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Amy suspiró, había dormido a sus bebés después de unas largas horas. Estaba sentada en su sofá favorito pensando hasta que escucha el timbre. Se levantó y se dirigió hacia allí para después abrir la puerta.

—¡Sally!—Amy sonríe y la abraza siendo correspondida—

—Me da gusto volver a verte Amy—dijo Sally cuando se separa de Amy—

Sally entra a la casa y Amy cierra la puerta. Ambas se dirigen a la sala y se sientan una frente a la otra.

—¿Cómo te fue?—preguntó sally—

—Fue duro, pero logré superarlo—sonríe— ¿Y a ti? ¿Cómo te fue?

—Bien,  estoy mucho mejor, he decidido vivir aquí—dijo sonriendo—

—Eso es bueno, estarás con nosotros para el bautizo de los niños—.

—Sip, hablando de ellos, quisiera verlos—.

—Claro ven—.

Ambas se dirigieron al cuarto de los bebés y al entrar se acercaron a las cunas donde estaban dos pequeños bebés durmiendo.

—Son preciosos...—dijo Sally susurrando—

—Lo sé...los amo...por cierto tengo que hablar contigo—.

Sally miro confundida.

—¿QUE? ¿ENSERIO?—Amy asintió—

Se encontraban afuera de la casa. Amy sabía que después de decirle a Sally se pondría a gritar y no quería pasar otras horas durmiendo a sus bebés.

—No puede ser...¿Porque yo?—.

—Asi se decidió Sally, asi que acéptalo por favor—.

Sally suspiró.

—Esta bien, acepto ser la madrina de los mellizos—sonríe y abraza a Amy, esta corresponde y luego se separan—

—Se suponía que te lo diría junto a Sonic pero...digamos que no pude aguantarlo—sonríe y Sally niega riendo—

El mejor accidente[Sonamy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora