1. ¿Quién soy?

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Dolor...

Eso es lo único que sentía.

No podía moverme, y no tenía fuerzas ni para lograr abrir mis ojos.

¿Qué ocurre?

Es la primera pregunta que llegó a mi cabeza a la par que escuchaba pequeños ruidos extraños a mí alrededor. Aún así no lograba comprender qué pasaba.

Con las pocas fuerzas que junté intenté despegar mis párpados, pero mis intentos fueron en vano, cosa que en cierto punto me asustaba. Una gran incertidumbre entró a mi cabeza e intenté guiarme por cualquier cosa. Un olor, un sentimiento, una señal o un recuerdo... Pero no había nada

¿Estoy muerta acaso?

Aquella pregunta se plasmó en mi mente al darme cuenta de que ni siquiera podía sentir mi cuerpo, ni mi entorno, o como mi pecho subía y bajaba cuando respiraba

¿Acaso estoy en una clase de limbo?

Me di cuenta de que nada de eso era cierto cuando de pronto, sentí como si mi alma volviera a mi cuerpo y todo se hizo un poco más claro

-¡Sus signos vitales han vuelto, aún sigue con vida!-Escuché la voz de una mujer. Se oía agitada, y un poco eufórica por esa noticia

Fruncí el ceño cuando poco a poco las sensaciones volvieron a mi cuerpo, en se instante quise volver al puto limbo en el que estaba antes

Un pinchazo hizo que abriera mis ojos de golpe, la resequedad en mi garganta me hizo toser reiteradas veces, mi pecho dolió como si tuviera enterrada una navaja en él y me quejé por todo; por la luz resplandeciente que golpeó mis ojos con violencia, por el mareo que me causaba estar en movimiento en la camilla con la que me transportaban y, especialmente, por el dolor tan insoportable que se apoderó de todo mi cuerpo

Cuando mis ojos lograron enfocarse sobre mi cuerpo, mi expresión fue de completo horror

Toda mi ropa estaba sucia y rasgada, cubierta con una combinación de sangre y tierra. Por los orificios abiertos de esta pude observar mi abdomen y piernas, toda esa zona estaba más que jodida. Rasguños, moretones, raspones. Cualquier herida posible estaba plasmada en mi anteriormente blanquecina piel. Y dejando de lado lo horrible que era la vista, para mis sentidos fue mucho peor el gran dolor que abrazó mi cuerpo, asfixiándome...

El tiempo apenas se detuvo unos segundos, pero después todo explotó de una manera extremadamente cruel en mi cabeza

Mi cerebro me estaba jugando una muy mala pasada, enviando pensamientos sin algún tipo de sentido al mismo tiempo, y eso sin duda me estaba atormentando al juntarse con mi confusión y mi grave estado de salud

Ese sentimiento de miedo y desesperación me atacaba otra vez, pero con mayor fuerza, mi respiración empezó a acelerarse en cuestión de segundos, a la vez que mis ojos se cristalizaban. Escuché un pequeño pitido de una maquina a mi lado y note como aquellos signos vitales, antes tan vagos y casi inexistentes, empezaron a volverse locos entre subidas y bajadas apresuradas. Mi vista se nubló por completo y me sentí sofocada. Las voces a mi alrededor se volvieron inentendibles para mí. Yo sólo quería que todo parara de una vez

Te Recordaré |Venganza Y Avaricia: Dos Cosas Que No Deben Juntarse| (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora