Capítulo 38: mi versión de los hechos

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Narra Cameron

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Narra Cameron

Después de mi ruptura con Madison fui en busca de Keyla, nos hicimos novios.

– ¿¡como es que la dejaste por Keyla!?– gritó Maya a punto de aventarse a mí, si no fuera por mi padre que la sostuvo esta me hubiera golpeado.

– ¡no podía seguir con ella! ¡Ya no la amaba!– me defendí.

– Maya, tranquila, esa es la decisión de tu hermano, no podemos obligarlo a estar con alguien que no quiere.– abogó mi padre por mi.

– ¡pero estamos de acuerdo que esa no era la manera de terminar con ella!– alegó mi hermana.

Empezamos a discutir Maya y yo.

– ¡chicos!– llamó mi padre.

Pero Maya y yo seguíamos alegando

– ¡ya basta!— grito mi madre.

Nos quedamos callados y giramos a ver a mi madre, pude ver el rostro de mi padre y estaba sorprendido, mamá nunca suele gritar.

– ¡ya estoy harta de ustedes dos! Maya hay que aceptar la decisión de tu hermano, si el no quiere estar con Madison no lo vamos a obligar.

Maya giro los ojos enojada y se cruzó de brazos.

– y tú Cam...

– ¡London!– corregí.

Ella giro los ojos.

– okey, London. Tampoco fue la manera de dejar tres años así de la nada– regaño mi mamá con tono suave.

Asentí.

– sea como sea– dijo mi padre poniéndose al lado de mi madre– te vamos a apoyar hasta el final. ¿De acuerdo?– mi padre miró a Maya.

Esta hizo una mueca de desagrado.

– de acuerdo– dijo rendida.

Nos unimos a un abrazo familiar.

– Hijo...– me llamo mi padre–no tienes miedo de que... bueno ya sabes... ¿Madison revele la verdad?

Siendo honestos eso no me deja dormir por las noches: el miedo.

El miedo a que pronto se descubra la verdad sobre mi identidad, que Sophie confirme las dudas de los periodistas y diga que London Millet es Cameron Boyce o el que a Madison se le vaya a ocurrir decir la verdad, pero yo confío en ella y se que sabe guardar secretos.

– no lo hará– conteste muy seguro de mis palabras.

Espero no equivocarme.

– papá– llamó Maya a mi padre– podemos estar tranquilos, Mads no es así.

Me quedé un rato con mis padres para luego ir a ver a Keyla.

Llegué a su casa y entre, me había dado una llave para que entre sin tocar.

Huyendo de la fama [Wattys 2019]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora