-¿Cómo es posible que tú existas y yo no?
-Debes pagar tú deber con las sombras, no te preocupes padre, yo cumpliré con mi deber.
-Una vez que tengas la varita me deberás sacar de este lugar.
-Lo sé.
-Y no lo olvides, olvídate de enamorarte.
-¿Qué e...
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Observaba todo desde la calle, estaba recargada en la pared con los brazos cruzados, la ira crecía en mi interior, Jay, Carlos, Mal, Evie, solo de pensar su nombre sentía mi sangre hervir, siempre me prometió que ambas saldríamos juntas, y ahora, disfrutaba de Auradon mientras yo estaba aquí.
Sentí su presencia detrás de mí, solté una pequeña risa sin moverme, su garfio pasó por mi cuello haciéndome sentir aquel frío que lograba hacerme sentir siempre un escalofrío, quitó mi cabello de mi hombro echándolo hacia atrás.
---¿Disfrutas de la vista?
---Claro, Jay es guapo ---sonreí sabiendo que el no podía verme, me encantaba hacer enojar a Harry, era la única manera de alejarlo.
Me iba a ir pensando que él ya de había ido cuando sentí su mano en mi hombro, me puso contra la pared y me encerró con sus brazos, lo ví fijamente a los ojos quitando mi sonrisa, las pocas veces que alguien había tratado eso no resultaba bien.
---¿Y yo no soy guapo?
---No lo creo ---sonreí mordiéndome ligeramente el labio, era muy buena mintiendo pero eso era lo único que siempre me delataba.
---No eres buena mintiendo, pero te ves sexy.
---Yo no estoy mintiendo ---respondí tratando de olvidar que me había llamado "sexy".
