CAPÍTULO 25

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•Secretos de Luna•

«“Nunca fue complicado amarte, lo difícil apreció cuando intenté olvidarte”»

Christopher:

Observé a la pelinegra dormir, suspirar entre sueños, abrazar la almohada y adentrarse a sueños profundos. Sentía una guerra dentro de mí. Mis genes Licántropo adquiriendo la fuerza de un Vampiro. La furia empezaba a crecer, a la vez que el temor, ella estaría a salvo, debía estarlo. Haría cualquier cosa para proteger a mi Luna, a mi manada.

Mi gente debía saber lo que estaba pasando, tener una estrategia en caso de que la guerra se presentará antes de tiempo. Debía mantener a los hijos de la tierra fuera de esto. Y sería complicado si se salía de control. Salí de mi habitación rumbo al despacho principal.

Camilo. Necesito que vengas a mi despacho. Es importante”

Dejé el mensaje en su teléfono. Usar mi conexión no era una buena idea, mi sistema se encontraba aún en caos, tratando de adaptarme a ambos genes.

—¿Qué planeas hacer?— En cuánto llegó mi Beta, me encontraba planeando los siguientes pasos. Sería de suma importancia.

Aunque me gustaría encargarme de esto yo solo. No era momento para alimentar mi orgullo. En mis hombros no solo cargaba el bienestar de la manada más grande de Bretaña. Si no, el trato de paz con los hijos del sol, de la tierra y de la luna, los Licántropos.

—Haremos una reunión. Trae a los Clanes de Bretaña, Y los Alphas de pequeñas manadas al norte y sur de Inglaterra. Hay que tratar de minimizar la información hacia las manadas pequeñas de todos Europa.

—¿Y que hay de los tres Alphas en la Jerarquía?

—Ikender ya está al tanto. Elián e Hirok dudo mucho puedan asistir. Aunque él peliblanco puede usar los portales, no está pasando por un buen momento. Mientras tanto Hirok no ha dado señales de vida desde hace meses. Tiene a su Beta y Omega haciéndose cargo de la manada.

—¿Crees que esté en peligro?— Negué.

—Muy en el fondo tú y yo sabemos de lo poderoso que es el asiático. Debe estar haciendo algo muy importante. Mientras no involucré a los hijos de la tierra. Todo estará bien. Por ahora solo contamos con el Alemán como principal apoyo. Deja a los demás Alphas fuera de esto.

—¿Incluso a Herdal?

—No quiero a Alekai metido en esto. Podrá ser uno de los lobos más poderosos de la historia Licana. Pero le juré hace años cuando la paz llegó a su alma, que no volvería a presenciar otra guerra.

—Pero, ¿Y si las cosas son más graves? Christopher ¿qué pasaría si…

—Haz lo que  te ordene Camilo. Las cosas se quedan así.

Mi Beta se retiró. Respiré profundo girando mi cabeza hacia la esquina de la habitación.

—Ya puedes salir de tu escondite— Solté. La luminiscentes pestañas de Hansel se movieron hacia arriba abriendo sus ojos.

—¿Qué es lo que buscas? Hada— Ella se acercó suspirando.

—Hay algo que debes saber y, creo que es el momento adecuado para dártelo —Frunzo el ceño cuando saca de su bolso un sobre y me lo extiende.

—Mi hermana y yo conocimos a tu padre y a tu madre mucho antes de que sus destinos se hubiesen cruzado, tu padre me dejó esta carta para ti —tomé el sobre en mis manos, dudando aún de su contenido.

MI LUNA (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora