Capítulo 24

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¡Menuda noche!, creo que nunca había bailado tanto como hoy, y la noche no termina, Anthony aún me tiene que dar su regalo. En toda la noche ninguno de los dos a tomado ni gota de alcohol, ya que él es menor y lo respeta, y yo he pasado, no me interesa. Ahora nos encontramos en nuestro cuarto, estoy ansiosa, Anthony no quiso darme ni una pista de qué es mi regalo.

-¿Y bien?, ¿cuál es mi regalo?

-¡Que impaciente! - se burla.

-Ya sabes que sí, las sorpresas me inquietan.

-Vale, vale - dice riéndose - cierra los ojos - así lo hago y espero a que él me diga cuando los abro - ya puedes mirar.

Al abrir los ojos veo a Anthony con un libro en las manos, no puedo con la curiosidad y lo abro. Siento mis ojos picar de las lágrimas retenidas, este es el regalo más hermoso que pudo regalarme, es un libro donde narra nuestra historia, cómo nos conocimos, nuestras citas, la aceptación, las marcas, y entre medias las fotos que nos hemos hecho. Voy pasando las páginas lentamente, viendo las fotos y leyendo fragmentos de lo que hay escrito, pero llega a un punto en que solo hay páginas en blanco.

-Las páginas en blanco son para escribir lo que falta de nuestra historia, aunque creo que hará falta más de un libro para escribirla, pues estoy seguro que esto solo es el principio de una historia que durará siglos.

No tengo palabras, las lágrimas salen sin control alguno, no puedo creer la suerte que tuve al tener a Anthony como mate, Luna ha hecho muchas cosas por mí, pero ponerme a Anthony en mi camino fue la mejor, gracias, gracias Diosa Luna. Dejo el libro en una estantería, me giro y me lanzo contra Anthony, lo beso, lo beso mostrando todo lo que siento por él, él mío y no pienso dejarlo ir.

(...)

Despierto por culpa de los estúpidos rayos del sol, miro a mi mate y este está completamente dormido, es tan guapo a pesar de ser tan joven, después me doy cuenta de que estamos desnudos, las imágenes de lo que pasó anoche me invaden y no puedo evitar ponerme toda roja.

-Buenos días mi luna - me dice Anthony adormilado, con los ojos cerrados y acomodando nos mejor para él.

-Buenos días mi luno - Anthony emite algunos ruidos pero no abre los ojos - amor tenemos que levantarnos.

-No, estoy muy cómodo así - no puedo evitarlo y suelto una risita, él me empieza a dar besos en la marca consiguiendo un par de gemidos por mi parte.

-Anthony para, tengo hambre y quiero desayunar.

-Más tarde, ¿por qué no repetimos lo de anoche?

-Porque tengo hambre y se nos va a juntar el desayuno con la comida - Anthony bufa.

-De acuerdo - dice levantándose.

-Una cosa.

-¿Sí?

-¿Usaste protección?

-No, ¿y tú? - dice en un bostezo y yo me quedo blanca como el papel.

-No.

-Bueno - dice estirándose - no pasa nada - ahora lo miro con el ceño fruncido.

-¿Cómo que no pasa nada? - pregunto molesta.

-Como eje no pasa nada, yo encantado de ser padre - me dice con una sonrisa.

-¿Te das cuenta que somos muy jóvenes?

-No me importa - me da un beso en los labios - nada me haría más feliz que formar una familia contigo, sin importar la edad - dice y se mete al baño.

(...)

Ahora me encuentro en mi despacho, al habernos duchado los dos, nadie en el desayuno se dio cuenta de lo que hicimos en la noche, pero eso no quita que esté nerviosa, al igual que Anthony quiero una familia, pero aún somos muy jóvenes para eso, eso sí, si al final estoy embarazada, querré a mi bebé con locura, que eso no os quepa duda, pero prefiero no estarlo.

-Alicia.

-¿Qué pasa Ana?

-Drake se acaba de ir.

-De acuerdo, gracias por avisarme.

