Pov. Narrador omnisciente
Hacia tres meses desde el nacimiento de Alicia, la futura alpha de Golden Moon, sus padres preocupados porque Alicia era humana habían pedido a una bruja que revisara a la pequeña.
-¿Qué tiene mi hija? - preguntó el alpha cuando salió la bruja de revisar a su hija.
-No tiene nada - dijo tranquila la bruja.
-Pero si es humana - contradijo el alpha.
-Ella es especial, nació en el momento cumbre de una gran e importante alineación, vuestra hija no tendrá loba, pero tendrá las capacidades físicas mejores que un alpha normal, no podrá transformarse hasta que su mate la marque, pero tendrá dones otorgados por la Diosa Luna. Batallas tendrán lugar por la pequeña, pero solo ella con su mate podrá vencerlas. No estés triste ni preocupado por ella, ha sido elegida para esto, es un gran honor, pero también una gran responsabilidad.
-¿No podemos hacer nada por nuestra hija? - preguntó la luna.
-Me temo que no, pronto llegará la primera batalla, os deseo suerte.
La bruja se fue dejando al alpha y a la luna preocupados, harían lo que fuera para que su pequeña hija estuviera a salvo, aunque eso les costase la vida.
(...)
El tiempo pasó y la pequeña ya tenía un año de vida, toda la manada lo celebró, estaban muy alegres, todos adoraban al alpha y a la luna, Golden Moon no era una de las manadas más fuertes, pero tampoco era una manada débil, siempre que alguien necesitaba ayuda en la manada, toda la manada ayudaba a esa persona, así era esa manada, más que una manada, una familia.
El cumpleaños pasó entre música, baile y risas, todos felicitaban a la pequeña y a sus padres. Pero en medio de la celebración, roguers y vampiros atacaron la manada, habían oído hablar del poder que tendría Alicia y lo querían para ellos. Los roguers y los vampiros no estaban aliados, sencillamente optaron por atacar el mismo día, aprovechando la fiesta.
Los guerreros hicieron frente al enemigo, los que no sabían pelear intentaron huir, y la luna cogió a su hija y huyó de la manada, pensaba llevarla a un pueblo humano, donde Alicia pudiera estar segura, ya que su olor a humana la ayudaría.
La batalla en la manada era una carnicería, los guerreros cayeron, los habitantes de la manada los mataron a casi todos, y los supervivientes huyeron de la manada, el alpha luchaba para dar tiempo a su luna de que pusiera en lugar seguro a su hija, pero al final también cayó con un último aullido que rezaba a la luna para que protegiera a su familia.
La luna lo oyó, sintió un gran dolor cuando su marca se borró por la muerte de su mate, un vacío se instaló en su pecho y quiso rendirse, pero el llanto de su pequeña la devolvió a la realidad, no podía rendirse, tenía que poner a salvo a su pequeña, lo único que la quedaba de él.
Corrió como nunca en su vida, pero los mismos roguers que atacaron la manada siguieron su rastro, la luna se dio cuenta de que a ese ritmo la alcanzarían antes de que pudiera llegar al pueblo humano más cercano. Tomó la decisión más difícil de toda su vida, escondió a su hija en un pequeño arbusto rodeado de hierva buena, rezó a la Diosa Luna para que protegiera a su hija y que alguien la encontrara, y se fue corriendo lo más rápido que pudo para alejar a los roguers de ella.
Los roguers persiguieron a la luna sin darse cuenta que ella se había separado de su hija. Alicia lloró, era una bebé y estaba sola. La Diosa Luna que escuchó los rezos del alpha y la luna, al escuchar el llanto de la pequeña, descendió del cielo y la cogió en brazos, consiguiendo que dejara de llorar y sonriera.
-Querida Alicia, estás destinada a grandes cosas, yo te ayudaré, pero no puedo quedarme contigo, en un futuro, cuando tú me necesites, yo estaré allí en tus sueños para ayudarte, no tengas miedo, no solo has sido bendecida por mí, también por otros dioses.
La pequeña no entendía la situación, solo que una bella mujer la estaba hablando, como la dulce niña que era, Alicia la sonreía inocentemente. La Diosa Luna también sonreía, y con paso tranquilo transportó a la niña entre sus brazos.
La Diosa Luna dejó a Alicia en los límites de la manada Claro de Luna, pero antes de irse hizo un regalo a la pequeña, una pulsera de oro con el nombre de la niña y la fecha de su nacimiento. Colocó con cuidado a Alicia en un montón de flores y se fue de nuevo al cielo. La pequeña no tardó en volver al llanto al estar de nuevo sola.
El delta de esa manada estaba acabando la ronda cuando oyó el llanto de la pequeña, se acercó y la vio. En el momento en que Alicia vio al delta se puso a reír, pero el polen de las flores la hizo estornudar, lo que causó una pequeña risa en el delta. El delta miró por todas partes, pero no vio a nadie, no entendía como alguien pudo dejar a una bebé humana en ese lugar. El delta cogió a la niña y se la llevó a su casa.
-¿Y la bebé? - preguntó la mujer del delta cuando la vio, mientras la cogía de los brazos de su marido - ¿dónde has encontrado a esta linda bebé humana?
-Estaba en el límite de la manada, no vi a nadie cerca que pudo dejarla, es muy raro, he pensado en mañana ir y dejarla en un pueblo humano.
-¿Es necesario? - preguntó la mujer haciendo un puchero, ella se había encariñado con la pequeña desde el primer momento, además de que era probable que nunca pudiera dar a luz un hijo.
-¿Quieres quedarte la?
-Sí - dijo como niña pequeña - es muy linda, no me lo puedes negar, es solo una bebé, no podemos ir y dejarla en un lugar que tal vez no es seguro para ella - el delta lo pensó, también sabía que había pocas posibilidades de que tuvieran un hijo, y también se había encariñado con la pequeña.
-De acuerdo, mañana hablaré con el alpha para pedir su permiso y adoptar a la pequeña.
-Gracias, gracias, gracias.
La mujer abrazó a su marido sin aplastar a la pequeña que tenía en brazos y que se había quedado dormida. A la mañana siguiente el delta pidió permiso al alpha para adoptar a Alicia, el alpha se la concedió y le deseó mucha felicidad. El delta volvió a su casa y le dio la noticia a su mujer, la cual lloró de felicidad por tener a una criaturita que cuidar y darla todo su amor.
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Espero que os haya gustado el especial, sé que es un poco más corto que un capítulo normal, pero no se me ocurría nada más que añadir, gracias por leer esta historia, adiós.
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La alpha humana *Completada*
Hombres LoboNunca conocí a mis padres biológicos, pero tengo unos padres que siempre me han querido. No es fácil ser humana en una manada de hombres lobo, algunos no me tratan bien, pero en general me ignoran. Cuando el futuro alpha de la manada cumplió 16 años...