What Is The Love? ~Harry Hook y tú~ >Descendientes 3<

|IX|

~CHAPTER NINE~

    Desperté, sobresaltada al sentir que alguien tapaba mi boca, al abrir los ojos pude ver a Hades, traté de empujarlo pero no sirivó de nada, sentí nuevamente aquella sensación que en Auradon, como si entrara en mí, me vió a los ojos y fue como si todo lo que pensaba, todos mis recuerdos, absolutamente todo, pasara a él también.

    Usé toda mi fuerza pero logré empujarlo y alejarlo, me veía, aparentemente sorprendido, pero en esta ocasión, no me sentía "quebrada", si no más bien, rota, no podía pretender estar bien, no lo estaba. Abracé mis piernas mientras lo veía, no quería que se acercara a mí, pero no podía ni siquiera hablar para decirle que se fuera.

    ---_______, necesito que me escuches ---negué, pero él se acercó un poco y siguió hablando---, quiero ayudarte, sé como te sientes, y puedo ayudarte.

    ---Tú no sabes nada ---murmuré en voz baja, no sabía si al menos me había entendido un poco.

    ---Sé más de lo que crees, solo, escúchame, y una vez que termine, si así lo quieres, me iré ---no sabía qué hacer, ¿debía escucharlo? Tal vez él sabía algo, que pudiera ayudarme.

    ---No te acerques ---respondí, dándole a entender que era mi "única condición".

    ---Te sientes débil, como si no pudieras protegerte, y a pesar de tu actitud, aunque quisieras que me fuera, no puedes hablar, te sientes amenazada ---quería preguntarle cómo sabía eso, pero preferí seguirlo escuchando antes de decir nada---, y aunque crees que no sé nada, ahora sé más de tí que nadie.

    ---¿Qué me hiciste?

    ---Nada, en realidad, tú me dejaste entrar a tu mente, porque necesitas mi ayuda ---fruncí mi ceño, ahora sí, no entendía a lo que se refería---, yo puedo entrar en la mente de las personas, pero solo si esas personas me lo permiten, y tú me dejaste hacerlo en las dos ocasiones, sin ninguna dificultad.

    ---Eso significa que tú...

    ---Sí, comparto la mayoría de tus recuerdos, que por cierto, ese tal Harry, no me agrada ---reí suavemente, no sabía como, pero me había logrado relajar un poco en tan poco tiempo---, pero hay algo, que por más que traté de descifrar, ¿quién es tu padre? ---con esas simples palabras, un nudo se formó en mi garganta, sabía que, de decirlo, tendría graves consecuencias--- Necesito que me lo digas, si lo sé podría ayudarte.

    ---Yo... ---sentí como la magia negra que había en mi pierna comenzaba a expandirse, solo era una muestra de que mi padre estaba atento de todo lo que sucedía--- lo siento, no puedo ---mis palabras salieron entrecortadas, siempre pretendía ser fuerte, pero lo cierto, es que solo era una marioneta que controlaba mi padre, cuando él lo quisiera, yo estaría en el mundo de las sombras "disfrutando" de la muerte.

    ---Tranquila ---comenzó a acercarse a mí, pero ahora, que sabía lo que pasaba, no me importaba que lo hiciera, en realidad, quería que lo hiciera---, encontraremos la manera para que te deshagas de él.

    ---No lo entiendes, él sabe todo lo que pasa a mi al rededor, todo lo que tú me dices, todo, él lo sabe.

    ---Encontraremos cómo hacerlo.

    ---¿Por qué me quieres ayudar?

    ---No lo sé, pero algo me dice que lo haga, necesito ayudarte ---le sonreí suavemente, quería decírselo, yo sabía porque quería hacerlo, pero sabía que no podía.

    No dije nada más, él se acercó y se sentó a mí lado, me abrazó, sorprendiéndome, al momento me separé, sabía que solo quería consolarme, por llamarlo de una manera, pero nunca, nadie, me había consolado, y no esperaba que la primera persona que lo hiciera fuera Hades.

    Nuevamente trató de abrazarme, pero en esta ocasión dejé que lo hiciera, aunque no me gustara admitirlo, se sentía bien, me imaginé a Harry, si él supiera todo lo que sabía ahora Hades, ¿qué haría? ¿Se enojaría por qué no le tenía confianza? ¿O trataría de ayudarme? Solo imaginar que Harry se alejara de mí por no habérselo contado lograba ponerme nerviosa, ¿qué debía hacer? ¿Decírselo? Pero al hacerlo, solo estaría poniéndolo en peligro.

    ---Sé que estás pensando en demasiadas cosas, y que estás sintiendo cosas que nunca has sentido, y fue porque tu padre no pudo quitarte todos tus sentimientos, pero formó una barrera, que hacía que todos tus sentimientos, solo fueran una parte pequeña de todo lo que sentías, así que el cariño, el odio, todo, ahora es mucho más fuerte.

    No pude evitar soltar una risa mostando mi enojo, al menos ahora sabía porque anoche, me había portado así con Harry, y porque ahora quería incluso matar a mi padre. Cerré mis ojos, un suspiró salió de mi boca, de haber nacido en Auradon, de haber tenido una vida "normal", seguramente ahora estaría con mi padre, quien tal vez me consolaría solo por que algún chico me había dejado.

    ---Ten ---saqué la braza de mi chamarra y se la dí.

    ---¿Por qué me la das?

    ---No me importa si la tienes tú, pero no se la des a Mal, ¿ok? Es la braza de Hades, no la braza de su hija, ni de Mal.

    ---Está bien ---sonreí suavemente, lo cierto es que no quería que Mal tuviera la braza, estaba hecha para hacer el mal, no para tenerla en un museo.

(...)

    Desperté, Hades se había ido, y en realidad, se lo agradecía, quería estar sola. Aquel recuerdo que me había inundo anoche, mientras dormía, había vuelto a mi memoria, quería matar a mi padre, pensé en Harry, ¿qué era lo que realmente había ocurrido? Solo sabía, que "mi momento" con él, había sido en gran parte una farsa.

    ¡Claro! Y ahora entendía porque mi padre no se había metido, solo estaba concentrado en meterse en mi mente, ahora el problema era averiguar que había sido cierto, y que había creado mi padre, lo único que sabía, era que a cada segundo, lo despreciaba más. Iba a buscar a Harry, y tratar de descubrir qué había sido cierto y que no.

    Mientras caminaba por la calle sentí un gran dolor en mi estómago, caí de rodillas, mi respiración se volvió agitada, traté de ver qué sucedía, pero no encontraba ninguna razón para sentir eso. Logré levantarme con dificultad, traté de caminar al barco, en donde creía que debía estar, y en el camino, ví lo que sucedía, la barrera, ya no estaba... Solo escuché la voz de mi padre nuevamente, diciéndome que era hora de robar la varita...