La alpha humana *Completada*

Capítulo 31: Final

No me lo puedo creer, estoy en shock, nunca imaginé que el final sería así, tanto Anthony como yo estamos perplejos por la escena ante nosotros, Drake muerto en el suelo con un balazo en la cabeza que el mismo se dio, ¿quién iba a pensar que su final sería así?, ¿quién iba a imaginar que Drake se quitaría la vida de este modo?

Cuando sacó el arma me temí lo peor, pensé que dispararía a Anthony, no a sí mismo, es triste ver esto, puede que haya cometido muchos errores, pero no merecía terminar de esta manera, cuando Mérida se entere se volverá un mar de lágrimas, ¿y quién puede culparla?

Me acerco despacio hacia Anthony, aunque no quiera aceptarlo, él esperaba hacerle entrar en razón, sé que está muy triste y devastado, no me hace falta usar la marca para eso, sus ojos le delatan, ese azul que me enamora ahora está opaco, como el agua del mar en medio de una tormenta, ¿y qué peor tormenta que la de los sentimientos?

Llego a su lado y lo abrazo, él tarda un poco en reaccionar, pero me corresponde y las lágrimas no se hacen esperar, sé que lo necesita, y yo estoy aquí para apoyarlo, por eso lo abrazo con fuerza mientras él llora en mi hombro.

-Es mi culpa - me dice sollozando aún en mi hombro.

-No lo es, él solo se lo ha buscado - le susurro en el oído con un tono dulce para animarlo.

-Debí hacer algo, debí convencerlo de que desistiese.

-Hiciste lo que pudiste, en más de una ocasión se le dio la oportunidad de abandonar, pero él siguió adelante.

-Mi tía estará destrozada cuando se entere, me odiara.

-No te odiara, estará dolida por su muerte, pero ella sabe que tú hiciste todo lo posible por salvarlo.

Después de eso no dijo nada más, solo se mantuvo aferrado a mí, como si estuviera en medio del océano y yo fuera su salvavidas, lo cual no me molestaba, pues para eso están los mates, para apoyarse el uno en el otro cuando lo necesiten.

No sé cuanto tiempo llevamos así, pero por lo que un par de pájaros me han dicho, la batalla ya ha terminado, casi todos los lobos de Drake están muertos, y el resto han huido para salvar sus vidas, también me han dicho que nos están buscando, pero yo no tengo la voluntad suficiente como para romper este abrazo que tanta falta le hacia a Anthony.

-Gracias por estar conmigo - me dice Anthony en un pequeño susurro.

-Gracias a ti por enseñarme lo que es el amor.

Nos separamos un poco para poder mirarnos a los ojos, a pesar de la tristeza que emanan sus ojos, también se puede apreciar a la perfección el amor que hay en ellos, y nada me hace más feliz que saber que soy yo a quien le pertenece su corazón, pues en mi opinión, no hay corazón más dulce y puro que el suyo.

-Aquí estáis - dice alguien detrás mío - os hemos estado buscando durante un buen rato, y vosotros aquí tan tranquilos,...

Esa persona sigue hablando, pero no le presto atención, toda mi atención recae en los ojos más hermosos del mundo, los de mi mate, que igual que yo, no se separan de los míos. Pero como está visto que no nos pueden dejar tranquilos, Ana, que imagino que era la que estaba hablando, nos separa a Anthony y a mí.

-No es por interrumpir par de tórtolos, pero tenéis preocupados a todo el mundo, por lo que dejad de miraros fijamente y vámonos con el resto.

-Arruina momentos - digo entre dientes.

Anthony muestra una pequeña sonrisa ante mi comentario, por otra parte Ana no me ha oído, ya que su oído no es tan desarrollado como el nuestro, y no es por menospreciar, pero los licántropos tenemos los sentidos más desarrollados que el resto de especies.

Seguimos a Ana con las manos entrecruzadas, que ni piensen que voy a soltar a mi pareja, casi le pierdo esta noche, cuando se suponía que iba a ser una noche tranquila, ya sabéis, por la coronación y eso, pero no, dos veces pensé que perdería a Anthony, y eso solo esta noche, así que, electrocutare a todo aquel que intente separarme de Anthony.

Al cabo de unos minutos, volvimos a estar en el claro donde se hizo la coronación, porque aunque haya habido un ataque, la ceremonia se hizo, por lo que Anthony es el rey alpha y yo la reina luna, aunque no me guste, todo hay que decirlo.

-¿Estáis bien? - nos pregunta Yara nada más vernos, miro a Anthony y le veo muy decaído.

-Creo que bien no es la palabra que yo usaría para definir nuestro estado - respondo triste y mirando fijamente a mi mate.

-¿Qué ha pasado con Drake? - pregunta Daniel.

-Ha muerto - respondió Anthony con voz apagada, miré a Daniel y vi que él también estaba triste.

-Era de esperarse - dijo en un suspiro.

-Se quitó la vida - le dije con vos neutra para que no la malinterpretara, levanto la cabeza y me miró fijamente.

-¿Cómo? - preguntó.

-Se pegó un tiro en la cabeza con una bala de plata - respondió Anthony con una voz sombría que me sorprendió.

Nadie dijo nada más, todos conocíamos los fallos de Drake, pero nadie esperaba este final. El silencio se mantuvo todo el trayecto hacia la casa principal de la manada, cada quien se fue a su habitación a descansar sin despedirse del resto, salvo Yara y Víctor que fueron conducidos a un cuarto de invitados, pero incluso ellos, que son los más alegres y extrovertidos del grupo, se fueron en un completo silencio sin despedirse.

Yo fui con Anthony a su cuarto, en el cual estuvimos la otra vez que estuvimos en la manada, e imagino, será nuestro cuarto permanente en esta manada. Ninguno de los dos habló durante el trayecto, pero tampoco dejamos de tener las manos entrelazadas, lo que para mí significaba que Anthony aún me necesitaba como su apoyo, y yo se lo iba a dar.

Entramos a la habitación, y fue en el mismo instante que cerré la puerta, que toda la fortaleza que había estado mostrando se desvaneció, por lo que volvió a derrumbarse en mi hombro mientras lo abrazaba e intentaba calmarlo.

-Tranquilo, estoy aquí, no te voy a dejar solo, ¿me oyes?, jamás te librarás de mí, ni aunque lo intentes - le digo lo último con un toque divertido.

-Por favor - me dice con la voz rota, lo cual me parte el alma - no me dejes nunca.

-No hace falta que me lo pidas, yo NUNCA te voy a dejar, eso JAMÁS, antes prefiero la muerto - Anthony me abraza más fuerte.

-NO, no te mueras, te necesito, sin ti me sentiría perdido, más de lo que ya estoy, solo soy un niño inútil, no valgo nada, tú eres la única que de verdad me ha amado a pesar de lo poca cosa que soy - cada palabra que dice es una daga directa a mi corazón.

-No digas eso pequeño - no puedo evitar que me tiemble la voz y un par de lágrimas quieran salir de mis ojos - tú vales mucho, no eres un inútil, eres la razón por la que tengo fuerzas para continuar - me separo un poco y lo obligo a mirarme - soy yo la que estaría perdida sin ti, así que no vuelvas a decir eso en tu vida.

Lo beso, lo beso con amor, lo beso intentando demostrar no con palabras, sino con hechos, lo mucho que lo amo y lo necesito, no puedo contener más las lágrimas, y estas ruedan por mis mejillas con un sabor agridulce de fondo, pues muestran tanto el dolor que me han causado sus palabras y lo ocurrido esta noche, como también la felicidad y el amor que Anthony puede producir en mí.

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Aún queda el epílogo.