchón, dejando mi cuerpo descansar en el mientras pensaba en lo ocurrido en esos meses. Había conocido a un Harry puberto y al resto de la banda. Aún me costaba asimilar que esto era real y no un sueño como siempre lo creía. Habían cosas que simplemente costaba admitir que eran verdad. Sin embargo, el ojiverde aún le costaba aceptar lo que había confesado. 

Él había mantenido su distancia aún más que antes y, eso me asustaba. 

Dos días después, decidí aceptar que Harry ya no se pondría en contacto conmigo, por eso, traté de distraerme y pensar en cómo volver a lo que era mi vida normal. Con poco ánimo, salí del cuarto, yendo hasta uno de los cafés, en donde recordaba a la perfección haberlo conocido cuando estaba en la ''actualidad''. 

Harry se había encontrado a mi lado, pidiendo su orden mientras yo trataba de mantener el aire retenido al verlo y, cuando llegó mi turno de pedir, lo dudé. Ya que no sabía qué pedir ni como hacerlo, aquella era mi primera vez comprando en un café. Aunque mi sorpresa más grande fue cuando él volteó su cabeza hacia mí, observándome con curiosidad, como si tratara de recordarme de algún lugar. Luego de eso, él me ayudó a decidir por algo, comprendiendo que se me estaba haciendo difícil la situación de elegir. 

Y, para cuando salimos de ahí, continuamos conversando por tres cuadras hasta el estacionamiento, en donde se encontraban nuestros vehículos. En ese instante pensaba que quizá eran obras del destino, pero pronto volvía a pensar que era una estupidez. Sin embargo, Harry había pedido mi número de móvil, haciéndome creer que había ganado la lotería con una amistad nueva y brillante. 

—Obras del destino... —resoplé al verme en el reflejo del vidrio de aquel café. 

Miré el lugar con mi ceño fruncido y decidí no entrar. 

Caminé por el lado contrario, viendo las tiendas y mirando de vez en cuando algún lugar para poder comer. Mi estómago ya estaba rugiendo por comida solida. 

Iba a continuar caminando cuando noté como alguien venía desde el otro lado. Por un momento había pensado que era alguien parecido al ojiverde, pero en cuanto estuvo más cerca, supe que no era así. Harry venía viendo su móvil con concentración. 

Vidas cruzadas  [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora