Capitulo 2

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Sientes un intenso dolor en la cabeza, tu espalda duele, tratas de moverte, pero sientes como si tuvieras las muñecas atadas, quieres gritar, pero un tubo en tu garganta que llega directo a los pulmones te lo impide
- ¿Qué hago acá?,¿Dónde estoy? -es lo único en que puedes pensar.
Abres los ojos con un poco de miedo porque no sabes lo que puedes encontrar, además querías pensar y creer con todas tus fuerzas que todo aquello había sido una pesadilla. Comienzas a ver a tu alrededor y empiezas a descifrar que estas en un hospital. Comienzas a respirar fuerte, el tubo que tienes te molesta, te está provocando nauseas, no puedes quitártelo, no puedes darte vuelta y sabes que si vomitas morirás, pero cada vez se vuelve más difícil resistirte a vomitar, te mueves lo más que puedes para poder hacer un ruido, todo es inútil. Comienzas a sentir como algo quiere salir de tu boca, pero el tubo lo prohíbe así que sientes como todo eso que quieres sacar regresa dentro de ti y sientes como te asfixia. Empiezas a poder respirar cada vez menos, tus ojos comienzan a cerrarse de nuevo.
De la nada sientes como una mano se pone sobre tu cabeza, alguien jala el tubo de tu boca, te giras instintivamente y todo eso que te estaba asfixiando sale de tu boca permitiéndote respirar, pero sigues sintiendo un gran dolor en el pecho y una gran confusión dentro de tu cabeza, porque aún no estas segura de como llegaste ahí.
- ¿Dónde estoy? - Fue lo primero que salió de ti con gran dificultad
- Estas en el hospital nacional de Buenos Aires- dice un doctor mientras te desata las manos y te ayuda a recostarte otra vez.
- ¿Qué paso? - tienes mil cosas en la cabeza.
- ¿No recuerdas lo que sucedió? – pregunta el doctor con la cara un poco desubicada
- No – dices tomándote la cabeza
- Tu nombre es __tn__, tienes 23 años, tuviste un accidente muy grande en casa y…
- ¿Qué accidente? – interrumpes al doctor
- Escucha debes calmarte para que pueda contarte las cosas y logres armar el rompecabezas que seguro tienes en la cabeza – te dice el doctor con mucha delicadeza y su voz te da paz, lo volteas a ver, era la primera vez que lo veías desde que reaccionaste. Era un hombre algo mayor, un par de canas se comenzaban asomar en su pelo marrón.
- Está bien, me calmo – no era cierto, estabas alterada pero sabias que él tenía razón
- Bien como te decía tuviste un terrible accidente en casa- continua el doctor- Unas personas intentaron entrar a tu casa por la fuerza y robarla, al encontrarte ahí comenzaron a golpearte, fueron unos salvajes contigo.
Mientras el doctor te contaba las cosas tu comenzabas a recordar todo, Roberto vino a tu mente, él fue quien te golpeo
- Y bueno tu novio llego a tiempo para salvarte y traerte aquí, haz estado tres días en coma- termina de decir el doctor.
Lo ves con cara de no entender nada, sabias que nada de eso era cierto que seguro Roberto fingió todo porque esta vez se le había pasado la mano. No sabias si podías confiar en él y contarle la verdad, pero debías de intentarlo, debías hacer algo para que Roberto no volviera a lastimarte.
- __tn__ ¿Estas bien? - pregunta el doctor muy preocupado.
- No, las cosas que usted dice…
- Despertaste- dijo una voz desde la puerta que interrumpe.

Nunca MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora