Vidas cruzadas [H.S]

11

''Deseo que seas feliz''

Abril.

Harry se encontraba hablando mientras yo lo observaba sin prestar demasiada atención, pues la verdad, es que estaba pensando en las palabras que había dicho Adam hace dos días atrás. Aún no podía creer si Harry era capaz de mentir de esa manera, ya que la forma de demostrarme su cariño, era tan bien fingida que llegaba a darme algo de miedo. Él podía ser un buen actor y, lo comprobaba al saber sobre la existencia de Dunkirk. 

—¿No me estás escuchando? —preguntó. 

Despabilé en ese segundo, removiendo la comida con el tenedor. 

—Sí, sí, continúa con la historia —sonreí. 

Me observó dudoso, sin embargo, siguió hablando mientras yo veía los fideos a la vez que jugaba con ellos, sin demasiado apetito. 

Aún no comprendía el objetivo de estar en este lugar extraño. Había parado en el pasado y, podía decir, que había sido mucho mejor que esto. Harry puberto era divertido y al menos tenía sentimientos por mí, aquello se había sentido mucho más real de lo que estaba viviendo ahora mismo. Esta vida no era mía y, jamás lo sería. Camille siempre estaría en el corazón de Harry. 

—Harry... —interrumpí. 

—¿Pasa algo?

Lo miré, tratando de descifrar su rostro y sentimientos hacia mí, aunque era algo imposible de saberlo. 

—¿Qué sientes por mí?

Soltó una pequeña risa. 

—Ya me habías preguntado por eso... —sonrió—. ¿Qué pasa cariño? 

Dejé el tenedor sobre el plato y apoyé mis codos sobre la mesa, tomando mi cabeza entre las manos mientras escuchaba a Harry preguntar lo que sucedía. Se veía preocupado, pero eso no importaba, solo necesitaba saber la verdad, su verdad. 

—¿La amas?

—¿De quién hablas?

Alcé mi vista, topándome con sus ojos. 

Suspiré frustrada. 

—Camille...

Frunció su ceño. 

—¿De verdad volveremos a ese tema?, ahora que estamos bien...

—No estamos bien Harry... Y lo sabes. 

Pasó la mano por su cabello, apoyando su espalda en el asiento. 

—Estoy cansado de ese tema. 

—Solo necesito saberlo... Necesito que me digas la verdad. 

Mordió su labio. 

—¿Por qué insistes con eso?

Dejé de sostener mi cabeza y llevé mi mano a una de las suyas, que se mantenía sobre la mesa, a un lado de su plato casi vacío. Él miró la zona y luego a mí. 

—Sé que la quieres... —sonreí levemente—. Y eso no está mal. Nunca podría impedir tu felicidad Harry, te quiero demasiado como para hacerte esto. 

—Abril... no tienes que hacer esto. 

Moví la cabeza. 

—Sí, debo hacerlo. Tú no eres feliz conmigo Harry, tal vez sientas un gran aprecio, pero no estás enamorado de mí. Necesitas ser feliz con ella, porque Camille también te ama. 

—Cómo... cómo supiste. 

No quería delatar a Adam, no se merecía esto. 

—Aunque seas un muy buen actor —molesté—. Sabía que la querías a ella —digo, sintiendo una leve punzaba en mi pecho.