Capítulo 18 (Parte dos)

297 18 0
                                    

Dos años y medio antes de Tn:

Después de cerrar el contrato, mi vida había cambiado por completo, con cada día que pasaba me volvía más fuerte, más veloz , más hagil, y más indiferente.

En el día me encerraba en mi habitación sin deseo de estar con alguien, entrenando sin parar. En la noches solo salia a matar y llevabar alguna clase de "tributo" a Slenderman, esperando alguna de recompensa. El deseo de ser el mejor nublaba mi juicio, no me importaba a quien afectará o a cuántas familias arruinaba, lo único en lo que pensaba era en matar.

Hasta que en una inesperada mañana una tostada resbaló por debajo de mi puerta...

- Jiji- me despertó una dulce risa.

- Shh Sally, no rías tan fuerte, nos va a escuchar- susurro la voz de un joven, me quite el cubre ojos y por mi puerta había una tostada con mermelada, y junto a ella se asomaban dos sombras.

- Lo siento- susurro la niña entre risas.
- Ahora la tarjeta- dijo el joven y un trozo de papel se asomó - Listo, ven vamonos- agrego.

- Espero le guste- dijo Sally con alegría.

- Yo también- agrego el joven alegre mientras se escuchaba como se alejaban.

- Pero que rayos ha sido eso- dije saliendo de mi cama.

Tome el pan y el trozo de papel, el cual resultó ser un sobre, que adentro claramente estaba una tarjeta que decía "FELIZ DÍA" en grande y con muchos colores, a los lados estaba el dibujo de una niña de pelo largo y vestido rosa, y el de un chico vestido como una clase de duende.

Por un momento todas esas malas emociones que dominaban mi interior se desvanecieron, dejando espacio a aquellas que hacía mucho no sentía, pero que inconcientemente extrañaba. Dejé la tarjeta en mi tocador, tome la tostada y la comi con una sonrisa.

Los días pasaban y cada mañana resbalaba una tostada con mermelada debajo de mi puerta con alegres notas, como "Espero que tengas un buen día", "Quisiera conocerte baja a desayunar con nosotros" ó "Seamos amigo" y cosas así.

Una mañana decidido a conocer a esas personas que me alegran el dia y adornaban con tarjetas mi tocador, me quedé esperando en mi cama. A lo lejos escuché unos pasos acercarse a mi puerta con pequeñas risas, sonreí y abrí la puerta.

- ¿Qué quieren?- dije pretendiendo estar enojado. La niña soltó un pequeño grito y se escondió atrás de un chico rubio con ropa verde.

- Este, solo pasábamos por aquí, pero ya nos vamos- dijo el joven nervioso mientras daba lentos pasos hacia atrás. Pero que divertido es esto.

- ¿Y qué tienen ahí?- dije fijando mi mirada a un plato en la mano del chico.

- Nada, no es nada- dijo el joven colocando rápidamente su brazo en su espalda y con el otro empujaba a la niña.

- ¿Seguro?- agrege sarcástico cruzando los brazos.

- Una tostada- dijo tímida Sally.

- Ummm así que he de suponer que eres tú quien me ha estado mandando tostadas todos los días- dije inclinadome hacia ella con una dulce sonrisa la cual me devolvió. - Y he de suponer que tú también lo haces- dije parandome frente al chico.

- Si-dijo Sally con alegría.

- Interesante- le sonrei a ambos - ¿Que les parece si van por otras dos y las comemos juntos aquí?- propuse alegre.

- ¿Disculpa?- dijo el joven sorprendido, ante mi muy notable "cambio de humor". Este chico tienes expresiones muy divertidas.

- Cómo escuchaste, yo los espero aquí- agregué.

No Mires Atrás [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora