Me despierto con los rayos de sol, intento levantarme pero el brazo de Anthony me lo impide, sonrío al verlo, hoy tenemos que hablar seriamente, lo que pasó en la mañana me ha hecho ver que Anthony tiene dudas sobre mis sentimientos, y por nada del mundo quiero que se repita lo de ayer.
-Anthony, amor, despierta - le digo mientras le balanceo suavemente, él gruñe y me apreta más contra él.
-Solo un ratito más - dice con voz ronca y aún con los ojos cerrados.
-Eso te pasa por llegar tan tarde - digo riendo, pero luego me pongo seria - tenemos que hablar.
Anthony abre los ojos y al verme tan seria me deja de abrazar, se acomoda en la cama para estar a mi altura, me mira unos segundas para después estar cabizbajo con cara de tristeza.
-¿Es por lo de ayer? - pregunta con la voz rota.
-En parte sí - digo y suspiro, él agacha aún más la cabeza - ¿tienes dudas de mis sentimientos hacia ti?
-No, sí, un poco, temo no ser lo que tú necesitas - dice mirando por la ventana incapaz de mirarme a los ojos, yo cojo su mantón y lo obligo a mirarme.
-No tengas dudas, te amo, eres mi mate, mi alma gemela, mi otra mitad - hago una pausa y veo un brillo en sus ojos - eres el hombre que amo, antes de ti era mucho más seria, desde el momento que la Diosa Luna me dijo que tenía otro mate lo esperé, nunca me molesté mucho en pensar como sería, solo quería que amara y estuviera a mi lado - afianzo mi agarre en su mentón y me acerco un poco más a él - escuchame bien, tú eres mucho más de lo que esperaba, eres bueno, dulce y sé que puedo confiar en ti.
No dudo y lo beso, lo beso con todo el amor que siento hacia él, Anthony se queda quieto unos segundos, pero luego me sigue con los mismos sentimientos. El beso fue increíble, pero debido a la estúpida necesidad de oxígeno, nos tuvimos que separar, tanto él como yo jadeamos un poco para recuperar el aire, pero en todo momento nos miramos a los ojos, sus ojos tienen un brillo especial que transmiten felicidad y amor puro, creo que en los míos se refleja lo mismo. No tengo ninguna duda, amo y amaré a Anthony incluso después de la muerte.
-Alicia, yo... - no dice nada más y desvía la mirada, vuelvo a agarrar su mentón para que me mire, detesto que me desvíe la mirada.
-Dime.
-Quiero marcarte - hace una pausa intentando desviar la mirada, algo que no le permito - y que tú me marques - termina y esta rojo como un tomate.
-De acuerdo - le digo suavemente - esta noche me marcas, no ahora porque tengo que avisar a Yara y Ana de que estaré fuera de combate un tiempo.
Anthony me sonríe aún rojo y me besa, y yo gustosa le sigo el beso. Es definitivo, hoy en la noche me marcará, cuando despierte yo le marcaré, y cuando despierte es probable que cerremos el vínculo.
(...)
Me encuentro en el despacho, quiero hacer el máximo posible antes de esta noche, las chicas ya se han ocupado de la manada sin mí antes, pero quiero dejarlas el mínimo de trabajo. En el desayuno Anthony anunció lo de que esta noche me marcará, todos nos felicitaron, yo no pude evitar ponerme roja. Después del desayuno Anthony se fue con su padre, al parecer Miguel le tiene que enseñar algunas cosas antes de nombrarlo, yo por mi parte hable con las chicas y ellas me dijeron que no pasaba nada, a parte de darme miradas y sonrisas pícaras.
-Alicia tenemos un problema - me informa Yara por el link.
-¿Qué pasa?
-Será mejor que vengas y lo veas por ti misma.
-De acuerdo, ¿dónde está el problema?
-Entrada sur de la manada.
-Vale, voy para allá - digo y cierro el link.
Dejo los papeles y salgo de mi despacho, voy a la velocidad de la luz para estar allí al instante, ahora que lo pienso, hacía mucho que no utilizaba mis dones. Al llegar veo a Yara con cara de desagrado, algo raro en ella, me fijo en la persona que hay detrás y comprendo porqué Yara tiene esa cara.
-¿Qué haces aquí? - pregunto mal encarada.
-Pensé que te alegrías de verme - me dice el muy descarado.
-Ni en un millón de años, ¿qué quieres?
-¿Qué pasa?, ¿acaso no puedo visitar a mi mate?
-Yo no soy tu mate, mi mate es Anthony.
-Si es así, ¿por qué aún no estas marcada? - me dice con una sonrisa de superioridad.
-Para tu información, Anthony me marcará esta noche - su sonrisa desaparece, pero vuelve.
-Ya claro, admite lo, él no es digno de ti.
-¿Y tú sí? - pregunto alzando una ceja, Manuel me muestra una de sus típicas sonrisas mientras asiente seguro, al final creo que hoy utilizaré más de un don - ¿me amas?
-Sí - me dice, pero en sus ojos veo la verdad, que esta mintiendo.
-Mientes - me mira ofendido, intenta hablar, pero yo lo hago primero - si supieras algo de mí, sabrías que uno de mis dones es saber si uno dice la verdad o miente con solo verlo a los ojos, por eso no me puedes engañar, no me amas, solo te intereso por mi poder. Por lo que será mejor que te vayas.
-¿O sino qué? - iba a responder, pero alguien se me adelantó.
-O sino yo te sacaré a patadas de aquí por molestar a mi mate - no hace falta que me gire para saber que es Anthony, Manuel lo mira con odio, pero da media vuelta y se va.
-Gracias, pero podía sola - le digo a Anthony con una sonrisa.
-No hay de que, y ya sabes que no me gusta que los hombres se te acerquen, mucho menos él.
-Tranquilo, el único hombre que me interesa le tengo delante - le digo rodeándole el cuello.
-¿A sí? - me pregunta juguetón, yo asiento con una sonrisa aún más grande - pues que bueno, porque no pienso compartir te con nadie - se queda ido unos segundos - menos con Michael.
Yo me río a carcajadas, adoro a su lobo, es más celoso y posesivo que Anthony. Nos damos un beso, un beso que es interrumpido por un carraspeo, nos giramos y vemos a Yara de brazos cruzados y con cara de burla, yo la mando una mirada fulminante y ella se ríe, la muy hija de su madre, me ha arruinado el beso con mi mate, pero se la pienso devolver.
(...)
Ya llegó la noche, el resto de la tarde me la volví a pasar entre papeles, no solo de la manada, sino también de las empresas de mi familia, ya que falta poco para mi 18 cumpleaños, y cuando los cumpla seré oficialmente la dueña de las empresas, ¡que ganas!, nótese el sarcasmo.
Luz y Mérida en la hora de la cena no pararon de hablar de lo maravilloso que fue para ellas el ser marcadas, a mí me pusieron muy nerviosa, aunque creo que supe disimularlo, creo. Ahora me encuentro en la cama, en pijama, espetando a que Anthony salga del baño.
-¿Lista? - me pregunta saliendo del baño ya cambiado.
-Todo lo que se puede estar - digo intentando parecer segura, y por la sonrisa de Anthony, esta visto que se lo ha creído.
Anthony empieza a besarme, algo que gustosa le sigo, poco a poco va bajando los besos a mi cuello, donde deja bastantes besos húmedos. Estoy tan centrada en el placer de sentir a Anthony, que no me doy cuenta cuando ha dejado de besarme y me esta marcando. Al principio es algo doloroso, por lo que clavo mis uñas en mis palmas, pero el dolor enseguida desaparece y es sustituido por placer. Anthony se separa de mí, tiene una sonrisa y poco de mi sangre, eso es lo último que veo antes de caer en la inconsciencia.
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¿Os gustaría un especial de cómo ocurrió la maldición de Anthony, o del ataque a la manada Golden Moon, la manada de los padres de Alicia?
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La alpha humana *Completada*
Loup-garouNunca conocí a mis padres biológicos, pero tengo unos padres que siempre me han querido. No es fácil ser humana en una manada de hombres lobo, algunos no me tratan bien, pero en general me ignoran. Cuando el futuro alpha de la manada cumplió 16 años...