capitulo 25

138 7 0
                                    

No podías callar el placer que Joaquín te estaba produciendo, notas que dibuja una pequeña sonrisa, te estaba torturando y lo sabía, pero ya llegaría el momento de tu venganza, por ahora dejaras que termine su trabajo, con los dedos y sus labios te da tu segundo orgasmo, cada uno de ellos maravillosamente, sube de nuevo a ti, sin dejar de besarte, llega a tus labios y te besa nuevamente, era el momento de vengarte.
Le das vuelta y quedas encima de él, comienzas hacer lo mismo que el hizo, bajas por su cuello besándolo, comienzas a quitar lentamente cada uno de los botones de su camisa, cuando por fin se la quitas, te inclinas para que besar sus labios, y que tus senos rocen su pecho, cuando estos lo hacen notas como su piel se eriza, es ahí cuando tú lanzas la pequeña sonrisa
- Te estas vengando- logra decir él dibujando también una sonrisa
- Shhhh- dices nada mas
Sigues bajando por su cuerpo, llegas a los botones de su pantalón, se los quitas rápidamente, ves que realmente estaba excitado, lo ves con ojos perversos, eso hace que se excite aún más, te acercas a sus labios y lo besas, pero tus manos se encuentran jugando con su miembro, le gustaba tanto que lanzaba pequeños gemidos, bajas directamente a su miembro, comienzas a darle pequeños besos, luego pasas tu lengua a lo largo de el, levantas la mirada y vez que Joaquín realmente lo está disfrutando, sin él darse cuenta, lo metes todo en tu boca, escuchas como esta vez lanza un gemido más fuerte, sigues haciéndole el oral, escuchas como su respiración y sus gemidos se intensifican
- __Tn__ cariño me estas matando
Pronuncia esto con una voz entre cortada, era imposible que ocultara su nivel de excitación, tú solo levantas la mirada y le dedicas una sonrisa, no querías parar, no deseabas hacerlo, pero Joaquín se moría por estar dentro tuyo
- Ven aquí- dice entre risas jalándote para que te coloques sobre él
- No, nunca me ha gustado estar arriba- era mentira Roberto nunca te dejaba hacerlo así, decía que no sabías como hacerlo
- ¿Por qué? – pregunta con cara de desacierto
- No sé como hacerlo- dices apenada
- No te preocupes, yo te enseño- dice con una voz tierna que hace que te relajes
Te toma de las caderas y muy delicadamente entra ti, sueltas un delicado gemido, deja sus manos en tus caderas y comienza a marcar el ritmo, hace que te muevas hacia delante y atrás, comienza moviéndote despacio, no deja de ver tus ojos, al principio te sientes un poco incomoda porque nunca habías echo el amor de esa manera, pero con la actitud de Joaquín te sentías cómoda cada vez más, te comienza a mover más rápido, querías ahogar tus gemidos, pero no podías era casi imposible…

Nunca MasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora