—¿Tú otra vez aquí?—Una voz masculina me hizo "despertar" de pronto, no podía abrir los ojos, pero si moverme y escuchar, era una sensación extraña, te sientes desprotegido y en cierto punto alerta
—¿Quién eres?—Murmuré y de una u otra forma me senté ya que estaba tirada en el suelo—¿Dónde estoy?
—No hagas más preguntas por favor, arruinas el silencio—Dijo él al parecer ya harto del minuto que llevaba allí—¿Por qué estas aquí?—Cuestionó firme
—No lo sé
—¡Como demonios no vas a saber por el amor a Dios Kristal!—Exclamó frustrado y luego soltó un suspiro—Debes irte
—¡No!, a dónde se supone que iré?, ni sé donde estoy!—Dije nerviosa retrocediendo aun en el piso empecé a arrastrarme, sintiendo como se acercaba—Déjame quedarme, este lugar esta muy lleno de paz, como puedes estar aquí tú solito yo...—Me detuve y ahogué un gritito al sentir que choque con algo, unas mano me tomaron de la cintura—Por favor no...
Contuve la respiración en ese momento, muerta de miedo, escuché su risa ronca que me dejo sentir un escalofrió en todo mi cuerpo—No te preocupes, solo ten cuidado...—Murmuró y sentí como tomaba mi cara y besaba mi frente...
(...)
—¡Kristal, por Dios despierta por favor!
—¿¡A qué te refieres!?—Dije agitada levantándome con rapidez, ganándome un buen mareo—Oh mierda...—Murmuré colocando una mano en mi frente y cerrando los ojos, acostumbrándome nuevamente al entorno
—¡Dios mujer casi haces que me de un jodido infarto!—Exclamó Harry a mi lado colocando una mano en su pecho y tomando aire, estaba de rodillas, al parecer tenia mi cabeza recostada en ella, se veía cansando y un poco sudado—Estas bien?—Cuestionó mirándome esta vez con preocupación
—Sí?, creo...—Dije un poco desorientada, qué acababa de ocurrir?—Me desmayé, no logro entender porque pero—Apreté los labios y me volteé por completo para mirarlo—Sentí un horrible dolor de cabeza, mis piernas dejaron de responder y solo se que perdí la conciencia—Le expliqué y el hizo una leve mueca
—¿Tuviste un ataque de pánico?—Yo me relamí los labios y me encogí de hombros, en verdad no tenia en claro que demonios había pasado, literalmente fue como morir, vi recuerdos pasar en mi mente, eso no es normal!—Estas segura de que te sientes bien? si quieres te llevo al hospital—Negué con la cabeza con rapidez, descubrí que odio los hospitales
—Ya no te preocupes, lo que paso, paso, y ya me siento mucho mejor, gracias—Dije dándole una sonrisa, en verdad temía contarle lo que me había pasado en realidad, quizá me tacharía de loca por estar pensando en... Muertos
Tragué saliva y me levanté—Mejor salgamos de aquí, ya empieza a darme escalofríos—Mencione dándole la mano para que se levantara, él sonrió
—¡Sí, nos puede comer el coco!—Dijo con diversión apretando mis hombros logrando que yo riera
—Lo único que pueden hacer es asaltarnos, ya vayámonos, déjate de tonterías!—Dije intentando contener las ganas de reírme ante sus vagos intentos de asustarme—¡Harry por favor!—Protesté para que se detuviera, me miró divertido y asintió dándose por vencido
Mientras caminábamos me estiré un poco y miré el cielo, calculaba que eran más o menos la una de las doce de la tarde o algo por estilo, el sol estaba en su máxima potencia sobre nosotros. Me abrace a mi misma volviendo a bajar la mirada mientras caminaba detrás de el chico fuera del cementerio. Empecé a pensar un poco más a fondo ¿Quién carajos era esa jodida vocecita?
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Te Recordaré |Venganza Y Avaricia: Dos Cosas Que No Deben Juntarse| (LIBRO 1)
Roman pour Adolescents¿Te imaginas despertar repentinamente, en una camilla de hospital, herida. Y sin un sólo recuerdo de cómo llegaste ahí...? ¿¡NI DE TODA TU VIDA!? ¿No? Ella tampoco se lo esperaba... Kristal Derricks, una pelirroja de ventiún años tiene un fatal acci...