-No solo eso, Héctor quiere hablar con todos nosotros.

-¿Sobre qué?

-No lo sé, dice que solo lo dirá cuando estemos todos.

Asiento y juntas vamos a abajo, ahí están todos reunidos en el comedor a la espera de lo que Héctor nos quiere contar.

(...)

Héctor junto con Hana nos han contado lo que oyeron de la conversación de Drake y Manuel, lo que planea Drake es horrible, y no le importa que se trate de su familia, en cuanto a Manuel, esto solo me confirma que es un imbécil, aunque Anthony no estuviera, yo no estaría con él ni en un millón de años.

En cuanto a Daniel y Mérida, ¿qué puedo decir?, esta noticia les ha afectado mucho, al fin y al cabo Drake no deja de ser su hijo, y ellos tampoco entienden cómo le puede hacer eso a su propio primo. En cambio, Miguel está cabreadísimo, quiere matar a Drake por querer matar a Anthony, mientras que Luz solo está muy decepcionada.

-Drake ya no pertenece a esta familia - dice Miguel enfadado.

-Estoy con mi tío, Drake ya no es de la familia, no lo quiero cerca - dice Héctor serio.

-Hijo no digas eso, es tu hermano.

-Mama, ¿cómo pretendes que lo vea como mi hermano si ha traicionado a la familia?, él quiere matar a Anthony.

-Así me gusta sobrino - dice orgulloso Miguel.

-Cariño di algo - le dice Mérida a Daniel.

-Lo siento, pero mi hermano y Héctor tienen razón, Drake se lo ha buscado, ya no pertenece a la familia, ya no es un Winster.

Mérida está desconsolada y Luz intenta animarla, yo por mi parte doy ánimos a Anthony, él es tan bueno que se pregunta qué ha hecho mal para que su primo lo quiera matar, no comprende que él lo quiere matar por poder, a veces su inocencia puede jugar en su contra, y yo no sé muy bien como animarlo.

Me llevo a Anthony a nuestra habitación, no quiero que siga escuchando esa conversación y se sienta peor, además de que él no pone resistencia. Al entrar cierro la puerto, Anthony se sienta en la cama y se pone a llorar, yo rápidamente me siento a su lado y lo abrazo lo más fuerte que puedo.

-Tranquilo, esto no es tu culpa, es culpa suya.

-Pero tal vez es porque yo lo he enfadado de algún modo.

-Ya te he dicho que él lo hace por poder, no porque tú lo hayas ofendido.

-No lo entiendo, si tanto lo quiere, ¿por qué no me lo ha pedido?, a mí ser rey alpha no me importa ni me interesa, yo solo quiero estar contigo, si me lo hubiera pedido, yo se lo hubiera dado.

-Lo sé, eres así de bueno, pero tu padre no te habría dejado, y eso es un hecho.

-Pero tal vez podríamos haber llegado a un acuerdo - dice decaído y sin dejar de llorar.

-Lo sé, lo sé, deja de preocuparte por algo que no tiene sentido, él ha elegido este camino, podría haber elegido otro, pero no lo hizo, y lo hecho, hecho está - Anthony me abraza aún más fuerte.

-Prometeme que nunca me dejarás y que si algo te molesta o no te gusta, me lo harás saber.

-Descuida, ya sabes que yo no me callo nada - digo y ambos reímos un poco.

-Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, no quiero perderte.

-Tú también eres lo mejor que me ha pasado en la vida, y no te preocupes, no permitiré que nadie nos separe, te lo dije cuanto eras omega, te lo digo ahora, y te lo diré siempre, nada ni nadie nos separará, y el que se atreva a intentarlo lo mataré.

Nos separamos un poco para así besarnos, y repetimos lo que anoche hicimos, sellando una promesa de amor eterno, transmitiendo mediante caricias lo que sentimos el uno por el otro. Pero esta vez sí me aseguré de tomar medidas, que sigo opinando que somos muy jóvenes para ser padres.

La alpha humana *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora