Capítulo 3

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Ves a la puerta de donde provenía esa voz, para tu mala suerte era nada mas que Roberto.
- __tn__ ¿Me decías? - te dice el doctor con una cara algo preocupada.
- No, no era nada importante- te resignas a contestar viendo a Roberto
- Mi amor, no sabes lo preocupado que estaba por ti- dice mientras se inclina para darte un beso
- ¿Por qué estaba atada? - preguntas sin prestarle atención a Roberto y dirigiéndote al doctor
- Era una medida de seguridad, tu novio nos informó que eras un poco violenta y no queríamos que nada te sucediera ni a nuestros compañeros.
- Pero...- tratas de decir, pero sientes una mirada fría sobre ti, sabias que se trataba de Roberto- Esta bien, pero prometo ya no serlo, por favor quítenmelas.
El doctor ve tu cara de sinceridad y decide quitártelas.
- Los dejare solos, seguro tienen mucho de que hablar- dice el doctor mientras te termina de quitar la última atadura, tu querías gritarle que no se fuera, que la persona que estaba ahí era la que le había causado tanto daño.
En cuanto el doctor sale del cuarto Roberto cierra la puerta detrás de el
- Ni se te ocurra pasarte de lista, tuve que inventar toda una mentira para que las cosas salieran bien, así que te conviene apegarte a ella
No sabias cuanto más podías soportar que las cosas siguieran así, lo único que logras hacer es asentir con la cabeza. Por lo menos sabias que estando ahí él no sería capaz de golpearte, tendrías unos días de descanso al menos.
DOS SEMANAS DESPUES
Habías pasado dos semanas en el hospital recuperándote de los daños que tenías, mientras Roberto te ayudaba a entrar a la casa, puedes observar que esta todo tirado, estabas a punto de preguntar qué había sucedido pero sabias que seguro Roberto había hecho todo eso para que la historia del robo fuera creíble.
- Hoy te quedas sola, yo saldré con unos amigos y seguro regresare hasta mañana- escuchas que dice detrás de ti, tenía una sonrisa que te confirmaba que seguro pasaría la noche con una de sus amantes.
Hacía mucho tiempo sabias que te engañaba, pero como muchas cosas en esa relación simplemente te las callabas, al final para ti era mejor que él tuviera distracciones fuera de la casa así te deja a ti tranquila. Claro que así no era como imaginabas tu vida.
Roberto se va y tu comienzas a recoger todas las cosas que estaban tiradas, con mucho dolor en el cuerpo logras terminar de arreglar todo, y decides que nada te vendría mejor que una buena ducha en la bañera para poder relajarte. Mientras estabas sumergida en el agua pensabas como habías llegado hasta ese lugar, como habías permitido que las cosas se salieran tanto de tus manos, pensabas en el hombre que estaba destinado a estar contigo realmente, sabias que no era Roberto ese hombre, pero donde podría estar ese hombre, que estaría haciendo en los momentos en que tu sufrías.
EN ALGUNA OTRA PARTE
- ¡¿Cómo pudiste hacer esto otra vez Viviana?!
- Joaquín entiende que no fue mi culpa, tú nunca estas, siempre de gira y conciertos con Lucia ¡¿Y YO QUE?!, no pude evitarlo.
- LO QUE YO HAGO ES TRABAJO, LO HAGO PARA QUE TU NO TENGAS QUE HACERLO, PORQUE ES LO QUE AMO, PERO ESO NO TE DA DERECHO A SERME INFIEL
- Perdóname, no pensaba las cosas.
Joaquín decide salir de la casa, no podía soportar las cosas más, no era la primera vez que su esposa le era infiel. No podía sacarse de la mente que la vida no podía ser solo eso. No podía solo tratarse de rutina, de soportar las cosas solo para no estar solo, de conseguirse cualquiera chica para quitarse el enojo y despecho que llegaba a sentir por no poder ser feliz completamente.
Las cosas con su esposa no estaban bien desde hace mucho tiempo, se casaron jóvenes, y en parte sabía que ella tenía razón, pero no podía elegir entre el trabajo que tanto le gustaba, que realmente amaba y su pareja. Este era uno de esos momentos en los que pensaba si Viviana era la mujer de su vida o si había alguien más allá afuera destinada a estar con él….

Nunca MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora