What Is The Love? ~Harry Hook y tú~ >Descendientes 3<

|VII|

~CHAPTER SEVEN~

Al pasar la barrera sentí un gran alivio en mi interior, la gran parte de la magia oscura que había entrado en mí había desaparecido, pero aún así continuaba doliéndome un poco, esperaba que no fuera permanente, no sabía cuánto podría vivir con un dolor así.

Una vez que la limusina se detuvo salí para irme directamente a casa, ignoré a Harry, Gil y Uma, solo me fui directo a mi "casa", a pesar de que casi acababa de despertar me sentía terriblemente cansada. Al llegar me dejé caer en mi cama, no era lo más cómodo en el mundo, pero en este momento lo sentía así.

---¿Estás bien? ---alcé mi mano y levanté mi dedo gordo diciéndole que sí--- Pues yo no te veo bien ---se sentó en una orilla.

---Solo estoy cansada, no estoy acostumbrada a caminar tanto ---Harry rió recostándose en mis piernas.

---En la isla te la pasas corriendo, no creas que te creo eso, dime la verdad, creí que te había quedado claro que podías confiar en mí.

---La magia del cetro me quitó un poco de fuerza, es todo ---se acostó junto a mí, lo ví a los ojos, suspiré tras ver su preocupación, y le sonreí como nunca lo había hecho, con sinceridad---, solo necesito descansar, es todo.

---¿En serio? ---asentí, no sabía si era verdad, pero era lo que esperaba que sucediera, ya que de no ser así, estaría en problemas--- ¿Quiéres vengarte de Audrey?

---En realidad ---volví a ver el techo---, no lo sé, siempre tomo venganza por todo, pero en esta ocasión sé que no es su culpa, así que... no lo sé ---había sido mi culpa, así que era sincera al decir que no sabía si quería venganza o dejarlo pasar.

Iba a decirle algo más cuando algunos guardias entraron a mi casa, ambos nos paramos al instante, uno de ellos me señaló, apartaron a Harry de mí, ambos tratamos de luchar, pero al ser más no importaban nuestros esfuerzos, no podíamos liberarnos, me pusieron unas esposas y me llevaron a una limusina, ahí, me pusieron otras esposas en los tobillos.

---Ok, ¿no creen qué eso es demasiado?

---Eso mismo les dije ---ví a Hades quién llegaba junto a otros guardias---, ¿sabes qué quieren?

---No, solo entraron a mí casa y ahora estoy aquí.

---Sí, me hicieron lo mismo ---no pudimos decir más ya que nos metieron a la limusina.

Cuando íbamos a volver a hablar nos callaron, Hades empezó con su drama de "¿cómo se atrevían a callar a un Dios?" Y no sé qué más. En cuanto pasamos la barrera no pude evitar soltar un pequeño quejido, la magia negra volvió a mí, me toqué el estómago tratando de calmarme, traté de calmar mi respiración y lentamente sentí como el dolor se calmaba, hasta ese momento escuché como Hades me llamaba.

---¿Qué te pasa?

---Nada ---suspiré riendo ante mi respuesta---, solo, al enfrentarnos a la chica que hizo todo eso en Auradon, me dió con un hechizo del cetro, y aún me duele un poco ---claro que no le decía que en realidad habían sido 3 golpes del cetro y una herida de pura magia negra en mi rodilla---, nada preocupante, entrando a la isla desapareció la magia y al salir de Auradon fue como recibir el golpe otra vez.